Sigue el éxito del premiado unipersonal.
Este lunes 20 de febrero, feriado de Carnaval, habrá doble oportunidad para ver el fenómeno teatral “El Equilibrista”, la obra de Mauricio Dayub que sigue emocionando al público.
Tras haberse presentado con las 722 butacas del Teatro Atlas ocupadas el lunes pasado, el productor Carlos Rottemberg anunció que para esta especial fecha ofrecerá la posibilidad de asistir a las funciones a las 20 y a las 22.
“Explota Dayub. 722 sobre 722 el lunes pasado, obliga a agregar segunda este lunes de Carnaval. A las 20 y al las 22” escribió el empresario que este año está celebrando 45 temporadas ininterrumpidas aportando a la oferta teatral de la temporada marplatense.
Estrenado en 2019, el espectáculo alcanzó notable éxito en la temporada de 2020 (arrasó en los premios Estrella de Mar y en el José María Vilches), antes de la llegada del Covid-19. Luego, la pandemia dejó trunco su despliegue, aunque el actor se las ingenió para regresar el verano siguiente, ese tiempo de aforos, restricciones y miedo a los contagios. También le fue muy bien.
Para Dayub, la clave de la identificación extraordinaria del público con su unipersonal tiene que ver con “que las personas comunes hayan encontrado el momento propicio para la identificación de la persona común, de la persona que valora las cosas, de la persona que se siente identificada por la actitud de un tío, de un abuelo”.
Además señaló que el espectáculo “te hace reír y lagrimear al mismo tiempo. Estamos habituados a las comedias donde nos reímos y a los dramas donde nos emocionamos, pero ‘El equilibrista’ produce las dos cosas al mismo tiempo y a cada espectador en distinto momento. El público funciona que de acuerdo a cómo le van cayendo las fichas personales. Es un espectáculo que no está ni dicho ni mostrado ni contado, sino que trato de hacérselo imaginar al público de acuerdo a lo que demore el espectador en advertir que la historia que están contando le es propia y que tiene que ver con su propia historia, con sus abuelos, con sus padres, con su propia vida. Lo que se está resignificando sin querer es su propia vida. Y ahí se produce la emoción”.