Quilmes venció a Parque Sur, 68 a 66, por la Liga Argentina de Básquetbol.
Por Marcelo Solari
A Quilmes todo le cuesta una enormidad. Cada triunfo cuenta y por eso se festeja tanto. Tal como sucedió este domingo, luego de una sufrida victoria ante Parque Sur, de Concepción del Uruguay, al que venció por 68 a 66, por la Liga Argentina de Básquetbol.
El desarrollo del primer tiempo no escapó a las generalidades de varios de los últimos compromisos asumidos por Quilmes. El conjunto “tricolor” suele mostrar dos caras bien diferentes, las cuales parecen guiarse como reflejos de sus estados de ánimo.
Cuando todo fluye con normalidad, la pelota circula, los pases son eficaces y los tiros, entran. Esa sensación se traslada también a la defensa, que responde con acierto, y allí aparece una imagen de supremacía que parece indicar que tiene todo bajo control.
Claro que de pronto aparece una imagen diametralmente opuesta. Como si se tratara de dos equipos diferentes. Con ofensivas enredadas, malas decisiones, circulaciones forzadas y, por cierto, errores. Por carácter transitivo, esa cuestión contagia también el aspecto defensivo. Y entonces, ese conjunto que amenaza con ser dominante, pasa a ser previsible y vulnerable en pocos minutos.
Esos buenos momentos, que coincidieron con sólidos aportes de Agustín Jara y Lucio Castellani, y también una inusual presencia en el gol de Leonardo Catelotti, le permitieron a Quilmes obtener buenas rentas que llegaron hasta los 12 puntos de ventaja (27 a 15, a 7′ de concluir la primera mitad).
Pero no logró sostenerlo en el tiempo. Y los malos momentos lo pusieron en evidencia. Perdió 12-3 los 5 minutos finales del segundo cuarto, sin poder realizar sus sistemas correctamente y sin poder evitar recibir puntos con cierta facilidad.
La receta de Parque Sur fue apostar a cambios defensivos, a la intensidad, y a apoyarse en la conducción vertical de Valentín Lofrano.
La visita había hecho un gran negocio después de los primeros veinte minutos. Extendió ese impulso a los primeros tramos del tercer segmento y se adelantó 32-39.
Aunque Quilmes no conseguía volver a fluir, a jugar en buen nivel, el partido estaba ahí, al alcance de la mano. Quedó a la vista cuando el local estableció un par de buenas defensas, logró correr a través de Facundo Gago y hasta pasar al frente, si bien lejos estuvo de marcar una tendencia.
Al ingresar en los cuatro minutos finales, una torcedura de tobillo del pivote Guillermo Romero -vital en la estructura de su equipo- y la salida por faltas de Juan Francisco Boffelli, más un par de defensas tirándose de cabeza de Quilmes, encendieron a la gente y pusieron un margen de dos posesions en el resultado (66-60).
Pero el equipo entrerriano no se entregó y forzó un final incierto. El alero Alex Negrete, que no había tenido una buena noche, mostró su clase con un doble distinguido, y más tarde el “tricolor” recuperó con un atrape sobre Franco Portillo. Sin embargo, el propio Negrete cometió un error infantil, le robó Jeremías Ledesma y, en la última jugada, Gervasio Guelache falló el tiro que podía haber significado el suplementario.
Síntesis:
Quilmes 68
F. Gago 6, A. Jara 18, A. Negrete 8, L. Castellani 25 y T. Nally 2 (FI). F. González 1, D. Skidelsky 0, L. Catelotti 8, A. Ecker 0. DT: Manuel Gelpi.
Parque Sur 66
V. Lofrano 15, J. Meyer 1, G. Guelache 7, J. Ledesma 5 y G. Romero 22 (FI). J. Boffelli 14 (x), L. Legaria 2, I. Fellay 0, F. Portillo 0. DT: Iván Paolazzi.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Pablo Estévez, Raúl Lorenzo y Franco Buscaglia.
Parciales: 19-13, 32-35 y 51-54.