El ataque a tiros contra la sede central de La Cámpora en Mar del Plata fue relacionado por su máxima dirigente, Marina Santoro, con el contexto político y la cercanía de los 40 años del golpe militar de 1976.
El ataque a tiros perpetrado en la madrugada de ayer contra la sede central de la agrupación La Cámpora en esta ciudad causó el repudió de todo el arco político y derivó en una investigación para tratar de dar con los, por ahora, desconocidos autores.
El atentado se registró en el local de 9 de Julio al 3500 a la 1 de la madrugada apenas dos horas después de que se fueran las últimas personas, por lo cual no hubo heridos.
Desde el Frente para la Victoria (FpV) no descartaron ninguna hipótesis y reclamaron a la Justicia que “investigue”. De todos modos, su referente y concejal Marina Santoro lo calificó como un “mensaje político, organizado, preocupante y grave en el contexto de los 40 años de la dictadura militar”.
Por su parte, el intendente municipal Carlos Arroyo dijo que está en contra de “cualquier acto de violencia” y a este en particular lo definió como “algo terrible”.
El fiscal de turno Eduardo Amavet le manifestó anoche a LA CAPITAL que debe analizar todos los testimonios y otros elementos para definir la competencia. Esto es porque existe la hipótesis de que pueda enmarcarse en el accionar de grupos fascistas en la ciudad. “Tenemos que resolver si la causa va a la competencia del fuero Federal, pero eso no sucederá en las próximas horas”, dijo Amavet.
El ataque
Cinco impactos de escopeta, según las primeras apreciaciones de peritos balísticos de la policía bonaerense, destrozaron una parte del frente del local ubicado en 9 de Julio entre 20 de Septiembre y España, lindero a la sede de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
La investigación iniciada por el fiscal Amavet indica que el ataque se perpetró a la 1, aproximadamente, cuando desconocidos realizaron al menos cinco disparos con una escopeta, lo que provocó la rotura de vidrios del local.
El hecho fue descubierto alrededor del mediodía cuando concurrieron militantes para desarrollar sus actividades habituales. Tras la denuncias en la comisaría primera se hizo presente en el lugar un grupo de peritos de la Policía Científica.
El jefe departamental, comisario mayor Carlos Alberto Testini, en charla con LA CAPITAL señaló que “no se constataron faltantes ni violencia en la cerradura”.
Según los especialistas, por su gran porte, el arma usada “no puede ser disparada” desde el interior de un vehículo porque las detonaciones dejarían “sordos” a los pasajeros.
Por lo tanto, no descartan que se haya tratado de “un ataque programado”. Esto significa que los autores del violento hecho debieron haberse detenido frente al local, ya fuera que llegaran caminando o en algún vehículo, y luego efectuar los disparos.
Si bien la causa sigue a cargo del fiscal Eduardo Amavet, Santoro concurrió a la Fiscalía General Federal para entrevistarse con el fiscal de turno -Nicolás Zizic – y aportarle información. Lo mismo hizo con el fiscal general Daniel Adler.
La concejal confirmó que los abogados que atenderán la causa serán José Luis Zerillo, Yamila Zabala Rocha e Iván Tessari.