El marplatense consiguió un amplio triunfo por puntos sobre Blas Caro y lleva ocho combates sin conocer la derrota. Quinta defensa exitosa de su cetro sudamericano.
Matías Leiva retornó a los cuadriláteros con el sello de su boxeo veloz y pulido. El marplatense, a cinco meses de su trabajoso empate ante Nicolás Paz, venció con amplitud a Blas Caro en el Centro Asturiano de Vicente López en una de las cuatro peleas titulares de un festival organizado por Argentina Boxing Promotions, la empresa del experimentado promotor Mario Margossian.
Leiva lució en Vicente López, dominó la pelea de principio a fin y los jurados lo vieron ganador por 97-92 (Marcos Barbero), 99-90 (Javier Geido) y 98-91 (Jorge Luciano Gorini). Así mantuvo por quinta vez su cinturón sudamericano en la categoría súper pluma.
Pese a asimilar algunos golpes duros de Caro, Leiva impuso el ritmo del combate, desbordó varias veces a su rival con sus veloces combinaciones y logró derribarlo en el tercero. Con un estado físico impecable, el pupilo de Fernando Sosa mantuvo la intensidad hasta el último round, salió airoso de casi todos los cruces y le dio forma a un triunfo claro. Esta vez pareció estar realmente cerca de conseguir el nocaut, algo que pudo conseguir apenas en su primera presentación como profesional en abril de 2017.
“El Distinto” estiró su récord a doce triunfos, tres derrotas y dos empates. Hilvanó la quinta defensa exitosa de su título (había vencido con anterioridad a Nicolás De León, Reuquen Cona Facundo Arce y Lucas Montesino e igualado frente a Nicolás Paz) y su octava presentación sin conocer la derrota. Es la gran figura nacional de su categoría y acumula méritos para conseguir su primera pelea en el exterior.
En los otros combates de la noche, Cristian “Azteca” Ayala retuvo sus títulos argentino y latino de la OMB de los welter con un triunfo por puntos en fallo unánime sobre Cristian Reggiardo, Leandro Fonseca defendió con éxito su cetro sudamericano de la misma categoría ante Nicolás Jara con un éxito en las tarjetas en fallo dividido y, por último, Bruno Acosta dominó ampliamente por puntos al guatemalteco Salvador Lemus y conquistó el título mundial juvenil supermediano OMB que se encontraba vacante.