El intendente recorrió los viveros municipales de Laguna de los Padres y destacó el trabajo que se realiza en estas dependencias donde se reproducen especies arbóreas, arbustos y flores.
En el marco del compromiso asumido para la renovación de los espacios verdes, el intendente Guillermo Montenegro estuvo presente hoy en los viveros municipales ubicados en Laguna de los Padres, dependientes del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur).
El jefe comunal dialogó con los empleados municipales responsables de las distintas tareas que conlleva la reproducción de especies arbóreas, arbustos y flores para los espacios verdes dependientes de la comuna.
“Este es un municipio muy grande que tiene todo y requiere del apoyo de todos”, manifestó Montenegro.
“Los espacios verdes llevan mucho cuidado pero se pueden destruir muy rápido. Por esto, es fundamental las tareas que se realizan en los viveros municipales con la reproducción de árboles, plantas y flores”, agregó.
El Vivero Forestal Municipal “El Tala” está ubicado en Ruta 226 km 14.5, cuenta con 9 hectáreas y fue creado en 2011 con el objetivo de abastecer a distintos espacios públicos (plazas, paseos, barrios) de ejemplares arbóreos.
Para la reproducción de árboles, se recolectan las semillas y, de acuerdo a un catálogo municipal, se siembran distintos árboles, los cuales para llegar a una media aproximada de 2 metros y ser entregados, tardan unos 4 años. En los últimos 8 años se han entregado más de 5 mil árboles.
Producción de flores y plantas
Por su parte, el Vivero Municipal de Laguna de los Padres está ubicado en un predio de 6 hectáreas sobre el ingreso principal a esta Reserva Natural el cual, a comienzo de la década del ’80, pasó de la órbita provincial a la municipal.
Su actividad principal es la reproducción de arbustos y flores de estación (dos al año). Todo lo que se produce se entrega a espacios públicos verdes dependientes de la Municipalidad.
En esta dependencia municipal se trabaja de forma manual desde las semillas y esquejes con un proceso de desarrollo de 6 a 7 meses dependiendo la especie para convertirse en planta tanto para uso exterior como interior.
En cuanto al desarrollo de flores, se trabaja en invernaderos acondicionados y supervisados para tal fin así como también en espacios a cielo abierto con grandes tablones de siembra.