La Unión Regional Valencia confirmó que debido al contexto sanitario no habrá monumento fallero ni su tradicional cremá. El año pasado tampoco se realizó. Sí funciona el puesto gastronómico de Plaza Colón, donde las paellas y los deliciosos buñuelos preparados por Aída y Mariana cautivan a marplatenses y turistas hace 67 años.
En 2020, la pandemia estalló poco tiempo antes de la fecha que la Unión Regional Valenciana de Mar del Plata había previsto para realizar la tradicional cremá del monumento fallero, que por primera vez iba desarrollarse sin show de fuegos artificiales debido a la -entonces reciente- prohibición municipal de utilizar pirotecnia sonora. El Aislamiento Social Preventivo Obligatorio obligó a suspender el histórico y multitudinario evento. Este año, según confirmaron fuentes de la entidad organizadora a LA CAPITAL, tampoco habrá Falla Valenciana debido al contexto sanitario. Sin embargo, la tradición resiste.
Pese a que por segundo año no se llevará a cabo el hito que suele simbolizar el cierre de la temporada -hasta ahora tampoco hay otras actividades alternativas previstas-, la tradición valenciana se mantiene firme en el marco de la 67° Semana Fallera Valenciana Marplatense.
El puesto ubicado en Boulevard Marítimo y Las Heras abre a diario -menos los miércoles- entre las 15 y las 22.
A diario, marplatenses y turistas concurren al puesto gastronómico que la Unión Valencia abre y atiende como cada verano en la Plaza Colón. La mayoría pregunta por dos cosas: primero si se hará la cremá del monumento fallero. La respuesta, con tristeza, es negativa. Enseguida, la segunda consulta apunta a los buñuelos, una delicia con historia y sello propio, y un estallido de sabores en el paladar.
Hay “fanáticos” de estos buñuelos elaborados a base de calabaza. Hay quienes todos los veranos pasan al menos una vez a degustarlos. Esta temporada no es la excepción. El puesto ubicado en Plaza Colón, en Boulevard Marítimo y Las Heras, abre a diario -menos los miércoles- entre las 15 y las 22, respetando el protocolo sanitario. El lugar es histórico: funciona hace 67 años.
Si bien allí se ofrecen distintos platos tradicionales de la gastronomía valenciana, como la paella, los buñuelos son la estrella y tienen a un público cautivo, mientras que otros se maravillan al descubrirlos.
Aída Esther Cabrera lleva más de 30 años detrás del tradicional puesto de la Unión Regional Valenciana, casi la mitad de la historia del lugar. La técnica que emplea con sus manos es perfecta y es una de las encargadas de elaborar esta delicia.
La masa semilíquida de color amarillo oscuro pasa rápido por las manos de Aída. Le da un leve pero contundente y veloz giro para transformarla en una rosca y sumerge la preparación en abundante aceite caliente. Por momentos ni siquiera necesita mirar, pero está atenta, concentrada, de pie junto al fuego -este año con barbijo- y revisa que no se peguen.
En cuestión de segundos esa masa se convierte en un exquisito buñuelo. El toque final consiste en pasarlo a una bandeja donde se escurre, para luego bañarlo en azúcar blanca. Salen calentitos y envueltos en una servilleta. Son deliciosos.
A su lado está Mariana Luciana De Napoli, quien desde 2013 también atiende el puesto. Juntas, con otras mujeres, elaboran las masas y trabajan con dedicación durante toda la jornada. En los días de mayor venta llegan a preparar unas seis o siete mezclas diarias.
La preparación es simple. Los ingredientes son zapallo, harina, levadura y agua. El secreto, dicen, está en las proporciones, pero también en la técnica y en la receta proveniente de las raíces de Valencia. No tienen problema en compartir la receta, pero está comprobado: en casa nunca podrían salir con la misma esencia y el sabor que en el puesto de la plaza.
Buñuelos valencianos.
Se venden por unidad, pero este año la “súper promo” por docena cuesta apenas 300 pesos.
Desde la Unión Regional Valencia detallaron que “los buñuelos son aptos para veganos, ya que no contienen ningún ingrediente de origen animal ni derivados del mismo”.
El puesto, con Aída y Mariana al frente -entre otras mujeres de la comunidad valenciana-, permanecerá abierto este mes y también buena parte de marzo, como siempre. Muchos les preguntan “¿Hasta cuándo están?”, ya que en invierno el lugar está cerrado, a lo que ellas, sonrisa mediante, responden: “Hasta que la gente deje de venir a comprar”.
Aunque la pandemia frene por segundo año consecutivo la cremá del monumento fallero, la tradición sigue viva. En la Plaza Colón, cada día, contra viento y pandemia, los buñuelos valencianos son siempre el sabor de la Falla.