En su último año de gestión, el rector Francisco Morea se refirió a la cuestión presupuestaria, académica, edilicia, y la relación con el personal no docente.
El rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Francisco Morea, se mostró optimista con la suba del presupuesto 2017 previsto para la casa de altos estudios pero advirtió que la ejecución “debe ser acordada y destinada a bienes capitales”.
En el presupuesto oficial está previsto destinar el año próximo 1559 millones de pesos a la Nacional, lo que es una cifra mayor a los 1.071.028 de pesos que tuvo este año. Asimismo, en Diputados se agregó una partida de 55 millones, lo que acrecienta el número inicial.
En diálogo con LA CAPITAL, Morea adelantó que en los próximos meses de gestión trabajarán para seguir construyendo nuevos edificios. Y aseguró que el diálogo con los no docentes “siempre está abierto”, pero que “las miradas sobre un mismo tema no son siempre iguales”.
– ¿Qué balance hace de este año?
– Estamos terminando un año muy importante para la universidad por varios motivos. Por un lado desde lo institucional y lo normativo, está la puesta en plena vigencia del estatuto que reformamos hace 3 años. Desde lo académico, la incorporación de las carreras nuevas como Ciencias Políticas y el avance que hemos tenido con la aprobación de la carrera de Medicina. Y desde lo edilicio, el llamado a licitación para la construcción del edificio nuevo de Ingeniería. Creo que son distintos planos en los que hemos avanzado y mucho.
– El nuevo edificio del Intema de Avenida Colón y Sandino ya tiene gente adentro, ¿eso sería una etapa cerrada?
– Sí, ya hay gente ahí y estamos pensando en más. Por eso vamos a licitar la construcción del edificio de la Facultad de Ingeniería que en unos 40 o 50 días se abrirán los pliegos para que las empresas se presenten. Hemos priorizado también ahi la construcción de la Facultad de Ciencias Exactas y vemos la posibilidad de trasladar otros Institutos ya que en el Intema se construyeron más metros de los pensados, por lo tanto se pueden incorporar algunos otros institutos ahí en el mismo marco de la investigación y del Conicet. De esta manera vamos avanzando y concretando todo lo relacionados con el Polo Científico Tecnológico.
– Lo de Exactas, ¿cuán avanzado está?
– Sabemos que hay fondos internacionales que van a destinarse a la construcción de edificios universitarios y en ese marco está priorizado Exactas. No conocemos en qué momento del año se dará, pero que está para salir. De esta manera tendríamos en construcción las dos facultades del Centro Científico Tecnológico, más un instituto de investigación funcionando ahí.
Académico
– En los últimos años se generaron nuevas carreras, más cortas o con títulos intermedios, ¿le parece que hace falta avanzar más en este sentido?
– Yo creo que sí porque nosotros la Tecnicatura en Turismo la hemos abierto en 10 municipios, por ejemplo. Esa oferta es fundamental porque hay gente que quiere ir a la Universidad pero no necesariamente con un licenciatura de 5 años, puede hacer una carrera de pre grado y después si quiere, continuar.
– Las prácticas socio comunitarias, que son obligatorias para recibirse, todavía no se han implementado en algunas unidades académicas ¿hace falta un empujón para hacerlo?
– Yo creo sí. El viernes estuve en Buenos Aires y hay toda una movida en ese sentido muy fuerte que es el compromiso social de la universidad. Junto con eso está el sector productivo. El tema del compromiso social tiene que ver más con la formación y el perfil del ciudadano, de los estudiantes más comprometidos con el medio. Todo eso está y nosotros lo implementamos hace muchos años en algunas facultades y ya lo tenemos aprobado en el Superior. Me parece que esto hay que plasmarlo porque hace a dos cuestiones fundamentales, una es el conocimiento de la realidad que nos rodea.Y la otra es la formación de los profesionales que así tienen una mejor idea y un conocimiento de dónde van a desarrollar lo aprendido. Y, al tener el conocimiento, pueden tener un compromiso mucho más profundo y cabal con ese medio que conocen un poco más.
Personal
– Durante el año el personal no docente realizó varios reclamos que incluso desembocaron en paros. ¿Qué lectura hace usted de eso y en qué situación se está hoy?
– Nosotros tenemos una mesa de negociación y permanentemente dialogamos. A veces no entendemos algunas reacciones sobre todo cuando hay asambleas que no son muy representativas -a nuestro juicio-, ya que no tienen muchas personas y se toman decisiones muy drásticas. La gestión de la cosa pública no se puede ejercer con arbitrariedades o superar los aspectos que tienen que ver con el cumplimiento de determinadas normas, y las cosas deben pasar por determinadas oficinas y circuitos. Esto traducido quiere decir que las cosas llevan tiempo hacerlas entonces, a veces, no es que falta voluntad sino que el mismo sector que nos reclama es parte de que las cosas no salgan tan rápidamente. Otra cuestión es que nosotros tenemos un compromiso muy fuerte con el equilibrio presupuestario.
No podemos cerrar con déficit y entonces a veces nos vemos muy limitados a dar respuesta a algunas cosas en forma inmediata porque el presupuesto hay que cuidarlo. Como todo en la vida, esa es nuestra mirada del tema y otros la ven de otra manera. Lo ideal es que podamos armonizar ambas posturas y a veces no logramos que esto pase así.
– ¿Qué expectativa tienen con el presupuesto que se le asigne a la universidad?
– Espero que se vote porque a nosotros nos tocó una partida bastante interesante e importante. Aparte vendría con un refuerzo que votó la Cámara de Diputados. La verdad es que durante los últimos años nosotros estuvimos muy relegados, siempre el 30 o 40% de los refuerzos presupuestarios que nos correspondían, no los recibíamos por motivos diversos. El caso más extremo fue a fines del año pasado cuando 8 universidades se llevaron 700 millones de pesos y de ahí esperábamos mínimamente obtener unos 12 millones de pesos. Este tipo de manejo presupuestario que hubo en los últimos años hace que también ahora se intente hacer un reacomodamiento que para nosotros, es una muy buena señal que el Ministerio nos haya mandado todos los fondos que nos debía, nos haya reconocido los créditos y que este presupuesto esté mejorado con respecto a la tendencia histórica que teníamos.
– ¿Y eso en números qué implica?
– Nosotros teníamos en el presupuesto oficial 1559 millones y Diputados agregó una partida de 55 millones más. Ya la primera cifra era mayor a la de años anteriores. Lo que viene después es el tema de cómo usarlo. Yo creo que no hay que ponerlo masivamente en gastos corrientes porque estamos con muchos problemas de infraestructura. Hay que mejorar cuestiones básicas del Complejo como filtraciones, luz y del confort de todos los días o sea, empezar a realizar obras que vayan transformando en el largo plazo la universidad.
– Esta semana se realizó una movilización de grupos que integran la universidad que plantearon su preocupación por el tema presupuestario, ¿Cuál sería el mensaje para ellos?
– Nosotros tenemos que utilizar este presupuesto que ahora estamos discutiendo en comisiones del Superior, y darle una perspectiva de corto pero también de largo plazo. Aprovechar porque esto es como si uno tuviese un incremento de sueldo importante en su vida. En el caso nuestro no sabemos si va a ser permanente, por lo tanto hay que pensar en hacer gasto de capital, como puede ser construir algo el año que viene, por ejemplo.
– ¿Y cuándo se estaría aprobando el presupuesto en el Superior?
– La idea es que sea antes de fin de año, como siempre lo hacemos. Una vez que esté el número de la Ley, podremos contar con el acto administrativo y así tratarlo y aprobarlo aquí.
Investigación
– Recientemente el fiscal Marijuán pidió investigar a todas las universidades nacionales. ¿Cómo tomaron eso?
– Estuve mirando lo que plantea el fiscal y hace toda una cuestión general pero cuando particulariza, lo hace sobre los 700 millones que se llevaron las 8 universidades a fin del año pasado. Hay dos cuestiones, una es que cuando a las universidades nos dan fondos afectados o destinados para construir un edificio, por ejemplo, después del tiempo acordado hay que justificarlo. Otra cosa es cuando se amplía el presupuesto y no tiene un destino final ese dinero.Las universidades al ser autónomas, pueden destinarlo a lo que quieran. Esto no quiere decir que no se cumplan las normas de transparencia, porque eso siempre tiene que estar. A mí me da la sensación que al plantear un problema que se puede dar en alguna universidad, se generalizó a todas. Nosotros rendimos todo, tenemos auditoría, Sigen, tenemos todo para justificar los gastos, estamos tranquilos. En nuestro caso no contamos con personal que por ejemplo, trabaje en un Ministerio, ni hemos comprado cosas que se usan en otros lados, esas cosas aquí no existen. Si hay algunas universidades que hicieron estas cosas, me parece que hay que puntualizarlo. Lo que es negativo es que se ponga en la misma bolsa a todo el sistema porque evidentemente no es así.