Luego de jugar el Mundial de Francia y marcar un gol la marplatense regresó a su ciudad, donde tuvo una cálida bienvenida.
Por Leonardo Rodríguez
Mar del Plata le dio la bienvenida a Milagros Menéndez. Merecidísima por cierto. Es que “Mili” acaba de jugar el Mundial de fútbol femenino en Francia, representando los colores argentinos pero también poniendo bien en alto la bandera de su ciudad.
Por eso desde las cinco de la tarde la gente comenzó a acercarse a la zona de Constitución y la Autovía 2. Familiares, amigos, gente de Urquiza y del karting se sumaron a la fiesta.
La abuela Mariana, la mamá Sandra, el resto de la familia (no todos porque una parte pudo ir a Francia), Marcelo “Chueco” Acosta, su primer técnico y quien la llevó a Urquiza, fueron los primeros en abrazar y emocionarse con Milagros, que luego siguió la recorrida en el camión autobomba de los bomberos hasta la Municipalidad.
Un momento imborrable y único para la jugadora de la UAI Urquiza que nunca soltó la camiseta de la Selección Argentina en el medio de las fotos, las muestras de cariño y las notas con la prensa, esa misma camiseta con la cual se dio el lujo de convertirle un gol a Escocia.
“Nunca me imaginé este recibimiento. Allá no es todo tan fácil porque hay muchas presiones y necesitaba estar con mis afectos. Logramos tener buenos resultados aunque no pudimos lograr el objetivo de pasar de fase. Pero fue una experiencia única”, le dijo Menéndez a LA CAPITAL en medio del recibimiento.
Las redes sociales en este Mundial jugaron un papel importante sobre todo por el ida y vuelta que se generó con la gente: “El apoyo era inmenso y no lo podíamos creer. Un montón de mensajes recibimos todos los días y hasta me sorprendió la cantidad de gente que nos fue a esperar al aeropuerto”.
Por último dejó un mensaje para todas esas chicas que juegan hoy al fútbol en la ciudad: “Nunca hay que bajar los brazos. Yo jugaba en las canchas de barro de Urquiza y un día me vieron en un amistoso y con el paso de los años terminé haciendo un gol en la cancha del PSG. Este Mundial fue un antes y un después para el fútbol femenino así que nunca dejen de soñar”.