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Más de 600 “Fititos” realizaron una caravana en busca de cumplir un récord Guinness

Cientos de "Fititos" oriundos de todo el país realizaron esta mañana una colorida caravana.

Más de 600 autos Fiat 600 realizaron esta mañana una colorida caravana que partió desde la pista del Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires hasta el “Museo del Fitito”, ubicado en el municipio bonaerense de Tres de Febrero, donde se congregaron en busca de un récord Guinness de mayor concentración de estos vehículos.

Con bocinazos, banderas argentinas, globos, muñecos y calcomanías, partieron del Autódromo Oscar y Juan Gálvez cientos de “Fititos” oriundos de todo el país encaminados por la Avenida General Paz hasta el conurbano bonaerense.

Según indicaron los organizadores del evento, participaron en la caravana “al menos 600 Fititos”, y estimaron que el número aumentó en la concentración que se realizó luego en el Playón Municipal de Tres de Febrero, por lo que “alcanzaron” el récord Guinness, aunque esperan su certificación oficial.

Con la presencia de grandes y chicos, en este sitio se encontraban particulares ejemplares de estos autos, como el del herrero Adrián Lisardia, que caracterizó como “única en el país” la carrocería de su Fiat 600, diseñada y fabricada por completo por él mismo.

“La idea estaba en internet, más que nada fue un capricho. Me encerré durante 12 días, hice casi toda la carrocería, después pintura y en 35 días me quedó eso para pasear con mi perro“, contó a Lisardia, oriundo de la ciudad de Coronda, Santa Fe, y agregó que a pesar de ser pintoresco, el auto “se banca todo, ya sea lluvia o helada”.

A su vez, un Fiat 600 rosa con pestañas postizas en las luminarias, flores y stickers del dibujo animado de La Pantera Rosa llamaba la atención incluso de los más aficionados por su particular estilo.

“Desde que era muy chica siempre quise armarme un Fitito; me parece precioso, amoroso, agradable, un montón de cosas”, contó a esta agencia Soledad, del municipio de Merlo, quien buscó los repuestos “en diferentes lugares” para tener su propio auto.

La mujer, que trabaja como estilista, dijo que “mandé a tapizar las butacas y después le puse flores, pestañas, todo a gusto mío”.

También se refirió a la “hermandad” que existe entre conductores de este modelo de vehículo, la cual calificó como “muy afectiva, porque sabemos el esfuerzo que lleva armarlo, entonces nos ayudamos entre todos”.

Marcelo Delbel, quien vive en el pueblo de Pampayasta, en la provincia de Córdoba, también se hizo presente en el evento junto con su “Fitito” decorado por completo por tapitas de cerveza, una idea que llevó a cabo durante la pandemia.

“La idea surgió después de un pequeño accidente en el que se me cayó una caja llena de tapas sobre el capó, se lo comente un amigo y empezamos a jugar un poco con los colores y le fuimos dando forma“, contó el dueño del auto que, según él, reúne “varios significados sobre ser argentino que me ponen la piel de gallina”.

“En el guardabarros delantero tiene mi fecha de nacimiento, del otro costado de la puerta tiene la palabra ‘Dios’ en relación a Maradona, en el techo tenemos a la República Argentina, identificado con cada provincia con un estilo de tapa diferente”, relató Delbel.

Y destacó que “en el capó del motor se encuentran las Islas Malvinas, del otro costado una frase de Gustavo Cerati: ‘Usa el amor como puente’, culminando con mi apodo, ‘Chelo’ en el guardabarros delantero, el apodo y el escudo del club que tiene el pueblo, Club Atlético Unido”.

Esta muestra, que expondrá distintos modelos de Fiat 600 de manera rotativa, cuenta con una serie de objetos históricos como dínamos, fusibles, llantas de colección e indumentaria de los trabajadores de la fábrica de este automóvil, emplazada en la localidad de Caseros.

“El modelo adquirió una gran simpatía”, aseguró Carlos Sansoni (90), uno de los impulsores de la fábrica que participó del evento, y agregó que “el 600 es la motorización de la clase media o la clase baja, inclusive en Europa, motorizar masas. Esa fue la idea de nuestro director”.

“En Europa, la casa matriz nos dejó un poco a nuestro albedrío, pero hubo que lucharla. Las casas matrices a veces acompañan y a veces no”, recordó el hombre, quien vio la fabricación el primer Fiat 600 en la planta de Caseros el 8 de abril de 1960.

“Acá se encontraron con una mina de oro que mandaba dinero para allá. Era un modelo muy requerido”, agregó.

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