La Ciudad

Oliveto: “El problema de consumo que tenemos es que no compra el que puede”

El presidente y fundador de la consultora W, Guillermo Oliveto, se refirió a los cambios operados en el consumo de los argentinos en el último año. Así, detalló las restricciones y el reacomodamiento operado en materia de consumo en los diferentes segmentos sociales. También describió la modificación en el tipo de cambio, que puede generar oportunidad en varios sectores, y a los lineamientos necesarios para la reactivación. Asimismo, señaló la afectación en la clase media, que abarca al 40% de las familias argentinas, y sugirió cierto optimismo para lo que resta del año. Este es el diálogo que mantuvo con LA CAPITAL:

– ¿Cómo cambió el consumo de los argentinos en el último año?

– Hay que entender que 2018 tuvo tres años en uno. El primero fue muy bueno, hasta el primer cuatrimestre, después vino la primera corrida cambiaria y los mercados empezaron a tener menor dinámica pero todavía tratando de entender qué pasaba. Y el tercer año fue después de la corrida del 30 de agosto donde, de algún modo, se provocó una traslación de la devaluación a los precios y esto hizo que los mercados cayeran muy fuerte. El 2018, en promedio, termino siendo un año no tan grave, parecido a la recesión de 2014, con una caída muy similar de 2,6% en aquel momento y una caída de consumo masivo muy similar de 1 y medio-2 puntos. Sin embargo, terminó luciendo mucho peor porque el final fue muy duro. Esto hizo que para la gente el año se viviera como un sentimiento de pérdida y de dolor, fundamentalmente de pérdida de libertad, dónde ya no puedo comprar lo que quiero sino que tengo que comprar lo que puedo. En algún punto eso genera incomodidad, desgano y poca propensión a consumir, mucho cuidado del dinero, con una pérdida del poder adquisitivo del 12% el año pasado. Esto hizo que los hogares tengan que reasignar sus cuentas y decidir qué hacer o qué no, qué hacer de otra manera. En algunos casos crecieron las segundas marcas, los outlets, distintos formatos que optimizaban el valor por el dinero en ese intercambio.

Creo que hoy al consumo le faltan tres cosas: dinero, porque no han llegado los nuevos salarios a la calle y esto llegará en mayo o junio; le falta crédito, ahí está un poco más complicado porque la tasa de interés sigue alta pero una demostración de que el crédito mueve fueron los de Anses, que en las primeras 4 horas se entregaron 35 mil y en la primera semana más de 700 mil; y le falta deseo, que creo que es el gran desafío para todo el sector privado. Tienen que salir a tentar, a motivar a los consumidores para que vuelvan a la cancha, para que vuelvan al mercado. Es lógico que quien no puede no compra, pero el problema que tenemos es que además no compra el que puede. Entonces hay que motivarlo para que pierda un poco el miedo y se anime.

– ¿Sólo por miedo no compra quien puede?

– Hay una mezcla de culpa y hay una variable muy relevante para los argentinos que es el tipo de cambio, que es el dólar. Cuando ven que el dólar se mueve la gente se asusta y por las dudas no gasta lo que tiene y compra dólares o mantiene los que tiene ahorrados. Cuando ven estabilización dicen bueno, tal vez valga la pena aprovechar esos dólares, y cuando mira los precios de los bienes en dólares, en muchos casos, están mucho más baratos de lo que estaban hace un año. Con lo cual, para quien tenga los dólares y se anime a gastarlos la oportunidad es importante. Ahora, para que eso suceda necesitás fundamentalmente que el tipo de cambio se estabilice y que empiece a bajar la inflación, cruzado con la llegada de los nuevos salarios. Creo que ese sería el escenario exitoso para el consumo, para mejorar un poco la situación actual. Nosotros no estamos viendo ninguna fiesta para este año pero sí una probabilidad que vaya de menos a más. Arrancó muy duro en el primer trimestre, con caída del 9% en bienes de consumo masivo y el 40 o 50% en bienes durables, comparados con el mismo trimestre del año anterior. Tengamos en cuenta que esa parte había sido la buena, con lo cual la matemática no ayuda, pero creemos que a partir de ahora, cuando lleguen los nuevos salarios a la calle, la cosa puede ir mejorando lentamente para terminar en un promedio de alrededor de -2, que no es ninguna fiesta pero no es el -9 que estamos hoy.

– ¿Esta caída del consumo afecta a los viajes, especialmente al exterior, o se buscan otras oportunidades?

– Creo que el cambio paradigmático del modelo económico de la Argentina, de pasar de un tipo de cambio bajo a uno alto que sucede en 2018, para el turismo interno es una enorme oportunidad. El sector es uno de los grandes ganadores. Hay mucha gente que estaba viajando muy seguido al exterior y ahora se está quedando, redescubriendo el país, optando por opciones premium.

Por otro lado, tenés el turismo receptivo, porque la Argentina para el mundo está muy barata. Tenés un crecimiento del turismo receptivo del orden del 25% interanual, es un crecimiento fuerte. Se esperan para este año cerca de 8 millones de turistas extranjeros. Me parece que el turismo tiene una enorme oportunidad, comenzando por los mercados regionales. Hay una oportunidad que no estaba.

– ¿Entre qué valores de ingresos se encuadra la clase media argentina?

– La clase media argentina representa al 40% de las familias el país. Hay por lo menos dos clases media en términos de ingresos: la clase media alta, que va entre los 50 mil y 130 mil pesos familiar, neto, no son sueldo sino todo el ingreso que se genera entre toda la gente que trabaja en ese hogar, y el promedio de esos 80 mil pesos es la clase media alta, que son el 17% de las familias de la Argentina. Y después tenés la clase media baja, que significan el 28% de las familias que tiene la mitad de ingresos familiares promedio: 42 mil pesos. Esos dos grandes grupos expresan el 45% de la población del país. Hay que sumarle la clase alta, que está en un nivel de ingresos superior, 260 mil pesos por mes, va de 130 mil por familia para arriba.

– ¿Cuánto puede afectar a la economía quién gane en las próximas elecciones?

– Afectará a la economía dependiendo de quién sea el ganador, si continua con el modelo actual o viene otro tipo de modelo. Creo que las cartas están bastante echadas. Cristina Fernández de Kirchner, si fuese candidata, tiene un modelo diferente y si ganara cualquier otro, ya sea el gobierno actual u otro que tenga una situación similar a la actual, tratará de aprovechar las cosas que se hicieron como los yacimientos de energía no convencional, el desarrollo de turismo, lo que es el vínculo con el campo y también la idea de un tipo de cambio alto que favorezca la exportación. Si llegara un gobierno de Unidad Ciudadana, digamos, probablemente haga algunos cambios que habrá que ver cuáles son.

– Mencionó que todos los sectores sociales se cuidan y modificaron sus consumos, ¿cuáles son esas restricciones?

– Depende mucho de los ingresos. Los puntos de dolor para la clase media y la media alta fueron los viajes, o hacerlos menos; las salidas a comer afuera; la estética; la tecnología; la ropa y los servicios. Le dolió tanto suspenderlos o bajar la frecuencia. En la clase media baja hay cuestiones más vinculadas a los productos cotidianos, de alimentos, recurriendo a segundas marcas o bajando la frecuencia de llevar los chicos a Mc Donald’s o ir menos al cine. En las clases más bajas la restricción fundamental está en los alimentos.

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