El intendente superó a Raverta por cinco puntos en un escenario adverso para Juntos por el Cambio. Lo benefició el corte de boleta. En tercer lugar, lejos, quedó el candidato de la Libertad Avanza, y cuarta la representante de la izquierda.
Por Ramiro Melucci
Guillermo Montenegro volvió a hacerlo. Apalancado por el corte de boleta, superó a Fernanda Raverta y logró la reelección: gobernará Mar del Plata hasta el 10 de diciembre de 2027.
El candidato de Juntos por el Cambio obtuvo más del 41% de los votos y superó por cinco puntos a la aspirante de Encuentro Marplatense, que cosechó 36% Más atrás quedó el postulante de La Libertad Avanza, Rolando Demaio, con 19,5%. Y más lejos la representante local del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) Unidad, Rosa Mauregui, con 3,35%.
Al igual que hace cuatro años, Montenegro logró el triunfo con un escenario nacional y provincial adverso para Juntos por el Cambio. Al punto de que en Mar del Plata ganaron Sergio Massa y Axel Kicillof. El corte favorable, que puede leerse como un respaldo a la gestión, resultó determinante: sacó más de 10 puntos adicionales respecto de los que obtuvo su candidata presidencial, Patricia Bullrich, en Mar del Plata.
Como en su primer mandato, Montenegro guiará los destinos de la ciudad con Kicillof en la gobernación bonaerense. El mismo con el que tanto discutió sobre la llegada de fondos y obras para Mar del Plata.
Esta vez habrá que esperar para saber quién estará en la Casa Rosada, pero ya se sabe que el nuevo inquilino no será del mismo signo político que el del jefe comunal: será Sergio Massa (Unión por la Patria) o Javier Milei (La Libertad Avanza) porque Patricia Bullrich quedó sin chances.
A diferencia de su primer mandato –que terminará el próximo 10 de diciembre, cuando reasumirá–, en el segundo Montenegro tendrá mayoría propia en el Concejo Deliberante. Logró incorporar cinco candidatos a concejales y, desde el 10 de diciembre, contará con la mitad más uno de las bancas: 13 sobre 24. El dato le pone fin al discurso oficialista de los “palos en la rueda” destinado al kirchnerismo en el recinto legislativo. Ahora no dependerá de consensos con otras fuerzas políticas para aprobar las iniciativas del gobierno municipal.
Aseguraron su permanencia en el Concejo el presidente del bloque oficialista, Agustín Neme, y su par de la UCR, Marianela Romero. También retornará la histórica dirigente radical Vilma Baragiola, con amplia experiencia legislativa, e ingresarán Guido García, de la Coalición Cívica, y Julián Bussetti, del PRO.
En Mar del Plata se volvió a dar una constante desde el regreso de la democracia, del que se cumplen 40 años: ningún candidato peronista logra llegar a la intendencia. La historia de esa sequía, en rigor, comenzó décadas antes: ya lleva casi 70 años.
Flanqueada por su aliado, Gustavo Pulti, Raverta salió a reconocer la derrota poco antes de las 22. Empezó contando las buenas: el acompañamiento de Mar del Plata a Massa (“Logramos que Sergio vaya a la reelección”) y a Kicillof (“Ama a Mar del Plata y se vio reflejado”). Para lo último dejó la mala: la derrota propia, aun en alianza con Pulti, el tercero en discordia hace cuatro años, y sin padecer el corte de boleta. “Lo dimos todo, hicimos todo lo que había que hacer”, apuntó.
El principal bloque opositor del Concejo seguirá teniendo una importante representación, con la incorporación de al menos cuatro concejales: Horacio Taccone y Eva Ayala, de Acción Marplatense; Valeria Crespo, de origen radical, y Juan Manuel Cheppi, del Frente Renovador.
Más lejos de lo que podía suponerse y otra vez afectado por el corte de boleta (recibió 8 puntos menos de los que sacó Milei en la ciudad), el candidato de La Libertad Avanza se mostró satisfecho por la elección libertaria, afirmó que su fuerza política incorporará tres concejales (Emiliano Recalt, Cecilia Martínez y Leonardo Pi de la Serra) y felicitó a Montenegro.
Con respecto a las PASO, en las elecciones generales la participación subió de 67 a 74% y los votos en blanco bajaron de 10 a casi 8%. En ese contexto, la izquierda volvió a quedar muy lejos de su eterno objetivo de lograr al menos una banca en el Concejo.
El triunfo de Montenegro ante otro escenario nacional y provincial adverso, y con la frutilla de la mayoría propia, no exime a Montenegro de preocupaciones. No sólo por la convivencia que podrá tener con los gobiernos provincial y nacional, sino por los nubarrones que asoman en el futuro de Juntos por el Cambio luego de que Bullrich quedara sin posibilidades de llegar a la Casa Rosada. En la ciudad, Montenegro mantiene una alianza de gobierno con el radical Maximiliano Abad, cuya fortaleza volverá a ponerse a prueba.
Quizás por eso sus primeras palabras de agradecimiento estuvieron destinadas a la coalición del gobierno local, compuesta por el PRO, la UCR, la Coalición Cívica, el GEN y el Peronismo Republicano, entre otros. Y no olvidó felicitar a su socio Abad por haberse convertido en el primer senador nacional de la ciudad. También felicitó a Kicillof y a Verónica Magario por la elección de la provincia de Buenos Aires.
En ese aspecto no es menor el dato de que Mar del Plata robustecerá su representación en la Legislatura bonaerense con cinco nombres: Gustavo Pulti (UP); Diego Garciarena y Sofía Pomponio (JxC); Alejandro Carrancio y Gastón Abonjo (LLA).