Miguel Maza volvió a coronarse en el maratón marplatense, esta vez unas horas después de sufrir una pérdida irreparable.
Muy pocos lo sabían antes de la largada. Pero podría decirse que Miguel Maza corrió los 42K de Mar del Plata junto al espíritu de su hermano, fallecido hace pocas horas en su Jujuy natal. Una conmovedora confesión del ganador del maratón, quien se siente como un marplatense más y venía de ganar en marzo, en el estadio “Justo Román”, los 50K de la Copa Sudamericana IAU de larga distancia. Este es el testimonio recogido por LA CAPITAL:
-Otra victoria más en el maratón y a cada buen resultado ¿te sentís cada vez más marplatense?
-Sí, como yo digo, me siento el marplatense “negrito” (sonríe). Realmente acá me siento muy querido por la gente. Haber elegido este grupo de entrenamiento me cambió la vida. Más allá de ganar o perder, lo que más me gusta es que a cada kilómetro siento el cariño sincero de la gente. Me acompañan, me aconsejan y cada vez que obtengo un triunfo, es como si ellos también hubiesen ganado. Me siento feliz en esta ciudad que tan bien me ha tratado desde el principio.
-¿Cómo fue la carrera?
-Salí muy conservador porque no tuve un buen entrenamiento en mi provincia, por ciertos problemas personales. Esto es así. Por diversas cuestiones uno no se puede concentrar en el objetivo. Aunque no lo crean, estaba corriendo 110 kilómetros por semana. Para preparar un maratón eso es muy poco. Pero me parece que aquí, en cada kilómetro que hice, también me acompañó mi hermanito, que ahora me está mirando desde el cielo. Cuando estaba llegando a Mar del Plata me enteré de que había fallecido. Lo hice por él, iba pensando en él. Sé que le hubiera gustado que yo corriera este maratón. Por eso no me volví a Jujuy y preferí estar acá. Eso quería decir.
-Un mérito doble de tu parte, dadas las circunstancias…
-No lo conté antes para evitar que alguien pudiera pensar que ponía excusas o algo parecido. Preferí guardarme el dolor y decirlo ahora que ya terminó la carrera. A cada kilómetro yo le ponía una sonrisa, pero por dentro tengo una tristeza muy profunda. Es una pérdida grande pero la vida también me regaló este triunfo hermoso para dedicarlo a su memoria.
-Tu esencia es así, siempre amable, sonriente…
-Siempre. A pesar de que la vida te golpee fuerte, hay que mostrar la mejor cara y sacar algo positivo. No sé que tendrá de positivo que se vaya un ser querido pero así es la vida. Lo más difícil de todo es aceptar esa pérdida. Estoy muy triste, no me sale otra cosa. Pido disculpas, no pude decir mucho de la carrera.