La historia de las últimas horas de Claudia Repetto en contacto con sus conocidos puede ser la clave para avanzar en la investigación. La mujer está desaparecida desde la tarde del domingo, al igual que su ex pareja Ricardo Rodríguez.
“No vengas, estoy cansada, no voy a salir” fue el mensaje que recibió un amigo de Claudia Repetto en la noche del domingo y de esa manera el encuentro organizado con anticipación se cancelaba. Claudia usaba más la opción de audio en Whatsapp, por eso al amigo le sorprendió no solo eso, sino lo tajante de la sentencia. Ahora, con su desaparición y la de su ex pareja que alarman a las autoridades policiales, ese mensaje es una clave que podría explicar muchas cosas.
Claudia Repetto es una buena persona. Lo dicen sus nueras y sus vecinos. También sus cuatro hijos, quienes en las últimas horas impulsaron la búsqueda que moviliza a toda la policía de la ciudad.
La desaparición de la mujer de 53 años, vista por última vez el domingo a la tarde en su casa del barrio Termas Huinco, se volvió una noticia de índole nacional debido a que se produjo en simultáneo con varios femicidios. Y porque además de no ser hallada Claudia Repetto, los investigadores tampoco han podido dar con su último novio y actual vecino, Ricardo Alberto Rodríguez, lo cual no hace más que aumentar el temor por un nuevo posible caso de violencia de género.
La relación entre ambos duró tres años y terminó hace ocho meses, por decisión de ella. Se habían conocido cuando el hombre era inquilino de su ex suegra. Es decir, Rodríguez le alquilaba una vivienda a la madre del ex esposo y padre de los cuatro hijos de Repetto. Según cuentan los allegados a la mujer, su divorcio había sido consecuencia del desgaste y, a pesar del final del vínculo marital, la relación con aquél era buena y cercana. Por ese motivo, el inicio de la nueva relación con Rodríguez fue naturalizado por sus seres queridos.
El primer signo de que la desaparición de Claudia Repetto puede haber sido forzada es que ella jamás faltaba a trabajar. Eso también lo dicen sus hijos, sus vecinos, sus amigos y los propios empleadores, dueños de los hoteles Europa y Compostela, donde la mujer realizaba tareas de limpieza.
Pero el dato que realmente preocupó a sus seres queridos y a los investigadores es que la última persona que vio a Claudia Repetto fue un compañero suyo de un grupo de folclore en el que bailaba. El domingo al mediodía, varios de los integrantes de ese conjunto habían ido a comer un asado a una quinta y al momento de emprender el regreso, la mujer lo hizo en compañía de Fabián, un hombre que le gustaba y con el que, de acuerdo a los testimonios que figuran en la causa, iba a salir esa misma noche.
La reconstrucción de las horas previas a que Repetto desapareciera indica que cerca de las 19 llegó a su casa en el auto de Fabián, quien les había hecho a ella y a otra compañera el favor de traerlas de vuelta tras el asado. En ese momento, el hombre acordó con la mujer que iba a pasarla a buscar nuevamente a las 21.
En un lapso de esas dos horas, Claudia Repetto le envió a una amiga suya varios audios de Whatsapp -generalmente se comunicaba de esa forma y no era habitual que enviara mensajes escritos a sus contactos- en los que le manifestaba su gran expectativa por la salida. “Iban a ir a comer una pizza. Ella estaba contenta, nerviosa y entusiasmada y le contaba que no sabía qué se iba a poner, y que era la primera vez que salían”, cuenta el jardinero Daniel González, quien tiene 35 años y es el mayor de los hijos de la mujer.
Esos audios, que fueron aportados por la amiga de Repetto a la investigación, son absolutamente diferentes al que recibió Fabián a las 21 del domingo, cuando se disponía a emprender su cita: “No vengas, estoy cansada, no voy a salir”, rezaba la frase. Y estaba escrita.
Este martes la policía trabajaba en la casa de Repetto y Rodríguez.
Persona “tóxica”
Mientras aguardan novedades en la puerta de la casa de Repetto, junto a un numeroso grupo de familiares y amigos, una de sus nueras confiesa que en varias oportunidades la mujer le comentó que Rodríguez es una persona “tóxica”, que solía acosarla y no aceptaba un no como respuesta. Si bien aclara que jamás le reveló agresiones físicas, la joven hace hincapié en que el hombre intentaba siempre manipularla y que se sospecha que recientemente le había roto un caño que trasladaba gas hacia su casa, con el objetivo de amedrentarla.
“Nosotros lo conocíamos al tipo, ha venido a comer a casa y hermos estado con ellos dos acá también. Lo que no sabíamos es nada de todo esto”, lamenta González, mientras su cuñada, la joven nuera de Repetto, explica que era la propia mujer la que les pedía que no le contaran nada a sus hijos porque pensaba que podían agredirlo, y no quería problemas.
“Ella siempre con tal de no pelear decía que sí. Tiene un carácter muy tranquilo, pero terminó la relación porque no quería saber más nada con él”, añaden ambos.
Otro detalle que supieron hace poco tiempo los familiares de Repetto sobre la vida de Rodríguez es que el hombre tiene 12 hijos y que a su ex pareja la había acosado y golpeado en el pasado. Inclusive, hasta había llegado a prender fuego el auto del nuevo novio de ella.
Los detalles que dan
lugar a las sospechas
Los vecinos de Don Orione 1569 dicen que Rodríguez vio cómo Claudia Repetto bajó del vehículo de Fabián, su compañero de folclore, el domingo a la tarde, después del asado. Incluso manifestaron que en ese momento tomó su moto y persiguió el rodado, una vez que la mujer entró al pasillo de la propiedad donde se ubican las viviendas de ambos. El hombre, en cambio, declaró no haberlo visto ni notado semejante irregularidad.
Pero hay otro dato que mantiene en vilo a todos: el mismo domingo Rodríguez le pidió a otro habitante de la zona que le prestara una pala para cortar el pasto y hacer un pozo. Y esa herramienta tampoco fue hallada por la policía.
El mencionado detalle se suma a que Rodríguez fue visto por última vez por su hijo a las 3 de la madrugada del lunes, cuando regresó a la vivienda con su motocicleta y le ofreció vendérsela por 15 mil pesos. Luego, por la mañana, le mandó un mensaje de Whatsapp diciéndole que le había dejado la tarjeta verde del vehículo en un sector de la Reserva del Puerto, y sobre las 9 se registró la última conexión a la red de su teléfono celular, que desde entonces permanece apagado al igual que el de Repetto.