Arte y Espectáculos

Mariano Olmedo: “El círculo se va cerrando, estoy satisfecho y en paz”

El director de cine asegura que necesitaba terminar este trabajo "para soltar y seguir adelante". Un homenaje, desde el punto de vista de "hijo" sobre el humorista que sigue en la memoria de todos.

“Mar del Plata fue muy importante para su vida, para nuestra vida”, indica Mariano Olmedo, el hijo del gran Alberto Olmedo, ayer, en una charla con LA CAPITAL, con motivo de la presentación de su docu-ficción “Olmedo, el rey de la risa”. El trabajo, “mi punto de vista sobre mi viejo”, según define, se proyectó el lunes, por única vez, en Mar del Plata, ciudad de tantos recuerdos, a la que el hijo del humorista le “costó” volver.

“Hasta 2014 no volvía, me quedaba en Santa Clara, al lado”, reconoce el director de cine que tardó más de cinco años en dar forma a esta pieza que comenzó como una ficción -suspendida por falta de fondos-, apoyada en la infancia y adolescencia de Alberto, y que terminó como un audiovisual que mezcla los elementos de la ficción con los del docu-reality con testimonios de familiares, amigos y otros humoristas que no lo conocieron personalmente, pero a los que influyó. Además incluye material fílmico casero/familiar, de entrevistas y de películas y ciclos en los que Alberto participó.

“Hace muchos años que tenía ganas de hacer esto. El círculo se va cerrando, estoy satisfecho y en paz” le confió a este medio, el docente de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y director del Centro Cultural Polideportivo Los Hornos de la Ciudad de la Plata.

“Necesitaba hacerlo como una manera de soltar para seguir con otras cosas” agregó, señalando que “estoy conforme, es mi visión, mi punto de vista, un homenaje a él y mucha gente que estuvo con él, que lo ayudó. Tuvo un equipazo”, indicó. En ese grupo incluye a Manuel Alba, Humberto Ortiz, Hugo Sofovich -fue como un tío para mí-, César Beltrán, Javier Portales.

Así, el material, combina “mi punto de vista sobre mi papá, hechos de su infancia que me contó, cosas que viví en carne propia y las anécdotas y recuerdos de mis hermanos, porque cada hijo tiene puntos de vista distintos”.

“Tengo la edad de papá cuando murió, eso y el aniversario de su fallecimiento -este cinco de marzo se cumplieron 31 años- me motivaron a terminarlo. Es una película hecha con corazón, esmero y ganas”, apuntó.

En ese sentido recordó que “pasé por varias facetas antes de llegar a escribir, producir, dirigir e incorporar la música de este trabajo”, indicó.

Y apuntó que uno de los momentos clave para decidirse a terminarlo fue cuando vio “material que Palito (Ramón Ortega) tiene con ellos juntos, en los años 70”, además de la incorporación de las voces de sus hermanos y su madre.

“Cada uno muestra -mostramos- lo que vivimos de Olmedo. Moria Casán y Palito, que trabajaron con él, tienen un relato muy interesante de cómo era entonces, en las filmaciones”, señaló.

Además apuntó que agregó testimonios de Daddy Brieva, Guillermo Francella y Diego Capusotto que “dan su enfoque, hablan desde la hipótesis de cómo se hubieran proyectado, cuentan qué significó para ellos” y analizan su estilo.

Del documental participan Alberto Olmedo, Mariano Olmedo, Sabrina Olmedo, Marcela Baños, Vito Marchessi, Juan Orol, Marcelo Minino, Raúl Calandra, Tito Gómez, Manuel Wirts, Javier Castro.

Entre ellos destacó a Marchessi y Orol. “Fue emocionante encontrar a estos actores que hacen de papá de chiquito y en la etapa de joven adulto, cuando con 20 años va a Buenos Aires. No era fácil encontrar a quienes lo representen, que estén a la altura y siendo tan jóvenes ellos lo hicieron”.

La parte ficcional del trabajo incluye escenas de los años 50, los 70 y los 80.

“Fue difícil reconstruir las épocas y agradezco y reconozco a los municipios de General Puayrredon y Mar Chiquita que me abrieron las puertas y me ayudaron” indicó. En ese marco, confió que “la recreación del Centro Andaluz de la ciudad de Rosario la hicimos en Mar Chiquita” y que “en un invierno, a una hora de poco tránsito, aquí en Mar del Plata me cortaron el tránsito en cinco cuadras de la avenida Colón para que pueda filmar escenas”.

Olmedo, el rey de la risa, obtuvo el premio del público a la mejor ópera prima del Latinuy, el Festival Internacional de Cine Latino de Uruguay, que se realizó en noviembre del año pasado.

Fuera del circuito comercial, ahora el material continúa una serie de presentaciones por distintas provincias y, quizás, el exterior. “Creo que este trabajo me va a seguir haciendo viajar bastante”, indicó.

Mientras, asegura que “ya estoy escribiendo un nuevo proyecto, uno que no tiene nada que ver con mi familia”.

El texto, una historia que tiene que ver con la Guerra de Malvinas, está avanzado y asegura que el próximo paso es “hablar con los inversores, conseguir los fondos y filmar”.

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