Lo hizo jugar mal y con justicia lo venció uno a cero en la ida. El único gol lo hizo Ezequiel Trono de cabeza. El elenco de Luis Machado controló siempre el cotejo y pudo ganar hasta por un tanto más.
Por Sebastián Arana
Nación dio el golpe. Entendió mejor el partido. Potenció sus virtudes y minimizó las del rival. Pegó de entrada y luego defendió la ventaja con astucia y hasta con comodidad. Así se impuso 1-0 a Kimberley en la semifinal de ida del torneo de primera división de la Liga Marplatense de fútbol.
Nación sorprendió totalmente a Kimberley en el primer tiempo. Lo presionó, lo corrió, lo hizo jugar incómodo. Con sus armas, con practicidad, le generó peligro. Cristian Ponce, de gran primer partido, se impuso en el sector central. La pelota fue de Faguaga y Machado. Y las zozobras al fondo rival, al menos indirectamente, las provocó Ogas.
A todos los defensores kimberleños les costó frenar los piques del potente delantero por cualquiera de los dos costados. Los rechazos “in extremis” generaron muchas pelotas paradas. En los primeros diez minutos, Nación tuvo cinco tiros de esquina a su favor.
A los 6′, tras córner de Faguaga, cabeceó Lorenzo y la pelota se desvió cuando iba hacia el arco. Ese fue el aviso. Kimberley no lo escuchó. A los 10’ Ponce ejecutó un tiro de esquina desde la derecha y Trono aprovechó el estatismo de la defensa kimberleña, saltó libre y con un cabezazo le cambió el palo a Barucco.
Era justicia. Todo el mundo, luego, esperó la reacción visitante. Pero no llegó. Complicado por la cancha y por la presión rival, sus volantes no atinaron a darse tres o cuatro pases seguidos. Los de Mariano Mignini casi no generaron chances en la primera etapa. Apenas un par de cabezazos muy débiles de Rondanina y Patricio Rodríguez, ambos a las manos de Vecchiarelli.
Nación, más calculador, se dedicó a buscar el error para volver a golpear. A punto estuvo de hacerlo en tres oportunidades. A los 22’, con una aparición vacía de Lorenzo en el segundo palo, que terminó con un remate defectuoso. Ocho minutos más tarde, Faguaga le robó el balón a Solaberrieta, escapó mano a mano y tapó Barucco.
Y en la jugada final de la etapa el arquero se complicó con un tiro libre lejano de Cristian Ponce, chocó contra su propio palo y de milagro no terminaron él y la pelota adentro del arco.
El segundo tiempo fue distinto. Nación cedió todavía más la iniciativa y contraatacó muy poco. Kimberley, con pelota y terreno a favor, no supo muy bien qué hacer con ese dominio. Casi nunca pudo dejar atrás las imprecisiones para manejar la pelota que lo marcaron desde el inicio mismo del partido. Ni los ingresos de Lucas Catalán y Elías Medina le cambiaron la cara.
Apenas si llegó Kimberley con un remate muy desviado de Rondanina desde una posición muy interesante. Fue a los 12’ del complemento. Demasiado poco para emparejar la historia.
Nación lo tuvo siempre controlado. Incluso, exigió a fondo a Barucco con un remate de media distancia de Manuel Sosa y un intento “olímpico” de Faguaga. Y tuvo una chance de oro para marcar el segundo a los 44’: un mano a mano del incansable Ogas, quien terminó definiendo mal, forzado por un gran cierre de Leguizamón. Hubiera significado llevarse a la revancha una ventaja invalorable de dos goles. Y no hubiera estado reñida con la lógica.
La síntesis
Nación 1
Vecchiarelli (5); Manuel Sosa (5), Trono (7), Sergio Lorenzo (5) y Cristian Alvarez (5); Matías Sosa (5), Cristian Ponce (8), Matías Faguaga (6) y Facundo Machado (6); Emanuel Ogas (8) y Agustín Jérez (5). DT: Luis Machado.
Kimberley 0
Gabriel Barucco (6); Fermín Iriarte (4), Esteban Erramuspe (5), Joaquín Solaberrieta (4) y Matías Leguizamón (6); Patricio Rodríguez (4), Luengo (5), Matías Barreiro (4) y Joaquín Baigorria (4); Goiburu (5) y Rondanina (5). DT: Mariano Mignini.
Gol: en el primer tiempo, 10’ Trono.
Cambios: en el segundo tiempo, 16’ Lucas Catalán por Iriarte, 17’ Juan Manuel Gilardoni por Matías Sosa, 25’ Elías Medina por Baigorria, 37’ Franco Ponce por Jérez y 40’ Joaquín Montero por Barreiro.
Cancha: Nación (regular).
Árbitro: Marcelo Sanz (4).