El intendente Guillermo Montenegro dijo que con el nuevo DNU la única manera de volver a fase 3 es con 235 casos diarios durante 14 días. “Es realmente complejo”, admitió.
El intendente Guillermo Montenegro aseguró este viernes que los cambios del DNU presidencial “complican y confunden a la gente” en un momento en que debe primar la previsibilidad, al tiempo que afirmó que ni el trabajo en los comercios ni la presencialidad educativa generan contagios de coronavirus.
El jefe comunal realizó una conferencia de prensa después de que el gobierno provincial anunciara el retroceso de Mar del Plata a la fase 2, lo que implica el cierre de los locales gastronómicos a las 19, la imposibilidad de atender dentro de los comercios y la suspensión de la presencialidad escolar, entre otras restricciones.
Montenegro aclaró de entrada que es “una persona de diálogo” y que la Provincia, la Nación y el municipio “nunca dejaron de trabajar en conjunto”. Puso como ejemplo la construcción del hospital modular.
“Con el diálogo no hay ninguna duda. He dialogado en infinidad de oportunidades con ministros de la provincia, ministros nacionales, con el jefe de gabinete de provincia, de Nación, con el gobernador y con el presidente”, enumeró.
Recordó la conversación con Alberto Fernández de principios de mes, con la que logró que la Nación reconociera que Mar del Plata no estaba en “alarma” y consiguió que el municipio mantuviera la fase 3. “Fue muy importante”, comentó.
Pero enseguida criticó el “cambio de los parámetros objetivos” que estableció el último decreto presidencial sobre las restricciones. El anterior establecía que una ciudad con más de 300 mil habitantes debía tener más de 500 casos acumulados cada 100 mil habitantes y una ocupación de camas de terapia intensiva superior al 80% para estar en “alarma”. El de la semana pasada señaló que con una sola de esas condiciones bastaba. Por eso Mar del Plata, que tiene una ocupación de camas menor pero una incidencia por encima del límite, retrocedió.
“Este cambio genera que nuestra ciudad esté en fase 2 y complique mucho a muchos marplatenses, sobre todo su trabajo. Realmente fue una modificación que afecta a nuestra ciudad”, aseveró.
Montenegro detalló que el distrito necesitará un promedio de 235 contagios diarios durante 14 días para ascender a fase 3. “Hoy lo veo imposible”, admitió. “Tenemos que tener sumamente presente lo que significa para nuestra ciudad, que ha llegado a tener el mayor índice de desocupación de la historia, con 26%, y cómo eso afecta en lo personal a cada uno”, acotó.
Sostuvo que los gobiernos deben ser “cuidadosos” al explicarle a la gente sobre “cómo seguir”, y dio a entender que en este caso faltó “previsibilidad”.
Puntualizó además que “cuando uno va a comprar o a trabajar en un comercio nadie se quiere contagiar y todos se cuidan”. Afirmó que es necesario seguir “conviviendo” de esa manera con la pandemia “hasta que llegue la situación definitiva, que tiene que ver con la vacunación”.
En ese punto, subrayó “en estos días de confinamiento era clave aumentar la cantidad de vacunación y acelerarla todo lo más posible”, pero marcó que esta semana hubo un promedio de “700 vacunados por día” en Mar del Plata, por lo que volvió a poner a disposición los centros de salud municipales y una posible “articulación con privados” para incrementar la capacidad del plan de inmunización.
También defendió la presencialidad escolar. Dijo que en el nivel inicial 9 de cada mil chicos se contagiaban en marzo y que con el inicio de clases apenas aumentó a “10 cada mil”. Y que, en el sistema municipal, de 1356 burbujas había aisladas 59, en algunos casos ni siquiera por casos positivos, sino por contactos estrechos.
“Es importante la presencialidad por el aprendizaje de los chicos y su condición emocional, por los maestros, la comunidad educativa, los padres, los que van a laburar y necesitan que los chicos estén en las escuelas”, indicó. Y concluyó que “no hubo una variación” en los contagios “para tomar una determinación como la que se está tomando”.
En cuanto a los controles municipales, aclaró que harán foco en la clandestinidad, que es donde “no hay ningún protocolo” y existe “la mayor posibilidad de contagios”.