Será este domingo a las 19 en el tradicional templo católico ubicado en el Puerto marplatense. El trío está formado por tres baterías. Participará Minuto Zulú, un grupo de música contemporánea y arte sonoro.
El trío de baterías Minuto Zulú protagonizará un nuevo concierto de sitio específico: será en la tradicional Iglesia de la Sagrada Familia, en el Puerto marplatense. Se lo podrá escuchar este domingo a las 19 en la sede de Rondeau 551, con entrada libre y gratuita.
Se trata de la segunda propuesta vinculada: la primera se realizó en una chatarrera local y buscó hacer música y experimentar con los sonidos a partir de los elementos que se encuentran en un lugar en el que se acumulan elementos de metal.
Ahora, la idea es generar música e improvisar en un espacio como el de esta iglesia que posee una acústica especial, techos abovedados y cierta reververación, contó a LA CAPITAL Marcos Calvari, artista sonoro y visual de Mar del Plata e integrante de este trío.
El de la chatarrera lo llamaron concierto de la procesión, al tiempo que el de este domingo será un concierto vinculado a la misa. “Jugamos con la idea de que no se puede estar en la procesión y en la misa al mismo tiempo”, indicó Calvari.
Cabe señalar que Minuto Zulú está formado, además de por Calvari, por Juan Manuel Fernández y Tomás Charles Pérez.
“Hace tres años, más o menos, que venimos tocando solo baterías, es un trío de percusión que vincula la improvisación, el jazz, el rock y el noise”, expresó el artista y señaló, además, que las dos obras musicales son complementarias y entre ambas se armará una película que se presentará en unos meses.
Calvari contó, además, que esta experiencia forma parte del amplio mundo del arte contemporáneo, arte sonoro o música experimental.
“Hace poco hicimos un concierto en una calecita de barrio, no céntrica. Lo que nos interesó es que, al igual que la Sagrada Familia, es una comunidad más específica. Esta iglesia es un lugar de inmigrantes, no es como la Catedral”, observó.
Y no dejó de ver que, al igual que aquello que sucede en un recital convencional, la gente que asiste a una misa va en procura de escuchar un mensaje, sea una oración, un sermón y otras cosas. Por eso explicó que parte de la propuesta será “reinterpretar todos los movimientos de la misa en formato musical”, pensado para un público habituado a escuchar.
“Llegaremos a un lugar en el que se dictan sentencias para hacer una serie de movimientos que no dicen una cosa definitiva ni taxativa, sino que se mutiplican las cuestiones en un lugar en el que se acatan órdenes, estaremos multiplicando sin mandamientos (en la obra musical), en un contexto en el que se habla desde el dogma”, observó los contrastes entre el arte y la religión.
Calvari agradeció al sacerdote párroco de esta Iglesia marplatense que accedió a abrir las puertas del templo católico para que los artistas pudieran realizar este orginal espectáculo-experiencia-ensayo artístico tan contemporáneo.