Leandro Ramella y su cautela ante la gran actualidad de Peñarol. Una cierta evolución defensiva, un cambio en la formación inicial, el compromiso de todos y, especialmente, un "click" mental, son las claves para este momento de Peñarol, según se entrenador.
Por Marcelo Solari
La muy buena victoria de Peñarol ante el líder Quimsa, para coronar un cierre de año fabuloso, fue el punto de partida para una especie de resumen o mini balance de la temporada con Leandro Ramella, el entrenador del “milrayitas”. Los cinco triunfos consecutivos entusiasman por demás a su gente, aunque el coach -y lo bien que hace- se mostró mesurado en su optimismo de cara al futuro.
-Si bien no termina ninguna fase, el cierre del año merece una especie de balance ¿El saldo es positivo?
-Sí, tal vez es positivo por los últimos juegos. A mi entender, lo que estaba pasando era que el equipo no tenía una buena imagen jugando como local. No era malo, pero era muy discontinuo. Teníamos primeros tiempos buenos y segundos tiempos malos, o al revés. Ese contexto, sumado a las derrotas, nos llevaba a no ser lo que nosotros queríamos. Por contrapartida, habíamos salido como visitantes y habíamos jugado de igual a igual contra equipos muy superiores, como Instituto y Riachuelo. Y la habíamos ganado a Atenas, por ejemplo. Afuera estábamos mejor que adentro. No me gustaba eso. Los jugadores no merecían mostrarse así ante su gente. Por suerte pudimos hacer un “click” mental y cambió.
En la presente campaña en la Liga Nacional, Peñarol acumula 5 triunfos en fila, lo que le permitió trepar al quinto lugar compartido en la tabla de posiciones. Su récord es de 8 éxitos y 5 traspiés, con 61,5% de eficacia.
-¿Notaste una evolución defensiva, un aspecto en el que el equipo tal vez estaba en deuda?
-Sí. Me parece que los perimetrales empezaron a defender sabiendo que, a veces, la carga defensiva pasa más por algún jugador que por otro. Como nosotros no tenemos grandes jugadores defensivos, sobre todo entre los internos, los perimetrales se empezaron a hacer cargo de esa situación. Y fue importante cambiar la formación del equipo. Ya no podíamos jugador con dos “cuatros”. Necesitábamos jugar con un “cinco”. En ese sentido, Phillip (Lockett) fue uno de los que hizo muchísimas cosas para que el equipo esté donde está.
-Es evidente que Peñarol tiene mucho gol, pero ¿te sorprende que sin sus dos mejores anotadores disponibles (Federico Marín y Al Thornton), el equipo igualmente llega a 88/90 puntos?
-A veces es relativo eso. Quimsa es un equipo que juega poco “seteado”. Llega y juega a partir de una ventaja, y es uno de los que mejor lo hace, y por algo está puntero. Al generar muchas posesiones, automáticamente se sube el goleo. La cantidad de posesiones es directamente proporcional a los puntos que se convierten. De todas maneras también creo que fue un partido trabado defensivamente. A nosotros nos costó anotar. En los últimos 5 minutos del segundo cuarto, y en algún lapso del tercero y del cuarto, también. Esas carencias, me parece, las sostuvimos con defensa.
-Resulta obvio resaltar un triunfo semejante y con las limitaciones de personal que tenían. ¿Te hubiese cambiado el análisis si el resultado era adverso?
-La verdad es que no. Podíamos haber perdido, porque se definió en el cierre y se nos dio a nosotros. Podía haber sido al revés. Lo importante es que jugamos de igual a igual a uno de los candidatos al título, después de la carga de partidos que traemos y con el personal reducido que tenemos. Después puede pasar que vayamos a Santiago del Estero y perdamos por 30 puntos. Pero esta vez, los jugadores -otra vez-, hicieron todo y más para intentar ganar el juego. Y se les dio. El sacrificio y el esfuerzo extras, por la cantidad de minutos que sumó cada uno, todo, lo hicieron los jugadores. Se lo merecían.
-Algún mérito tendrá el entrenador…
-Yo lo dije anteriormente en alguna ocasión. El equipo estaba bien, entrenaba bien. También se los dije a los jugadores. En la semana veníamos de perder y el clima era bueno. Hay equipos en los que a la mala racha se le suman entrenamientos con malas caras. Pasa. Pero acá no. Los jugadores estaban bien, el grupo también. Entrenan bárbaro, tienen predisposición, me siguen. No se entendía el porqué. Estaba un poco amargado porque me parece que merecíamos estar un poquito mejor. No sé si tanto, tal vez esto es demasiado.
Ramella ha dirigido 42 partidos a Peñarol, con 22 triunfos y 20 derrotas, con una efectividad del 52,4%. Se incluyen los partidos de la temporada 2020/21 (registro de 9-11), y el Súper 20 2021/22 (5-4) y lo que se lleva disputada de la Liga Nacional 2021/22 (8-5).
-La Liga normalmente te pone en el lugar que te corresponde. ¿Este es el lugar que tiene que tener Peñarol?
-Yo veo muy difícil poder sostenerlo. Cinco victorias consecutivas no es una marca sencilla de obtener, menos en esta Liga. Después de 20 o 22 partidos se a acomodar todo un poco más, aunque no debemos perder de vista que nuestro objetivo es pelear hasta el último día para entrar en play-offs. Eso es lo que nos propusimos. Y no va a ser fácil. Las listas de buena fe de los equipos así lo indican. Va a ser difícil, pero nos planteamos esa meta porque Peñarol hace mucho que no juega una postemporada.