La Municipalidad continúa paralizada y sólo funcionan las guardias mínimas. De no haber acuerdo con la gestión del intendente podrían anunciar un paro provincial.
Los trabajadores municipales continúan con la retención de tareas por lo que la semana comenzará con la actividad paralizada en todas las dependencias del municipio.
Luego de una semana en la que el conflicto entre el Sindicato y el Ejecutivo se profundizó, el acuerdo entre las partes en la negociación salarial parece estar cada vez más lejos.
Tras del paro total y de la movilización que se realizó el jueves, la medida de fuerza continuó con una retención de tareas por tiempo indeterminado.
De esta manera, los empleados concurren a sus puestos de trabajo, pero no hay actividad y sólo se mantienen las guardias mínimas de rigor. Mientras tanto, el Ejecutivo volvió a solicitar la conciliación obligatoria en el Ministerio de Trabajo pero no fue dictada.
En la discusión por el aumento salarial para los últimos meses del año está el foco del conflicto. Los municipales habían acordado un 12% de incremento para el primer semestre y un 6% desde agosto. El pedido actual es de un aumento de 12% retroactivo a octubre, un 7% a noviembre y la reapertura paritaria para diciembre.
Por su parte, los ofrecimientos que ha hecho el Ejecutivo hasta el momento han estado lejos de las pretensiones de los trabajadores. La estrategia fue incluir en el acuerdo por el 2018, los aumentos para los primeros meses del 2019. De hecho, la última oferta consiste en un aumento de 12% en diciembre y de 20% en marzo.
“Con esa propuesta cerraríamos el año con un 30% de aumento. Hasta que no haya una propuesta que sea analizable, no va a haber una solución”, dijeron desde el Sindicato, y adelantaron que el Ejecutivo “va intentar instalar que la medida es ilegítima y va a presionar a los empleados”.
Con las medidas de fuerza en marcha, el gobierno de Arroyo volvió a pedir la conciliación obligatoria. El principal argumento es que “no se cumplieron las guardias mínimas”, mientras que también señalaron que la medida de fuerza por tiempo indeterminado, “pone en riesgo el cumplimiento de las actividades mínimas del municipio”.
En caso de que no se lograrse un acuerdo, las medidas de fuerza podrían profundizarse y, con el respaldo de la Federación de Sindicatos Bonaerenses, se anunciaría un paro a nivel provincial.
Una de las movilizaciones que los municipales hicieron en el año. Foto archivo.
El conflicto
La conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo de la provincia, venció el lunes pasado. El martes, los empleados iniciaron una retención de tareas. La nota distintiva de la jornada fueron las pintadas que aparecieron contra el intendente. “Sin paritarias no hay temporada”, “A todo o nada” o “mentiroso” fueron algunas de las inscripciones que aparecieron en paredones del macrocentro. Arroyo las calificó de “intimidatorias y violentas”.
Tras fracasar la negociación del miércoles, el jueves hubo un paro total y desde el viernes rige la retención de tareas.
El Sindicato denunció al Ejecutivo Municipal por “conductas intimidatorias”, luego de la decisión del intendente Carlos Arroyo de ordenar a funcionarios “tomar lista de los trabajadores” que se adhirieron al paro.
Después, el gremio intimó al intendente Carlos Arroyo a que en el plazo de tres días, haga efectiva la liquidación y el pago de las bonificaciones docentes que fuera “arbitraria e ilegítimamente” suspendida por decreto.