A más de un año de la sanción de la Ley de Talles que regula la fabricación, confección, comercialización e importación de indumentaria, el Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (SUNITI) propone encontrar las medidas reales de la población argentina.
Con el objetivo de tener un sistema de talles homogéneo y representativo de las medidas corporales de la comunidad, “el estudio antropométrico permitirá ajustar la tabla de talles a las estructuras corporales reales de las personas”, explicó Érica Lenz, docente de la orientación Indumentaria de Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Mar del Plata, a Portal Universidad.
En esta actualización de las medidas antropométricas de la población, ya sea por grupos etarios, por cuestiones de género o por cuestiones de regionalidades en el país, “se toma como percentiles demostrativos entre el 6% y el 8% de los casi 49 millones de habitantes: aproximadamente 15 mil personas serán voluntarias a ser dimensionadas“, aseguró.
En cuanto al equipamiento utilizado para el estudio, Lenz declaró que “se trata de una cabina en la cual hay 16 cámaras infrarrojas y que en 10 segundos escanean más de 2 millones de datos: proporciona alrededor de 400 medidas y vale 25 mil dólares. Este sistema es alquilado a nivel nacional y el INTI cuenta con 240 días para hacer el relevamiento”.
Si bien 240 días representan más de 7 meses y 2 semanas, el período “incluye el desarme y traslado a distintas regiones del país. Con lo cual, hoy contamos con Capital, Gran Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y la Patagonia ya relevados pero aún el noroeste queda sin ser escaneado“, reveló.
Sin embargo, la especialista continúa detallando algunos problemas que el estudio no contempla: “Es muy posible que los percentiles más altos o más bajos en una escala antropométrica no estén analizados en esa representatividad. La mayor parte de la población es probable que esté dentro de los percentiles 40 y 70, por fuera de ese rango es posible que no deseen participar voluntariamente de ese escaneo. Con lo cual, la tabla de talles se puede ajustar pero va a haber algunos segmentos que, por lógica evolutiva de lo que es una tabla de medida, van a seguir estando alejados”.
En este sentido, Lenz afirmó que “no se trata solo de la tabla de talles en la indumentaria, sería mucho más rico y participativo si se hiciese hincapié en las cuestiones de salud. También es interesante que se conozcan las dimensiones de la población para saber lo relacionado al estado de salud, ejercicio y riesgos cardiovasculares”.
Según informó Portal Universidad, una vez que finalice el escaneo, el Departamento de Estudios Estadísticos y Antropométricos del INTI se encargará de volcar esos 400 datos a mapeos “que tendrán que ver no solo con las dimensiones, sino con los pesos y con las estructuras morfológicas. Una de las cuestiones de la tabla es que no tiene que ver solo con las medidas sino que implica a los esquemas y la estructura corporal de la población”, explicó.
“No importa si sos un talle 44 o 38, vos sos un percentil que está dentro de un rango que tiene distintos esquemas corporales. Entonces, podés ser un 44 esbelto o un 44 fornido: esto va a permitir que las industrias, dentro de la tabla de talles, puedan seccionar qué esquema corporal fabricar dentro de este talle“, concluyó Lenz.