Los números dejaron análisis ambiguos en diferentes servicios para un ciclo estival que tuvo el condicionante económico y climático.
IRAMAR (Corresponsalía).- No será recordada como la mejor temporada estival de los últimos años, al contrario, aunque pese a los condicionantes climáticos pero sobre todo económicos que afectaron diversos rubros turísticos por una menor con concurrencia, Miramar continúa manteniendo ese público familiar que lo caracteriza históricamente.
“Fue un ciclo estival atípico con condicionantes externos pero esto reforzó la imagen de nuestro destino que estuvo mejor que otras localidades de la costa atlántica en un contexto global desfavorable”, indicó a LA CAPITAL, el director de Promoción Turística municipal, Carlos Pagliardini.
Asimismo, el funcionario reflejó que, “la modalidad de las vacaciones van cambiando, las estadías se reducen y la gente reparte más sus vacaciones durante el año ya que no todo el mundo puede tomarse 15 días corridos”.
Esto determinó, ayudado con un mejor clima y tarifas más económicas en los diferentes servicios, que febrero haya dejado un saldo quizá más provechoso que el primer mes del año.
“Dentro del verano también se vienen imponiendo los fines de semana largos, el carnaval fue un fiel reflejo de eso ya que la ciudad prácticamente tuvo completa su capacidad hotelera en esa fecha”, destacó Pagliardini.
De todas maneras, en el contexto general hay cuestiones puntuales en donde esta localidad balnearia debe mejorar, especialmente en la accesibilidad para personas discapacitadas, no sólo a las playas sino también a baños públicos que los debe haber en mayor cantidad sobre todo por la zona de la costanera.
“Tenemos que ver la realidad y apuntar a mejorar la oferta en conjunto para que la gente se sienta a gusto y nos siga eligiendo también por la tranquilidad y las actividades al aire libre que se pueden realizar en contacto con la naturaleza. También debemos puntualizar temas con los empresarios privados para que la calidad de ciertos servicios sea acorde a las tarifas impuestas”, cerró Pagliardini.