Se acerca el verano y, también, un aniversario más de la muerte de Santiago Vázquez, el hermano de Nicolás, quien anoche lo recordó en el programa de Andy Kusnetzoff, Podemos Hablar (PH), entre lágrimás.
“Empecé a agradecer que lo tuve conmigo 27 años”, empezó diciendo el actor, que además contó cómo había declinado la invitación en otras oportunidades por que no querer mostrarse sensibilizado al hablar de su hermano, fallecido hace dos años por miocardiopatía hipertrófica. “Estoy empezando a disfrutar otra vez a mis amigos, a mi familia, a mi mujer, Gime. Esto por lo menos me agarró con una persona que ayuda mucho a mi familia, Gime es una hija más para mis viejos”, dijo, sobre cómo había empezado a recuperarse del golpe.
También Nico contó cómo lo afecto en lo personal la fatalidad: “Quería quedarme tirado en la cama. Eso no está bien. Cuando fueron pasando los días, me di cuenta de que tenía que estar fuerte para mi familia. A él no le hubiera gustado verme así”, expresó. “Después empecé a entender que, dentro de toda la fatalidad, hay cosas que son aun peores, que escuchamos todos los días en el noticiero, gente que no se muere de esa manera. Él no sufrió, me lo dijeron”, dijo, sensibilizado.
“Después me enteré de que mi hermano tenía el corazón de un señor de 80 años, supe que él había tenido dos ataques al corazón de los que no nos dimos cuenta”, continuó, antes de que la emoción le termine ganando. “Empecé a agradecer que lo tuve conmigo 27 años. Que mis viejos lo tuvieron a él, que fue el que cambió a la familia porque era especial”, aseveró, con la voz entrecortada hasta que quebró en llanto.
“Esto era lo que no quería… Pensé que ya lo podía hablar. Yo te dije que no podía venir, no me gusta una mierda que me vean así. No quiero que crean que estoy triste. Yo lo estoy empezando a hablar, estoy empezando a ver las fotos de mi casamiento, que no las había visto, no había podido disfrutar eso”, relató, sensibilizado. “Yo dependía mucho de él, él dependía mucho de mí. Estoy aprendiendo a estar solo”, finalizó.