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Messi sería titular mañana

El astro rosarino trabajó ayer a la par del resto y haría su debut en esta Copa América Centenario frente a los panameños.

Lionel Messi todavía no debutó en la Copa América Centenario pero avanza hacia ello con pasos cortos pero acelerados, tal como se lo observó durante el entrenamiento de ayer en la Universidad de Illinois, trabajando a la par del grupo con pelota y exhibiendo en sus movimientos que el traumatismo en la parrilla intercostal izquierda está empezando a ser solamente un feo recuerdo que le impidió estar en el estreno ante Chile.

Por eso Panamá se presenta como el gran objetivo a alcanzar por Messi para empezar a dejar su huella en el certamen que se convirtió en la gran cruzada de este grupo de futbolistas que aspira a levantar su primera copa antes que llegue el Mundial de Rusia 2018.

El juego ante los centroamericanos de mañana a las 22.30 de Argentina (20.30 local) en el Soldier Field, de Chicago, por la segunda fecha del Grupo D, tendrá entonces una atracción especial con la vuelta al ruedo del capitán albiceleste, en un encuentro ante el otro puntero de la zona, Panamá, que como los de Gerardo Martino a Chile, superaron a Bolivia también por 2 a 1 en la jornada inaugural.

La vuelta de Messi, al equipo, de acuerdo con lo observado durante la práctica de ayer, que precedió a una desprolija conferencia de prensa de dos futbolistas argentinos en plena calle del centro de Chicago (“pasaron” Nicolás Otamendi y Jonatan Maidana), está a punto de concretarse entonces en lugar de Nicolás Gaitán.

De esta manera Argentina alineará a Sergio Romero; Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi (lució un vendaje con hielo como producto de un golpe durante el entrenamiento de ayer), Ramiro Funes Mori y Marcos Rojo; Augusto Fernández (Lucas Biglia sigue trabajando diferenciado para recuperarse del desgarro en muslo derecho), Javier Mascherano y Ever Banega; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Angel Di María.

A partir de aquí seguirá entonces afianzándose “la idea”, definición que tiene patentada Gerardo Martino para el desarrollo de este proyecto futbolístico que entra en consonancia con el anterior de Alejandro Sabella según el subcapitán Javier Mascherano y no tanto en la mente del propio entrenador, quien asocia este proceso como una nueva experiencia para el seleccionado, más allá de que la base contenga los mismos nombres que el anterior.

En lo discursivo hay unanimidad de tratamiento cuando se les pregunta a los futbolistas por el formato de juego que propone el equipo del “Tata”, y que asegura posesión de balón, paciencia en la gestación, circulación fluida y presión alta, algo esto último que él incorporó a un Barcelona aparentemente intocable cuando llegó a España.

Esa presión alta que no era patrimonio del equipo de Sabella, sencillamente porque los “tres de arriba” no estaban allí en el arranque de cada partido: Lionel Messi no empezaba como extremo derecho ni Angel Di María lo hacía como izquierdo. Y el nueve de Martino en el comienzo de su gestión y hasta esta Copa América Centenario siempre fue Sergio Agüero.

Pero además no había un volante por detrás de este nueve como en principio lo era Javier Pastore durante la pasada Copa América de Chile y ahora Ever Banega por la lesión del enganche del París Saint Germain.

Demasiados cambios de posiciones y de nombres importantes como para que “la idea” sea la misma, al margen de que ahora el “Pipita” Higuaín volvió a la titularidad por su “rush” goleador con Napoli en la pasada temporada de la liga italiana y el “Kun” tuvo un último año irregular en el Manchester City inglés.

Y quizás la mayor prueba de que esto es así la dio el pasado lunes el propio Messi con su lesión, porque obligó a un reemplazo imposible y Martino rebuscó de entre la bolsa de 23 jugadores que tiene a disposición al futbolista más parecido para no “tocar” el modelo, y lo encontró a Nicolás Gaitán para mantener el formato.

Con esto el “Tata” debe estar muy satisfecho por estas horas, ya que sin el as de espadas igual pudo ganar el truco, y sin mentir, que es lo importante, porque no hay mejor manera de hacerlo que con las cartas del mazo bien jugadas.

El lunes, entonces, ganó Argentina dando un paso clave para adjudicarse el Grupo D y poder asegurarse, victorias sobre Panamá y Bolivia mediantes, un lugar en los cuartos de final, donde a lógica lo tendría jugando el sábado 18 en el Gillette Stadium, de Boston, frente a Uruguay, presumiblemente también con el regreso de su goleador y figura, Luis Suárez.

Pero ante Chile también ganó Martino, porque después de perder el “duelo táctico” de la final de la Copa América pasada contra el equipo entonces dirigido por Jorge Sampaoli, esta vez realizó algunas “adaptaciones” al juego de ida y vuelta que planteó su también compatriota Juan Antonio Pizzi, como por ejemplo dejar salir un poco a su rival para sorprenderlo de contra cuando logró la ventaja, para liquidar el partido tomándose de los errores forzados de un rival necesitado de arriesgar.

Así, la Argentina de Martino parece haber ingresado, después de un recorrido previo por eliminatorias sudamericanas también positivo, en un camino menos escabroso y más allanado a confirmar que el seleccionado puede ser ese gran equipo que se recordará porque hizo historia en esta Copa América Centenario para beneplácito de sus hinchas y de este grupo tan urgido de levantar por fin un trofeo importante.

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