El marplatense llegó a Núñez con un sueño a los 16 años y se va consagrado a los 24. Disputó más de cien partidos y festejó cinco títulos, uno de ellos la Copa Libertadores 2018 en una definición ante Boca. Partirá a Fiorentina como jugador de Selección.
Lucas Martínez Quarta dejó su nombre grabado en la página más grande de River. Superó el centenar de partidos con la banda en el pecho, levantó cinco trofeos y fue protagonista de una historia que será eterna: la obtención de la Copa Libertadores 2018 ante Boca, en la final que se definió en Madrid.
El marplatense cruzará el océano, y también el Ponte Vecchio, ya que firmará contrato por cinco temporadas con Fiorentina de Italia. En una transferencia que, además, le cambiará el futuro a dos de sus clubes formadores, Kimberley y Argentinos del Sud, beneficiarios de un porcentaje del dinero por la venta.
Pero no todo fue tan dulce en la vida de Martínez Quarta en Núñez. El defensor atravesó una lesión cuando estaba cerca de llegar a Primera División y pensó en irse. Tiempo después, cuando ya se había consolidado, recibió un golpe todavía más severo: fue sancionado con seis meses sin jugar por un doping positivo, debido a una sustancia que le dieron médicos del club. Pero resurgió como un ave fénix, criatura mitológica que tiene tatuada en su pierna derecha. Incluso, volvió mejor que antes luego otro largo “parate” en la actividad oficial por la pandemia del Covid-19. El renacimiento fue su símbolo y Florencia su caprichoso destino.
Martínez Quarta nació en Capital Federal, pero desde los 2 años vivió con su familia en Mar del Plata. Aprendió a jugar al fútbol desde los 4 años en General Urquiza, a los 9 mudó sus goles a Argentinos del Sud y desde los 11 retrocedió en el campo de juego y desarrolló su potencial como mediocampista central en Kimberley. Hasta que, como tantas otras promesas, partió a Buenos Aires con el sueño de ser profesional: a los 16 años recaló en River, equipo del que era hincha desde pequeño.
En el “millonario” integró una división con muy buenos valores, como Augusto Batalla, Emanuel Mammana, Leandro Vega, Tomás Andrade, Lucas Boyé (uno de sus mejores amigos) y Sebastián Driussi.
En 2015 fue promovido al plantel superior (integró el banco de suplentes un par de partidos), pero al poco tiempo bajó nuevamente a Reserva y sufrió una fractura de peroné de la pierna derecha. En junio de 2016 estuvo a punto de irse del club, pero se quedó por consejo de su entrenador Facundo Villalba. “Esperá seis meses más”, le pidió “Luigi”.
“El Chino” tomó el recado y el 12 de noviembre de ese año fue incluido en un amistoso contra Olimpia de Paraguay en el estadio Ciudad de La Plata. Allí marcó su primer gol. Ocho días más tarde debutó oficialmente y en menos de un mes fue titular en la final de la Copa Argentina ante Rosario Central. Con apenas cinco partidos, ganó su primer título.
“Juega mejor en Primera que en Reserva”, aseguró por esos días Gallardo, quien le dio continuidad. El de zaguero central era un puesto relativamente nuevo para él, por lo que aprendió mucho al lado de Jonatan Maidana.
A mitad de 2017 llegó el doping positivo -situación que también vivió Lucas Mayada- que lo marginó de las canchas por seis meses. Por eso, no participó en la conquista de la Copa Argentina de ese año.
En 2018 arrancó detrás de la consolidada dupla central conformada por los experimentados Maidana y Pinola. Así, tampoco jugó el partido en el que River venció a Boca por la Supercopa Argentina 2017 (en marzo de 2018), en Mendoza. Pero como fue parte del plantel, el título se le agregó a su cosecha.
Sumó partidos como alternativa e incluso fue “el as en la manga” de Gallardo en la final de la Copa Libertadores 2018 en La Bombonera: River salió sorpresivamente con tres centrales. Si bien no tuvo minutos en el Santiago Bernabéu, donde permaneció en el banco de suplentes los 120 minutos, disfrutó su momento de gloria tras el 3-1 y la histórica consagración.
Martínez Quarta es uno de los cinco marplatenses que ganaron la Copa Libertadores. Los otros son Germán Burgos (River 1996), Gabriel Amato (River 1996), Fernando Navas (Boca, 2000) y Leandro Navarro (San Lorenzo, 2014).
Con la partida de Maidana a Toluca, el DT le dio la chance de volver a ser titular. Y el marplatense, como tantas veces, dio la talla. Jugó casi todos los partidos de la Copa Libertadores 2019, en la que River perdió el título en los últimos minutos ante Flamengo.
Si bien esa derrota dolió mucho por la forma, luego consiguió con el equipo “millonario” otros dos trofeos: la Copa Argentina 2019 y la Recopa Sudamericana 2019.
Ese año también se convirtió en el décimo marplatense en la historia en jugar en la Selección Argentina, donde también cumplió con creces en los amistosos contra Chile y México.
Martínez Quarta fue el décimo marplatense en jugar en la Selección Argentina tras José María Minella, Luis Raúl Cardoso, Victorio Casa, Jorge Gáspari, Sergio Fortunato, Germán Burgos, Juan Esnaider, Walter Erviti y Mariano Echeverría.
El zaguero central que se destaca por su técnica y lectura de juego arrancó muy bien el 2020, aunque nuevamente River dejó escapar increíblemente el campeonato argentino, logro que no pudo conquistar durante el exitoso ciclo de Gallardo. Encima, el equipo que se lo arrebató en la última fecha fue Boca.
Tras eso, llegó la suspensión de los torneos por el Covid-19. El marplatense se mantuvo cabeza en alto, como en la cancha, y volvió en un nivel superlativo.
Tras el interés de varios clubes europeos, finalmente se lo llevó Fiorentina. Así, el pibe partió de Mar del Plata a River sólo con un bolso lleno de sueños, ahora se va a Italia por la puerta grande, consagrado, como jugador de Selección. Viajará con su mujer, dos hijos y el apoyo de millones de hinchas.
Algunos creen que será el central titular del futuro en el seleccionado albiceleste. Otros consideran que tiene nivel para asumir ese rol en el presente. Habrá que ver cuál es la opinión de Lionel Scaloni, quien lo convocó para los primeros compromisos de las Eliminatorias Sudamericanas. Pero esa será otra historia. Como la que también escribirá en Fiorentina, donde ya brillaron varios argentinos: Gabriel Batistuta y Daniel Passarella son los casos más emblemáticos.
En River, Martínez Quarta jugó 104 partidos, marcó 6 goles y celebró 5 títulos. Entre ellos, el más significativo de todos en la historia del club. Por eso, el marplatense dejó su huella para siempre.