El referente de la CTEP también asegura que Cristina Fernández será candidata.
El líder del Frente Patria Grande y referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, afirmó que “no participaría de un gobierno revanchista”, dijo que los pobres marchan porque tienen que “parar la olla” y no duda de una candidatura presidencial de Cristina Kirchner para las elecciones de octubre.
En una entrevista con Télam, el dirigente social -que esta semana se reunió junto a Adolfo Pérez Esquivel con la ex presidenta-, repasó los temas de la coyuntura sociopolítica y evaluó los pasos que seguirá el Frente Patria Grande de cara a la campaña electoral que se avecina.
-¿Va a ser candidato para las elecciones de octubre?
-No, quiero mandar un mensaje a la militancia joven de que se puede hacer política sin ocupar cargos. Queremos que en la representación política haya hombres y mujeres que vengan de los movimientos sociales. Si hay un 30% de pobreza, proporcionalmente tendría que haber el mismo porcentaje de pobres en las listas, que vengan de villas, cooperativas, que expresen su propia cultura. Le haría muy bien a la democracia escuchar a ese 30% excluido de la política. Mi contribución es darle poder político a ese sector.
-¿Qué papel jugará el Frente Patria Grande durante la campaña?
-El primer objetivo fue enfrentar cualquier tipo de maniobra proscriptiva contra Cristina y no permitir que en Argentina se repita el ejemplo de Brasil. Un poco se debilitó ahora esa hipótesis, pero está el hecho de extorsionarla, incluso a través de su hija Florencia. También queremos ser parte de la campaña instalando algunos temas de agenda. Y en caso de ganar, instalar un espacio de participación social de lucha contra la corrupción y de control efectivo del desarrollo patrimonial de los funcionarios. La lucha contra la corrupción es un tema fundamental para mí, pero no con el dedito acusador sino con instituciones transparentes y participación popular que rompa la cultura del secreto.
-¿Cree que finalmente Cristina Kirchner será candidata?
-Mi pronóstico es que habrá un balotaje entre (Mauricio) Macri y Cristina. La alternativa frente a este modelo será un espacio lo más amplio posible que lo va a liderar Cristina, con algunos de los que estuvieron con ella y algunos que nunca estuvimos con ella, como yo, con ideas nuevas, sin los corruptos y con una decisión muy firme de garantizar desde el primer día de un nuevo gobierno que no haya crecimiento patrimonial de ningún funcionario.
-¿Cómo observa una eventual candidatura de Roberto Lavagna para romper la polarización entre Macri y Cristina Kirchner?
-Es una expresión de deseo, pero la polarización está instalada y no se va a poder deconstruir en lo que queda hasta las elecciones. Hay un antagonismo real entre un núcleo de ideas duro de un lado y de otro. Son proyectos de país antagónicos. Lo que sí sería bueno romper es el odio, la enemistad, el revanchismo en cualquiera de los sectores. En ese marco, no participaría de un gobierno donde haya persecución revanchista porque no es compatible con la democracia. Hay un núcleo duro en el kirchnerismo que quiere aplicar un ‘ministerio de la venganza’ si vuelve al poder, pero lo vamos a derrotar. No tiene que haber ninguna venganza.
-Desde su trabajo con los sectores más empobrecidos, ¿cómo ve la actual situación social?
-Estamos mucho peor que en el 2015. El 90 por ciento de la sociedad está peor. La pobreza creciente de los pobres y el empobrecimiento de los sectores medios no se explica solo por la devaluación del peso y la presión del dólar sino por una decisión de política económica del gobierno promonopólica, para beneficiar a sectores como las empresas energéticas, petroleras, los bancos y el campo rico. Por eso presentamos un proyecto de ley de góndolas frente a un supermercadismo ultra concentrado y desregulado. Precios cuidados se convirtió en un programa inexistente.
-¿Cómo se viene desarrollando la relación y el diálogo entre los movimientos sociales y el Gobierno?
-Macri le exigió a sus funcionarios tener una actitud confrontativa y represiva con los movimientos sociales, ya que el populismo de derecha funciona creando un enemigo interno. Atacarnos a nosotros ‘garpa’ políticamente y despierta el enano fascista que existe en todas las sociedades. Igual, hay un fracaso nuestro de no lograr que la mayor parte de la sociedad visibilice nuestras luchas como algo justo. Hay una provocación constante y creo que en los próximos meses va a ser peor. Los pobres tienen que presionar para que les den bolilla. Nosotros nos movilizamos para parar la olla.