Con Gimena Accardi y Benjamín Rojas estrena “Una semana nada más” este sábado 1 de enero en el Teatro Radio City. La obra enciende la química entre los tres.
Equipo, familia, química. Se los ve juntos y dispuestos a batallar en una temporada nada sencilla. Gimena Accardi, Nicolás Vázquez y Benjamín Rojas ríen y festejan estar de nuevo en Mar del Plata, la ciudad en la que ella pasó largos veranos, la misma en la que vivió el abuelo de Nico, aquella en la que eligieron celebrar su boda hace un lustro en plena playa. No hay pandemia que logre borrarles la sonrisa.
Y eso es justamente lo que quieren generar entre sus fieles seguidores sobre el escenario del Teatro Radio City (San Luis 1750): contagiar risas, humor, la posibilidad de pasarla bien un rato y que “la mochila que cada uno lleva” pese menos por un momentito, tal como desea Nico para los doce meses que arrancan este sábado.
Justamente el día en que estrenarán “Una semana nada más”, una comedia francesa aggiornada a nuestro humor, escrita por Clement Michel, adaptada por Mariano Demaria (quien también dirige) y por el mismo Nico. Se trata de una “sitcom” con todos los elementos del género y con una yapa: la tremenda química de este trío de actores y actriz que ya convirtió en éxito la historia en Buenos Aires.
“Es un humor que funciona, ya está comprobado que funciona, es la cuarta temporada de esta obra y en las anteriores fue un éxito absoluto y esperamos que ahora sea lo mismo”, dice Gimena a LA CAPITAL. “Básicamente le digo a la gente: ‘vengan a mi casa, ayúdenme a destruir mi casa para que ella me deje, porque soy muy cagón’”, interviene Nico, chiste mediante.
Y Rojas adelanta cuál es el núcleo de la obra teatral: “Son dos amigos, uno convocó al otro porque no puede con la convivencia y se le ocurre decirle ‘venite a vivir a mi casa a ver si logro que ella se vaya’. Y hasta ahí voy a contar”. Su compañero agrega: “No es ni más ni menos que lo que le pasa a cualquier pareja, nadie es igual al otro en la convivencia”.
Los tres destacan la perfección con la que lograron ensamblarse para hacer de cada situación cómica un paño único. “La comedia es una construcción en conjunto”, apunta Benjamín. “Hay una música determinada para que llegue perfecto el remate y la respuesta sea inmediata”, desliza la actriz, siempre entusiasmada.
Entre chanzas grupales y bromas, Nico parece ponerse un toque más serio en la charla. Y confiesa lo que siente: “Personalmente nunca tuve tantas ganas de hacer temporada como ésta, muchas ganas de hacer reír, muchas ganas de subirme a un escenario, con mi familia”, dice en relación a su compañera de vida y a su amigo. “Y con la otra parte de mi familia, que son los que están atrás del escenario y que trabajan para que nosotros la rompamos. Llegamos con mucha ansiedad y felicidad”. Ella asiente: “Somos familia, una gran familia, está llegando la familia de Benja para poder disfrutar”.
¿Qué tan especial es volver al teatro este verano?, es la pregunta. “Después de mi casa, el escenario es donde me siento más feliz y más seguro en el mundo, es el lugar donde yo soy más feliz, se lo digo a Gime, entro y respiro otra cosa, es mi lugar”, sigue Vázquez.
“Vengo de ahí, tengo más que ver con el trabajo en equipo, con el trabajo inmediato, con lo que se genera en el momento, con la risa, con que te digan algo lindo, que te agradezcan, me gusta poder palpar eso, el vivo, algo que en la tele no lo podés ver”.
El gusto por la respuesta directa del público los lleva a rechazar otras ofertas laborales, como si supieran que el escenario es el verdadero hogar de quienes eligieron el camino de la actuación. “Es muy mágico lo que sucede, porque esta es una obra que yo había pensado para nosotros tres, pero Gime estaba haciendo otro trabajo y la hizo Flor Vigna en otra temporada. Gime pudo retomarla en el momento en que nosotros estábamos juntos con Benja, siempre el universo vuelve a juntarnos en un escenario y te aseguro que son más las veces que decimos que no (a otros trabajos) para cuidarnos, para poder trabajar juntos”. Y ahí es donde se entiende lo que pasa: la química enciende su chispa y Nico, Benja y Gime no quieren apagarla.