El aislamiento social, preventivo y obligatorio modificó los hábitos de muchas personas, lo cual, en algunos casos, puede causar migrañas más frecuentes e incluso agravar los síntomas.
La migraña puede causar un dolor pulsátil intenso o una sensación de latido en la cabeza, generalmente de un solo lado. A menudo suele estar acompañada de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido, interfiriendo en las actividades diarias de las personas.
“Las migrañas, por lo general, comienzan en la infancia, la adolescencia o en la edad adulta temprana. Si no se trata, una migraña puede durar de cuatro a 72 horas”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC. “La frecuencia con la que se producen los episodios varía de una persona a otra, es decir, pueden ser poco frecuentes o aparecer varias veces al mes”, agrega la profesional.
¿Cuáles son las causas?
Si bien las causas de la migraña no se encuentran del todo definidas, la genética y los factores ambientales juegan un papel fundamental. Según la Dra. El Haj, entre los factores que pueden desencadenar una migraña se encuentran: los cambios hormonales en las mujeres, el consumo de bebidas alcohólicas o con demasiada cafeína, el estrés, los estímulos sensoriales bruscos, los cambios en el sueño, el esfuerzo físico intenso, los cambios climáticos y ciertos alimentos o medicamentos.
Siguiendo a la profesional, también existen algunos factores que pueden predisponer a esta patología, tales como antecedentes médicos, la edad y el sexo- las mujeres tienen tres veces más probabilidades de padecer migrañas que los hombres-.
¿Cómo saber si voy a tener migraña?
Según la Dra. El Haj, las migrañas pueden pasar por las siguientes etapas: pródromo, aura, ataque y postdromo. Pero no necesariamente todas las personas pasan por estas cuatro fases.
“Uno o dos días antes, algunas personas pueden notar cambios sutiles que advierten la llegada de una migraña, como, por ejemplo, estreñimiento, cambios en el estado de ánimo -que puede ir desde la depresión hasta la euforia-, antojos de comida, rigidez en el cuello, aumento de la sed y de la micción y bostezos frecuentes a esta etapa se la define como pródromo”, explica la Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
En este sentido, algunas personas también pueden experimentar un síntoma de advertencia conocido como aura, que ocurre antes o durante el dolor de cabeza. Un aura es un síntoma reversible del sistema nervioso que puede incluir alteraciones visuales, como destellos de luz, puntos ciegos o pérdida momentánea de la visión, hormigueo en un lado de la cara, brazo o pierna, dificultades para hablar, sacudidas y otros movimientos incontrolables.
“Las personas que presenten síntomas, tales como dolor de cabeza abrupto e intenso, fiebre, rigidez en el cuello, confusión mental, convulsiones, visión doble, debilidad, entumecimiento o dificultad para hablar, dolor de cabeza crónico- que empeora después de toser, hacer un esfuerzo o movimiento repentino- o un dolor de cabeza nuevo después de los 50 años, deben consultar al médico inmediatamente, ya que podrían indicar un problema médico más grave”, remarca El Haj.
Diagnóstico y tratamiento
De acuerdo con la profesional, si una persona padece de migrañas o tiene antecedentes familiares vinculados a esta patología, un médico especialista podrá hacer un diagnóstico oportuno, basándose en antecedentes médicos, síntomas y un examen físico y neurológico, para luego poder indicar el tratamiento adecuado que puede comprender la ingesta de analgésicos para aliviar los síntomas, medicamentos preventivos y/o cambios en el estilo de vida.
“Mantener hábitos saludables, como respetar las horas recomendadas de sueño, sostener una buena alimentación e hidratación y hacer actividad física de forma regular, puede ayudar a disminuir los cuadros o, por lo menos, no agravarlos”, concluye El Haj.