El español brindará un concierto este viernes en Mar del Plata . Celebrará los diez años de su primer disco. Siempre contestatario, habla del mundo actual y de todo lo que encuentra en América latina.
Enmarcado dentro de la gira “10 años de Flores, Viento y Fuego” -el primer disco que editó-, el español Muerdo llegará a Mar del Plata para brindar un recital este viernes desde las 21 en el escenario de Vorterix Club (Diagonal Pueyrredón 3338).
Muerdo es el nombre artístico de Pascual Cantero o Paskual Kantero, depende de si se le acentúa su costado punk o no. Un halo a Manu Chao, a los trovadores españoles y a la música latinoamericana recorre su obra. Aunque Muerdo es eso y no es eso. Del mestizaje y la fusión parecen estar hechos su arte y su poesía contestataria e inteligente.
Antes de desembarcar en Mar del Plata, dialogó con LA CAPITAL sobre su amor a América Latina y sobre las causas que lo convocan en un mundo que se volvió binario y polarizado, observó.
-¿Qué música vas a presentar en el show de Mar del Plata?
-Estamos celebrando diez años desde el lanzamiento de mi primer disco, entonces es una retrospectiva por las canciones más conocidas del proyecto, es un concierto en el que la gente se lo pasa cantando de principio a fin. Y eso es maravilloso. Además, estamos de vuelta en los escenarios y en la carretera después de la pandemia que no es poco. Es una gira pore diez países, con cincuenta conciertos.
-¿Qué encontrás en América latina que no ves en España o en Europa?
-Estoy vinculado a Latinoamérica desde lo sonoro, de niño, por toda la música que escuchaban mis padres en mi casa. Ellos eran muy fanáticos del bolero, de trovadores, de Atahualpa, ahí empezó la ligazón y más tarde a partir de los viajes. Empecé a viajar por América Latina en el 2013, de mochilero y luego ya con la música y se ha ido generando un vínculo muy bonito. Yo creo que la gente, es la gente lo que más me tira de acá, esa calidez que tiene el público no la encuentras en España, nosotros trabajamos en España la mitad del año. Concretamente en Argentina hay ese matiz de hinchada que tiene el público, parece que estás viendo un concierto y es igual que si estuvieras viendo fútbol.
-En estos diez años de carrera, ¿qué aprendiste? ¿cómo evolucionó tu música?
-El proyecto se fue llenando de matices sonoros, también se sumaron cada vez más músicos al proyecto, con lo cual hubo una transición de la música de autor hacia un proyecto más mestizo, más World Music, podríamos decir. Ahí encuentro la primera evolución. Lo que tiene que ver con lo discursivo sí hay más continuidad.
-Desde lo discursivo, tu voz crítica siempre se alza en tu música. ¿Qué proceso social es el que te convoca en este momento?
-Estoy muy preocupado, atento al clima de polarización que hay en las sociedades. En América Latina, en España y en el mundo entero. Creo que estamos asistiendo a un nivel de tensión política demasiado grande, eso me preocupa, me preocupa la censura y la autocensura a la que nos vemos obligados por toda esta inmediatez que requiere las redes sociales. Toda la cultura de la cancelación a las figuras públicas es algo que me preocupa y que no me gusta, porque no nos damos el tiempo de generar una opinión sólida y contrastada. Esta falta de libertad y la politización de todo, me parece muy absurda.
-Un mundo muy binario.
-Sí, totalmente dicotómico. Las sociedades han evolucionado y en España lo hemos visto con la transición a la democracia que pudimos evolucionar gracias al centro político, al consenso al fin y al cabo. Ahora no existe ese deseo de consensuar. No piensas como yo y te cancelo, me parece terrible.
-¿Se puede hacer algo desde la música?
-La música y el arte son herramientas para cambiar el foco y poder hacer algo. Yo creo que deberíamos plantear esto abiertamente, que no queremos alimentar esta polarización. Ya el hecho de decirlo es valiente y valioso.