Un problema de salud, que requiere intervención quirúrgica, y otros argumentos esgrimidos por su defensa posibilitaron que Sergio "Cocon" Sala espere en arresto domiciliario el juicio que afrontará por narcotráfico y lavado de dinero.
La Justicia Federal otorgó el arresto domiciliario a Sergio “Cocon” Sala, un hombre acusado de liderar una banda de narcotraficantes y que en la misma investigación judicial se lo mencionó como una “leyenda urbana y un condición cuasi mitológica”.
Detenido desde marzo de 2019 tras el Operativo Poseidón y alojado en una celda de la cárcel de Ezeiza, Sala solicitó a través de su abogado César Albarracín el beneficio del arresto domiciliario que finalmente fue acompañado por el fiscal Juan Manuel Pettigiani y, ante esto, concedido por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1.
Los argumentos que jugaron a favor de Sala fueron el tiempo que transcurrió en prisión preventiva a la espera del juicio oral, pero principalmente la necesidad que tiene que realizarse una intervención quirúrgica para la extracción de prótesis en ambas piernas que fueron implantadas tras un accidente.
También se fundamentó que es sostén de familia y que su ausencia ocasionó trastornos de índole personal en algunos de los menores que la integran.
Un informe del médico concluye que Sala “debe consultar con especialista por la extracción de las prótesis colocadas oportunamente cuyo tratamiento de rehabilitación fue interrumpido por su detención en el año 2019” y que “debe someterse a un tratamiento y contención psicológica, indicando que es imprescindible el cambio de lugar físico donde pueda evitar continuar teniendo alteraciones somáticas o psíquicas, aconsejando el retorno a su domicilio familiar”.
En su resolución, el Tribunal compuesto por Roberto Falcone, Nicolás Toselli y Fernando Machado Pelloni aclaró que “se encuentra obligado a homologar el acuerdo en orden a lo mutuamente convenido y siempre que respete la legalidad sustancial, toda vez que es el Ministerio Público Fiscal a quien le incumbe la gestión de los intereses sociales”.
Por ello ordenó que continuará su detención preventiva en arresto domiciliario, en Mar del Plata y con algún dispositivo de monitoreo.
Sala se encuentra detenido a la espera del juicio oral que se estima se celebrará a mitad del año próximo. Se lo acusa de ser jefe de una asociación ilícita, autor del delito de organizador de actividades de narcotráfico y contrabando de estupefacientes, coautor del delito de lavado de activos, agravado por ser realizado con habitualidad y en el marco de una organización, y coautor del delito de transporte de estupefacientes”.
Aunque siempre mencionado en diferentes causas de venta de drogas en Mar del Plata, nunca Sala había recibido una imputación hasta que un trabajo pormenorizado de la fiscal Laura Mazzaferri y el juez Santiago Inchausti derivó en un megaoperativo, donde se secuestraron automóviles, dinero y casi dos kilos de MDMA prácticamente en estado puro.
La investigación de los bienes de Sala y su familia permitió también agregar el cargo de lavado de activos.
Toda esa carga probatoria contó con una tarea inicial del CATI (Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción) de la Justicia provincial, que proveyó a sus pares federales información clave.
Además de Sala varios miembros de su familia también están procesados y personas allegadas, las que deberán afrontar el juicio pero que, a diferencia de él, no estaban detenidos en una cárcel.