Se realizaba en una vivienda ubicada en inmediaciones del barrio Autódromo. Los jóvenes, en su mayoría menores, reaccionaron con violencia frente al operativo de seguridad. Los policías efectuaron disparos al aire para disuadir la agresión.
Lo que comenzó como una fiesta clandestina el sábado a la noche en una casa particular ubicada en el extremo oeste de Mar del Plata terminó este domingo a la madrugada con un violento enfrentamiento entre jóvenes menores de edad y efectivos policiales y agentes municipales.
A raíz de una denuncia al 911 que advertía sobre la realización de una fiesta clandestina en la calle Pasaje Olleros al 1600, en inmediaciones del barrio Autódromo, personal del Comando de Patrullas Sur se desplazó al lugar y constató que en un domicilio había alrededor de 60 jóvenes, en su mayoría menores de edad, según precisaron fuentes policiales.
Ante la presencia de los efectivos, indicaron, los menores comenzaron a arrojar “elementos contundentes”, por lo que se requirieron refuerzos a la Municipalidad de General Pueyrredon.
Momentos después arribó al lugar la Patrulla Municipal y agentes de Inspección General para desactivar la fiesta, pero los jóvenes comenzaron a dispersarse, se generaron corridas y varios se dieron a la fuga a través de un descampado lindero.
Fiesta clandestina en Pasaje Olleros al 1600.
Del interior de la vivienda, informaron fuentes policiales, salió un menor de 17 años que refirió vivir en el lugar donde se desarrollaba la fiesta, la cual había organizado, e indicó que sus padres no se encontraban en el domicilio.
Cuando el personal procedía a realizar la identificación de los presentes, varios jóvenes comenzaron a agredir primero verbal y luego físicamente a los efectivos y empezaron a lanzarles distintos elementos.
El personal, con los recaudos del caso, realizó una detonación de estruendo al aire con una escopeta, accionar con el que se logró disuadir y repelar la agresión.
Intervino en el hecho la Fiscalía Federal a través del responsable de turno, Hércules Giffi, quien tras interiorizarse sobre lo ocurrido en el lugar respaldó el accionar policial. La fiesta, finalmente, quedó desactivada.