Para los comerciantes, la actividad que hubo durante los feriados de Carnaval ayudó a que su visión sobre la temporada mejorara. Dicen que pasó de "regular" a "aceptable".
Próximo a ingresar en su tramo final a raíz del prematuro comienzo de las clases -previsto para el lunes 29 del corriente- no hay dudas de que el presente ciclo estival no va a figurar entre los mejores que se hayan vivido en la historia de Mar del Plata. El mes de enero, en el que se registró una concurrencia de turistas inferior a la esperada y a lo largo del cual el comportamiento climático no fue el ideal, transcurrió “sin pena ni gloria” lo cual generó preocupación entre quienes no pudieron alquilar sus propiedades al igual que entre los responsables de balnearios, empresarios teatrales y comerciantes de diversos rubros.
La segunda quincena, que tradicionalmente se caracteriza por ser la más fuerte de la temporada, esta vez no arrojó los resultados esperados algo que, entre otros motivos, fue atribuido a la gran cantidad de turistas que optaron por disfrutar sus vacaciones en el exterior, especialmente en Chile y Brasil, países que, debido al tipo de cambio, tienen precios más accesibles a los que se cobran en la costa atlántica argentina.
Más allá de ello, la notable afluencia de visitantes que recibió Mar del Plata durante el reciente fin de semana largo motivado por los feriados de Carnaval (vinieron cerca de 300.000 personas) hizo cambiar el ánimo de los operadores turísticos de la ciudad. En el Centro Comercial del Puerto, adonde funcionan varios restaurantes que se especializan en preparar platos marineros, al igual que en el Paseo Artesanal de la Banquina Chica, el mayor movimiento que se generó a partir del viernes 5 del corriente y se mantuvo hasta el martes pasado, se vio reflejado en las declaraciones de sus responsables que, al reformular un balance de lo que va del verano y evaluar el rendimiento económico de sus respectivos negocios, dejaron de calificarlo como “regular” cambiando ese término por el de “aceptable”.
“Trabajamos bien”
Pablo Belgiovine, encargado de un local del Centro Comercial, afirmó que “no hay dudas de que este ámbito es uno de los lugares privilegiados que tiene la ciudad. A pesar de que la temporada no es tan exitosa como hubiésemos deseado ya que vino menor cantidad de visitantes podemos decir que en nuestro caso trabajamos bien, apenas un poquito menos que el verano anterior, motivo por el cual estamos conformes. Para que la gente no tenga que gastar mucho, implementamos promociones y platos para compartir. Lo que más aceptación tienen son las rabas, los pescados a la plancha y las cazuelas de mariscos. En promedio, con bebida incluida, por persona se gastan entre 150 y 160 pesos”, afirmó.
Matías Morani, encargado de unos de los restaurantes, dijo por su parte que “no hay dudas de que vino menos gente que otras veces. Comparado con el verano pasado, que fue bueno, trabajamos entre un 15% y un 20% por debajo del registro de 2015. Los días de mayor movimiento fueron los del fin de semana largo motivado por los feriados de Carnaval cuando para poder comer la gente tuvo que hacer largas filas porque desbordaron todos los locales del Centro Comercial. En nuestro caso el gasto promedio por persona osciló entre $180 y $200, con postre y bebida incluidos. El fuerte son los pescados y mariscos, al igual que la paella y las parrilladas y picadas de pescado. Tratándose de un lugar que tiene clientes que son muy seguidores, no podemos decir que sea una temporada mala, sino regular, tirando a aceptable”, señaló.
Oscar Rodríguez, encargado de un local, manifestó que “comparado con 2015, vino entre un 20% y un 30% menos de gente. Lo mejor fue el reciente fin de semana largo. Después de tantos años de estar en este lugar, tenemos nuestra clientela. Lo que más se consume son las rabas. Todos los días ofrecemos un plato del día, que es abundante y que, incluyendo postre y una gaseosa o agua mineral, cuesta $160”, afirmó.
Paseo de la banquina
En el paseo artesanal de la banquina de los pescadores, German Di Iorio, uno de los responsables de un negocio de conservas de pescados y mariscos, afirmó que “aunque la temporada no es lo que se esperaba, en nuestro caso venimos bastante bien. Podríamos decir que es un verano aceptable, al que le podemos adjudicar unos 7 puntos. En febrero hay más gente que la que vino el mes pasado. El fin de semana largo fue muy bueno”, afirmó, agregando que “un frasco con mariscos que hace 6 meses se vendía a $230 pesos, en noviembre pasó a costar $280 y desde entonces se mantiene igual”.
Claudio Fernández, titular de un negocio que vende suvenires, caracoles, llaveros y otros recuerdos de Mar del Plata, afirmó que “en enero vino poca gente, pero en los últimos días el movimiento se incrementó bastante por lo cual, teniendo en cuenta como están las cosas, podemos decir que “estamos conformes”.
Constantino Funtuquides, responsable de un local en el que entre otros productos se venden pochoclo, golosinas y alfajores de fabricación marplatense, dijo que “enero estuvo flojo, pero los primeros 10 días de febrero trabajamos bien. Si hacemos un promedio podemos decir que es un verano aceptable”.