La Ciudad

Misa en honor a la patrona Santa Cecilia en la Catedral

La presidió el obispo Monseñor Gabriel Mestre y contó con la participación del intendente Guillermo Montenegro.

El intendente Guillermo Montenegro participó este domingo de la misa en conmemoración de Santa Cecilia, patrona de Mar del Plata, de los músicos y de la diócesis local.

La ceremonia religiosa, con estricto cumplimiento de los protocolos de sanidad, se realizó en la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia y fue presidida por el obispo Monseñor Gabriel Mestre, quien en la homilía señaló: “hoy nos saludamos todos como hijos de esta ciudad”.

El padre Mestre presidió la misa por Santa Cecilia, patrona de la diócesis, la ciudad y los músicos, y en homenaje al templo mayor: la Catedral de los Santos Pedro, Pablo y Cecilia. La catedral de Mar del Plata fue declarada “Patrimonio Histórico Nacional”, se inauguró el 12 de febrero de 1905 y fue puesta bajo la advocación de Santa Cecilia.

“Hoy nos saludamos todos como hijos de esta ciudad”, dijo el Obispo y pidió a la patrona Santa Cecilia por el bien de Mar del Plata. También agradeció al intendente su presencia en la ceremonia y saludó a los músicos en su día y, de modo especial, al párroco de Catedral, Padre Ariel y la comunidad por el trabajo que realizan en la basílica.

Luego, en su homilía sostuvo que “el tema de este momento de la patria es la defensa de la vida. Por eso decimos: ‘la vida, siempre la vida’. Este tema no se negocia. Tenemos que defender las dos vidas, con pasión y respeto pero de manera pacífica. Celebramos también a Jesucristo Rey del universo, sabiendo que nuestra vida comienza y termina en Cristo”.

En referencia al Evangelio del día, formuló los tres puntos: reino, pequeños, examen.

“¿Quién reina en nuestro corazón? El reino de la vida está solamente en manos de Dios, el Rey del universo.

Los más pequeños de la familia y ciudad y de patria deben ser cuidados y protegidos, no por una cuestión ideológica, sino porque Cristo se identifica con los pobres, los marginados, la mujer sufriente, el más desprotegido, el que tiene hambre. Pero Cristo tiene una preferencia por los más pequeños, los niños. Por eso hay que protegerlos.

Examen. Seremos examinados en el amor en el atardecer de la vida, dice la palabra. Este es el examen definitivo, el más importante en la puerta del cielo. ¿Qué vamos a responder en el examen final? ¿Fuimos capaces de amar? Solo con Cristo Rey en el corazón podremos aprobar el examen final del cielo”, finalizó el Obispo Mestre.

Junto al Obispo, celebraron el Obispo Auxiliar Monseñor Darío Quintana, el párroco de Catedral Presbítero Ariel Sueiro y todos los sacerdotes de la Iglesia Catedral.

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