Arte y Espectáculos

Murió una reconocida coreógrafa marplatense, ex directora de la Escuela Municipal de Danzas

Tenía 66 años y fue pionera de la danza contemporánea en Mar del Plata. "La danza es un impulso vital, misterioso, profundo, emocionante y audaz. Todos debemos bailar, todos podemos bailar", había escrito para un acto en la peatonal marplatense.

 

A los 66 años, falleció en las últimas horas Marisa Gozzi, ex directora de la Escuela Municipal de Danzas Norma Fontenla. También fue coreógrafa, investigadora y directora de su propia compañía de danza, con la que montó gran cantidad de espectáculos en Mar del Plata. Fue, asimismo, una artista muy querida y respetada entre sus pares.

Egresada de la Escuela Municipal de Arte Dramático  y de la misma Escuela de Danzas de esta ciudad, Marisa había nacido en Mar del Plata, el 26 de febrero de 1957. Gran parte del perfeccionamiento de su técnica lo alcanzó en Francia.

 


“Los bailarines deben ser capaces de expresar con una mirada toda la soledad del mundo”

Querida y respetada por las bailarinas, Gozzi formó a varias generaciones de artistas.


 

Como docente al frente de la escuela de danza local, dirigió el Ballet de Cámara Contemporáneo de esta institución, de la que antes de ser directora fue vicedirectora. Además, dirigió la compañía de Danza Teatro que surgía de talleres que daba en la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Una de sus últimas fue obras, en el verano de 2020, fue “Pisando huellas”, una obra de danza teatro en la que trabajaron bailarinas marplatenses de distintas generaciones.

“Fue un lujo trabajar con ella. Ensayamos durante 2018 y 2019 para ese espectáculo”, la recordó este jueves la actual directora de la Escuela de Danza de Mar del Plata, Roxana Doglio, quien formó parte del elenco de “Pisando huellas”.

Además, otros espectáculos que montó fueron “Hambre”, “Las mujeres de Auschwitz”, “Rojo Punzó”, “Zapatos al cuello”, “Piedras en el camino” y otros títulos.

De vasta trayectoria, recorrió el lenguaje de la danza teatro en cada una de sus creaciones a lo largo de su carrera.

Extrovertida, divertida, Gozzi no le quitó el cuerpo a los riesgos del arte y de la docencia. En ese sentido, formó a varias generaciones de bailarinas y bailarines marplatenses, con un compromiso admirable.

En oportunidad de celebrar el día de la danza, en un acto realizado en la Peatonal San Martín en 2018, Gozzi escribió y leyó en público, en la calle: “La danza es un impulso vital, misterioso, profundo, emocionante y audaz. Los bailarines deben ser como una caja de Pandora, capaces de conmoverse con las hojas de los árboles que se mecen en el viento y crean una danza imprevista y bella, capaces de lanzarse al espacio desafiando a la gravedad, valientes intrépidos, transformándose en pájaros, capaces de bailar en silencio e inmóviles, proyectando la danza que bulle en su interior frenéticamente, capaces de bailar la vida, la muerte, el amor y la locura, capaces de domar la emoción en un solo movimiento, capaces de expresar con una mirada toda la soledad del mundo. La danza es infinita, atemporal, atraviesa todas las técnicas, todas las edades, todos los sentimientos y las sensaciones, todos debemos bailar, todos podemos bailar. Es una práctica ancestral, es nuestra forma de amar la vida, de respetar nuestro cuerpo. Baila todos los días, en cualquier lugar”.

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