La Ciudad

Menos trabajo y acceso a la salud, el impacto del Covid en barrios populares de Mar del Plata

El segundo monitoreo de las estrategias sociales de prevención del Covid-19 refleja datos alarmantes. Desde agosto crecen los despidos y la falta de empleo. El 70% de los vecinos no accede artículos básicos de higiene como alcohol, jabón o lavandina. Aumentó la demanda en comedores y la tarea de los Centros Barriales de Emergencia.

En los barrios más vulnerables de Mar del Plata y Batán, la pandemia mostró su peor cara. En algunas comunidades encuestadas en el marco de un riguroso trabajo de investigación se agravó la falta de trabajo, aumentaron los despidos, se redujo el acceso a elementos básicos de higiene, mermó el acceso a la salud y creció la demanda en los comedores y merenderos.

Los datos corresponden al segundo informe técnico (realizado en octubre) del “Proyecto de investigación, monitoreo y seguimiento de las estrategias para minimizar la circulación del Covid-19 en el Municipio de General Pueyrredon” -dirigido por la Doctora Marcela Ferrari-, un profundo trabajo de campo financiado por el Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología Covid-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

Desarrollado por el Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (Inhus), dependiente del Conicet y la Universidad Nacional de Mar del Plata, este segundo relevamiento aporta información sólida, de utilidad social y pública, para fortalecer acciones en red entre referentes sociales, políticos e investigadores del sistema científico y contribuir a resolver o mitigar los efectos del aislamiento social, preventivo y obligatorio en distintos barrios.

Los despidos y la profundización de la falta de trabajo fueron señalados como los principales problemas que se acentuaron entre agosto y octubre. Los vecinos afectados dependen más de la ayuda estatal, de los referentes barriales que les distribuyen bolsones de alimentos y artículos de higiene y de los comedores y merenderos a los que acuden en búsqueda de viandas.

 

En simultáneo, se agravaron los problemas de acceso a servicios de salud: “No hay lugares para recurrir si estás con el virus. Falta asistencia médica y recursos para la salud”, indicó uno de los encuestadores.

La principal preocupación entre los referentes barriales está en relación con la atención a las familias con casos positivos de Covid-19. “Tendría que haber más rapidez en aislar a las personas, más acompañamiento y seguimiento médico, que las ambulancias lleguen, y que las ambulancias lleguen, y que lleguen en horario”, indicaron.

El informe destaca que en muchos casos son los propios integrantes de los Centros Barriales de Emergencia (CBE) los que llevan adelante la tarea de asistencia y monitoreo de las familias aisladas. “Hay familias que se tienen que aislar, pero no cuentan con posibilidades materiales. Desde el CBE les asisten con alimentos hasta que arribe Desarrollo Social y los asista”, indicaron.

El 70% de los vecinos afectados por el virus en estos barrios no dispuso de lugares apropiados para aislarse fuera de su hogar. Solo el 30% tuvo la opción de ser trasladado a un hotel.

Desde el aumento de casos en agosto, el 70% de los vecinos no tiene acceso a los elementos que aseguran la higiene personal, como jabón, lavandina y alcohol, otro de los datos alarmantes que se desprende del trabajo.

Soluciones a necesidades

El informe destaca que la mayor parte de la ayuda volcada a las familias más vulnerables no provino del Municipio.

El 70% de los encuestados menciona algún tipo de solución ofrecida respecto al acceso a productos de higiene y limpieza. En su mayoría, son elementos entregados desde los CBE junto con los bolsones de alimentos. Sin embargo, los referentes consideran que en general “son insuficientes” y que pese a realizar tratativas para que el Estado municipal brinde soluciones a esta cuestión, “no siempre se consigue”.

La prevención a partir de la difusión de información y el programa Cuidarnos constituyó “un eje fundamental” para profundizar la organización en los distintos Centros Barriales de Emergencia. El 70% de los vecinos considera “buena” el accionar de los CBE.

Una de las cuestiones que sirve de termómetro en la tarea de los comedores y merenderos barriales es el incremento sostenido en la entrega de viandas: “Entregábamos 25 cenas o 28 antes de la pandemia, ahora 160 o 170 entre adultos y niños. En octubre se agregaron los sábados y hoy estamos en 210 viandas diarias, para familias numerosas con 3 o 4 hijos”, indicaron desde uno de los comedores.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...