Leonardo Alvarado y su relato de un gol histórico.
Fueron muchos los héroes del ascenso. Sin embargo, el nombre propio del día más glorioso en la historia deportiva de Círculo Deportivo fue impensado. No fue Del Curto, no fue el goleador Astiz, no fue el desequilibrante “Turbo” Vértiz. Leonardo Alvarado, llegado a Círculo Deportivo antes del torneo, habitual relevo, ingresó cuatro minutos para definir una réplica magistralmente manejada por Enzo Vértiz y marcar el gol del ascenso, el más importante de la campaña.
“No entiendo cómo corrí tan rápido, creo que me impulsaron algunas cosas extradeportivas que estoy viviendo, que me dan fuerzas. Mi mamá está en Buenos Aires, internada en terapia intensiva desde el viernes. Ella lucha por vivir allá y yo vine a luchar por mis sueños a Río Gallegos. Es así”, le dijo anoche el propio Alvarado a LA CAPITAL, luego de la cena del festejo y antes de abordar el avión de regreso.
Alvarado intuía que el de ayer no iba a ser un partido más para él. “Te juro que sabía que iba a entrar a la cancha y hacer algo importante. Cuando Piki me llamó para entrar le dije que se quedara tranquilo, que iba a hacer el gol. Están él y Sebastián Nieto como testigos. Me dijo que lo veía ‘cargado’ a Rodríguez Acosta, que ocupara su lugar, y yo le dije que se quedara tranquilo en el banco, que iba a hacer un gol. No sé si él pensó en los penales cuando me mandó a la cancha”, relató.
El de enfrentar al arquero suele ser un momento crucial para los delanteros. Ahí el que duda pierde. Pero Alvarado tenía bien claro lo que iba a hacer. “Mi mamá me impulsó en la corrida y para definir me ayudó mi papá. Siempre me decía que si la cruzás arriba es imposible para el arquero. Del Curto me dice lo mismo, que si pateás así no das chance a que reaccionen. En los entrenamientos le hice varios así. Después nos acordábamos y nos reíamos”, contó el inesperado goleador.
Alvarado siempre la peleó en su carrera. Hasta no hace mucho su lugar fueron los clubes más humildes del torneo local. En la temporada anterior, Argentinos del Sud. En la 2016, Al Ver Verás. “No puedo creerlo todavía. A mí todo me costó mucho, pero siempre me esforcé. Como todos mis compañeros ahora. Yo soy muy creyente, creo que Dios nos ayudó. Trabajamos siempre con humildad y estoy convencido de que la humildad es el origen de la grandeza”, finalizó.