Dora María Martínez, de 83 años, falleció esta mañana. La fiscal Romina Díaz recaratuló el hecho como "homicidio agravado". El imputado, de 42 años, podría declarar en las próximas horas.
La mujer de 83 años que habría sido golpeada por un hombre que la cuidaba en un departamento céntrico murió este sábado a la mañana en el Hospital Interzonal y la causa quedó caratulada como “homicidio agravado”.
Este sábado a la mañana, los médicos del Hospital Interzonal constataron que la víctima, identificada como Dora María Martínez, que se encontraba internada tras haber sufrido severas heridas había fallecido, por lo que inmediatamente le comunicaron la situación a la fiscal Romina Díaz.
Ante esta situación, Díaz cambió la causa de “lesiones graves” a “homicidio agravado” y espera los resultados de la autopsia prevista para la tarde de este sábado, que podrían arrojar certezas en cómo fueron producidos los golpes.
Por su parte, el hombre de 42 años que la cuidaba en su departamento céntrico se encuentra detenido, está imputado por “homicidio agravado” y podría declarar en las próximas horas.
El hecho se conoció el jueves por la tarde, cuando personal de la comisaría primera fue hasta un departamento en un edificio de Corrientes al 2100 donde se encontraba una mujer, de 83 años, lastimada por “haberse caído de la escalera”, según habían denunciado.
Al llegar, los policías vieron que Dora Martínez presentaba lesiones en el rostro y que otra anciana, de 81, no estaba en condiciones de contar lo que había pasado. Médicos del SAME también fueron al departamento y trasladaron a la víctima hasta el Hospital Interzonal (HIGA).
El tercer conviviente era un hombre de 42 años con una relación algo intrincada: era el exyerno de la mujer de 81 años y no tenía vínculo con la mujer golpeada. En verdad, Dora Martínez había sido esposa de su exsuegro. Las dos mujeres -ex y viuda del mismo hombre- vivían juntas y el ahora aprehendido las cuidaba en Mar del Plata. A pesar de explicarle a los policías el supuesto accidente de Martínez y de que no era un episodio aislado lo de los golpes por caídas e incluso autoinflingidos los efectivos notaron inconsistencias en su relato. Además, observaron que tenía marcas en sus brazos y había restos de sangre en el baño de la casa, como así también en prendas de vestir que habían sido puestas para lavar.
Paralelamente, los médicos del HIGA informaron que la mujer presentaba no solo heridas recientes de haber sido golpeada, sino que también lesiones de vieja data.