El artista tenía 91 años. A lo largo de su extensa carrera trabajó con destacadas figuras de la música como Frank Sinatra, Nat King Cole y Ray Charles. Fue el arreglador y directo del mega éxito We Are The World.
Quincy Jones, el legendario productor de grandes artistas como Michael Jackson y músico destacado de la escena del jazz, murió a los 91 años en su casa de Bel Air, Los Ángeles, según informó su agente Arnold Robison.
“Con el corazón lleno, pero roto, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque esta es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”, expresó su familia a través de un comunicado difundido por el representante de Jones.
El productor y compositor Quincy Jones fue nominado en 80 ocasiones a los Premios Grammys, convirtiéndolo en la persona con más candidaturas en la historia. De esas nominaciones, ganó 27.
Jones fue la persona que estuvo detrás de grandes obras como Off The Wall (1979), Thriller (1982) y Bad (1987) de Michael Jackson, y compuso para distintas bandas sonoras premiadas para cine y televisión. Además de colaborar con iconos del jazz como Louis Armstrong, Nat King Cole, Billie Holiday, Miles Davis, Ella Fitzgerald, Ray Charles y cientos de otros artistas.
Al principio de su carrera, Jones trabajó en estrecha colaboración con Frank Sinatra y reelaboró el clásico de Sinatra Fly Me To The Moon, transformándolo de un vals a un swing.
Uno de los roles más destacados del productor fue cuando dirigió el gran ensamblamiento musical de We Are the World de 1985, la canción benéfica para la que reunió a 46 de los cantantes estadounidenses más populares de la época, entre ellos Lionel Ritchie, Michael Jackson, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Tina Turner y Cyndi Lauper.
Figura destacada en el cine y la televisión, Quincy Jones compuso la banda sonora de más de 50 películas y programas de televisión, incluidos Heat of the Night, The Color Purple y The Italian Job.
En la pantalla chica fue uno de los productores detrás del exitoso programa de televisión The Fresh Prince of Bel Air.
Jones estuvo en la Argentina en 1956. Tenía apenas 23 años y era uno de los trompetistas de la orquesta de Dizzy Gillespie. Durante esos días memorables de la gira, retratados magistralmente por Claudio Parisi en su libro Grandes del jazz internacional en Argentina (Gourmet Musical / 2019), el maestro dejó un consejo que caló hondo en los músicos locales.
Las actuaciones de Gillespie en el Teatro Casino, con dos funciones diarias, se extendieron por una semana, pero lo más interesante de todo era lo que sucedía después, durante la madrugada, cuando Gillespie y sus músicos iban al Rendez Vous, una boite muy bacana ubicada en Maipú al 800, y compartían zapadas con músicos locales de la talla de Osvaldo Fresedo, Chivo Borraro, Horacio Malvicini y Pichi Mazzei, entre otros.
Jorge López Ruiz, uno de los entrevistados por el autor del libro, recordó la vez que conoció a Quincy Jones. “Quincy no venía mucho a tocar porque nunca fue un gran trompetista ni un gran improvisador. Tocaba bien pero nada más. No le interesaba eso, a él le gustaba dirigir. Es más, había ingresado a la orquesta de Gillespie fundamentalmente porque hacía arreglos. Lo importante era como escribía”.
“Ahí fue que nos relacionamos en el boliche. La primera partitura de orquesta que tuve en mis manos en mi vida me la dio Quincy. Era de él. Y todavía la conservo. Me acuerdo de una de las cosas que Quincy nos decía y que siempre me sirvió para escribir y para dirigir: ‘Cuando uno cree que está tocando a tiempo, todavía está apurado, no hay que llevarse la música por delante, hay que dejarla fluir’. Ese es un concepto muy grosso. Diría que de los más importantes de la música”, reveló López Ruiz.