El director de "La extorsión" considera que está bien que el cine muestre lo que no funciona de las sociedades, asuntos como la corrupción.
Por Irene Dalmases
SITGES, España.- El argentino Martino Zaidelis, director de la película “La extorsión“, que se presenta en el Festival de Cine de Sitges (España) y que es la cinta más vista en su país este año, considera que está bien que el séptimo arte muestre lo que no funciona de las sociedades, asuntos como la corrupción.
En “La extorsión” narra lo que le sucede a un veterano piloto comercial de aviación, Alejandro, que encarna Guillermo Francella, quien esconde un secreto, que descubre el Servicio de Inteligencia, lo que será aprovechado por parte de algunos de sus integrantes para chantajearle.
Con aires de thriller, sin esconder Zaidelis que “ama” a Brian de Palma, el espectador irá siguiendo la peripecia de este piloto, quien se verá sumergido en un universo de intriga y corrupción, que le pondrá a él mismo y a sus seres más queridos en peligro, mientras intenta escapar con vida.
Con unas maletas de protagonistas, que no paran de cruzar el Atlántico, entre Buenos Aires y Madrid, Zaidelis subraya que “todos amamos a nuestros países, pero en las películas mostramos las cosas que no funcionan, también las que lo hacen, pero no creo que la corrupción tenga solución”.
Es por ello que afirma que “siempre va a haber una maleta con algo oscuro dentro”.
El proyecto de “La extorsión” empezó a gestarse en 2016 y llegó a contar con once versiones diferentes de guion, pero lo que tenía claro Zaidelis es que desde siempre “había querido hacer una película relacionada con el mundo de los espías y el de la aviación”.
Feliz de cómo ha sido recibida en su país, con más de 500.000 espectadores solo en salas, además de los que la han podido ver en la plataforma HBO en Latinoamérica, el cineasta también apunta que otro de los destacados del filme es el personaje que interpreta Pablo Rago.
“El villano de la historia, en realidad, un asesino, aunque parece un tipo común, tu hermano, tu primo, con el que te puedes ir a tomar un café, lo que le da un sabor particular a la historia”, comenta.
Justamente, subraya que el tono por el que le interesa “transitar” en este tipo de cintas es el de “la mayor verdad posible”, por lo que agradece, asimismo, haber contado con permisos para poder grabar en los aeropuertos de Buenos Aires y Barajas, “lo que provoca que la película sea lo más real posible”.
En cuanto a trabajar con Francella, el director argentino señala que es “un lujo, porque uno aprende permanentemente. Además, los personajes serios son los que le salen mejor”.
Contar con él y un “elenco de lujo” fue “un placer”, especialmente, por ver cómo evoluciona el personaje de Francella, alguien que “lo pasa mal, al ser la historia de una persona común, metida en una situación extraordinaria, que le supera y que le lleva a tener que inventar su propia supervivencia”.
Con Brian De Palma como ídolo desde su juventud, Martino Zaidelis reconoce que volvió a ver todas sus películas antes de ponerse detrás de la cámara para “La extorsión”, así como “Múnich”, de Steven Spielberg, para “captar esa cuestión casi documental de la cámara en mano, del efecto que genera, que tiene que ver con la verdad”.
El compositor Pablo Borghi asiente a su lado, a la vez que explica que la música es “como un protagonista más de la película” y que “surge desde el personaje principal, siempre está con él, sufriendo una metamorfosis a lo largo del metraje”.
Zaidelis comenta que en diciembre también estrenará la segunda temporada de la serie “Los enviados”, con el español Miguel Ángel Silvestre de protagonista y que ha filmado en Galicia.
EFE.