Referente de Madres de Plaza de Mayo, criticó al papa Francisco, de quien dijo que "nunca hizo una homilía por los desaparecidos, por los presos políticos".
BUENOS AIRES.- La referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas descalificó este martes los gestos de la Conferencia Episcopal encaminados a reconciliar a familiares de desaparecidos y militares, y al acusar a la Iglesia argentina de haber sido “partícipe del terrorismo de Estado”, exigió “basta de hipocresías y de patrañas”.
Al renovar sus reclamos para que “de una vez por todas” se abran los archivos de la dictadura, Cortiñas extendió sus críticas al Papa Francisco, de quien dijo que “nunca hizo una homilía por los desaparecidos, por los presos políticos”, ni se lo escuchó “pedir que pararan ese horror que vivíamos” en los oscuros años de la dictadura.
En declaraciones a radio Con Vos, la dirigente acusó a los integrantes de la Iglesia Católica argentina de haber “participado del horror” de la represión ilegal y aseveró: “Estamos cansadas de tanto caminar, 40 años cumplimos, ¿y este es el regalo que nos da el Papa, en vez de abrir de una vez por todas esos archivos?”.
En la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal que se desarrollará hasta el sábado en la localidad bonaerense de Pilar, los obispos escucharán testimonios de familiares de desaparecidos y militares en la búsqueda de la reconciliación de los argentinos.
Consultada al respecto, Cortiñas consideró que esa actitud de los prelados, más que estar dirigida a sanear heridas, “es una hipocresía más; es querer tener figuración en el mundo, pero con mentiras”.
“Es hora de que se dejen de patrañas, de hipocresías; basta de hipocresías de esta Iglesia Católica Argentina”, repudió.
Luego de que el 30 de abril pasado las Madres de Plaza de Mayo conmemoraran los 40 años de la primera marcha en reclamo de la aparición con vida de los desaparecidos, Cortiñas insistió en exigir a los obispos la apertura “en serio” de los archivos de la dictadura.
“Hace muy pocos meses anunciaron que iban a abrir los archivos; los archivos que ellos mostraron, los pocos, no sé cuántos, eran las mismas cartas que nosotros llevamos al Episcopado y al Vaticano pidiendo que se ocuparan de averiguar qué había pasado con nuestros hijos y nuestras hijas”, denunció.
La dirigente de derechos humanos insistió en apuntar contra los obispos: “La Iglesia fue, no cómplice, fue partícipe de lo que fue el terrorismo de Estado”.
“La Iglesia se ocupó de hacer un puente, con una congregación de monjas, para la entrega de los bebés de las mamás cautivas, embarazadas, que daban a luz; ellos se ocupaban de hacer puente para entregar esos bebés a familias de militares de policías, de empresarios y ellos tienen esos archivos; es hora de que los abran en serio, que no sean más hipócritas”, disparó.
Cortiñas abundó contra los representantes de la Iglesia en tiempos de la represión ilegal: “Ellos entraban en los campos de concentración y palmeaban a la gente sangrante, torturada, diciéndoles que hablaran, si no, seguía la tortura”.
“Ellos acompañaron a los militares y civiles que participaron del terrorismo de Estado en los vuelos de la muerte, donde tiraban a nuestros hijos, a nuestras hijas adormecidos, torturados, al mar o al río”, añadió.
La dirigente continuó: “Ellos participaron del horror y ellos saben la verdad. Qué digan la verdad -conminó-, que colaboren en la verdad que estamos pidiendo. Y que ayuden para que se apuren los juicios y que no quede ningún genocida impune”.
En sus cuestionamientos, Cortiñas reprochó a la Iglesia no haber hecho jamás una autocrítica: “Nunca pidió perdón, ni dijo ‘nosotros fuimos partícipes de ese terrorismo de Estado'”, se lamentó.