Fue el marco del 14º Gran Encuentro del Fitito. El evento fue organizado por el Club Fiat 600. Los tradicionales vehículos y sus aficionados regresaron a la ciudad después de 14 años.
Con 20 filiales a lo largo del país, el Club Fiat 600 volvió a realizar el clásico encuentro de “fititos” a nivel nacional. Mar del Plata, ciudad donde nació la iniciativa en 2002, volvió a ser sede después de 14 años. El Museo Mar y Punta Mogotes, fueron algunos de los puntos elegidos por los organizadores del gran evento que culminará hoy con una hamburgueseada en Parque Camet.
Tras un año de una ardua organización, Arnaldo Dufau, presidente del Club Fiat 600 Mar del Plata manifestó a LA CAPITAL la alegría que infundía volver a ser sede de este importante evento.
“Estamos muy felices. Pensamos igualar el evento del año pasado y hasta superarlo, llenarlo de más gente que venga a disfrutar de los autos”, explicó “El Chino”, como lo conocen la mayoría de los socios del Club.
En 2015, la sede encargada de llevar adelante la organización fue la filial de Puerto Madryn, y el balance final fue más que positivo: cerca de 200 “fititos” participaron del encuentro. Afortunadamente, este año el número logró aumentar a 228.
En lo que respecta a las actividades del encuentro, se dividen en tres días. El sábado fue la jornada inaugural donde se recepcionó a todos los socios del club, se les brindó un presente y el cronograma del domingo, día central del evento.
Asimismo, se realizó una caravana por la ciudad, pero Dufau aseguró que esa fue una idea que surgió desde la sede local y contó la colaboración especial del área de Tránsito del Municipio, cuyos funcionarios facilitaron y aseguraron la actividad.
“La caravana fue algo extra que le dimos al encuentro y que dio muy buen resultado, por lo que espero que otras filiales lo imiten”, aseguró, y agregó: “La gente se acercaba al borde de la vereda para sacar fotos, saludar y alentarnos. Nosotros estamos muy contentos”, contó.
A primera hora del domingo, los 228 fititos desfilaron por la ciudad en dirección a los primeros balnearios de Punta Mogotes. Allí, los históricos rodados estuvieron expuestos tanto a los ojos de los curiosos que pasaban por el lugar, como de aquellos apasionados conscientes del valor incalculable de esos automóviles.
El evento, además, tuvo un fin solidario. Para el público en general, la entrada consistió en un paquete de pañales que fueron recibidos por las Damas Rosadas del Hospital Materno Infantil. “Esta reunión no es solamente por los Fiat 600, también tiene como propósito colaborar”, informó Dufau.
En relación a la competencia en sí, explicó que cada socio puede personalizar su “fitito” y, en base a esto, existen 10 categorías, además de las originales. “Por la tarde, los jueces comienzan a calificar los mejores autos por categoría. Al final del día, los mejores tres puntuados serán los premiados”, indicó durante la mañana de ayer.
Además de la convocatoria, otra gran noticia fue el buen clima que acompañó a la jornada dominical, no sólo para aquellos deseosos de observar de cerca los personalizados “fititos”, sino también para sus dueños, quienes cuidan con suma delicadeza los rodados.
Un espacio de encuentro
El Gran Encuentro del Fitito no es sólo una competencia, es también el espacio esperado por todos los socios para compartir anécdotas, técnicas de personalización y novedades del ámbito automovilístico.
“Tenemos una página de internet donde muchísimos socios compartimos cosas, entonces muchos nos conocemos de ahí y cuando nos encontramos en un evento de estos pareciera que fuimos amigos de toda la vida. Contamos anécdota de viajes, es interesantísimo”, aseguró Dufau, quien contó que contaron con la participación de socios de diversas partes del país, incluso aficionados internacionales de Uruguay y Chile.
En este sentido, las actividades culminarán este mediodía con una hamburgueseada en Parque Camet para todos los socios del Club. Allí no sólo entregarán los premios, sino que también anunciarán cuál será la filial que llevará adelante el encuentro del próximo año.
“Es un evento muy especial. El que le toca viajar lo empieza a vivir meses antes con los preparativos del viaje y del auto. Se fijan que no falte nada, ningún repuesto que quizás necesiten en la ruta. Después hay otros que prefieren venir en trailer por cuestiones físicas, pero no importa si vienen andando o no, lo importante es disfrutar de este encuentro todos juntos”, expresa Dufau, y agrega: “¿Quién no tuvo un Fiat 600? el que es amante del Fiat siempre lo va a llevar en el alma”.