Fue definido como el director de ficción más joven de la historia argentina. En sus 13 años de trayectoria ha trabajado de manera independiente y para plataformas y producciones internacionales que han tenido gran repercusión. Recientemente, su película "Pensamiento lateral" fue seleccionada para participar en la prestigiosa categoría Coming Soon del Sitges Film Festival.
Dirigió su primera serie a los 21. Desde entonces Mariano Hueter ha trabajado en numerosos proyectos nacionales e internacionales, independientes y para grandes plataformas, incluidas la reciente “El grito de las mariposas”. Desde los 22 da clases y hoy, con 34, sigue siendo un apasionado, tanto por contar historias en formato audiovisual, como de compartir su experiencia y a la vez nutrirse de sus alumnos.
“Argentina tiene todo para convertirse en polo de producción de series internacionales, pero arrastra vicios” analizó en una charla con LA CAPITAL.
Fue definido como el director de ficción más joven de la historia argentina. Ha desarrollado, producido y dirigido series para Disney+, Netflix, Amazon, Flow, Star+, Viacom y MGM, vendidas en Argentina, México, Colombia, Uruguay, Estados Unidos, España, Francia e Italia y Estados Unidos, entre otros.
Considera que la lectura y la escritura son fundamentales para desarrollar buenos proyectos, que la calidad de las series ha mermado en los últimos años a costa de la cantidad de oferta y asegura que el momento de transformar las palabras en imágenes es “fascinante”.
Su Inconsciente Colectivo fue seleccionada en Fresh TV Fiction (WIT, Cannes) 2013 como una de las series más novedosas del mundo. Inconvivencia fue elegida como la mejor serie Argentina de 2019. El Mundo de Mateo se estrenó internacionalmente en el Festival de Series de Berlín y obtuvo el premio al mejor guión en Buenos Aires Series 2020.
Desde marzo está disponible en Star+ El grito de las Mariposas, serie que rodó en Colombia y que recrea la historia de las hermanas Mirabal, que dio origen al Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Fue docente por diez años en la Universidad del Cine, donde fundó la primera materia especializada en series de ficción. Actualmente dicta seminarios de desarrollo de series en distintas universidades y de forma privada.
En 2011 fundó la productora Idealismo Contenidos, con la cual produce varios de sus proyectos y fortalece acuerdos de producción con otras empresas.
En 2022 rodó su película Pensamiento Lateral (prevista para estrenarse a fines de 2023), protagonizada por Itziar Ituño (La Casa de Papel), Alberto Amman (Narcos), Cesar Bordón (Luis Miguel) y Mauricio Paniagua (Monzón).
Vale señalar que este mes, la película, realizada en coproducción con 16:9 Cine y Torneos; ha sido seleccionada para participar en la prestigiosa categoría Coming Soon del Sitges Film Festival. Se trata de una apuesta independiente al cine de calidad internacional que participará de la sección del festival dedicada a producciones catalanas, españolas y latinoamericanas de género terror, ciencia ficción o fantástico.
“La película ha capturado la atención del festival por su narrativa cautivadora y su enfoque innovador en el género, representando un hito significativo para esta apuesta independiente al cine de calidad internacional” indicaron desde la producción.
También está trabajando en dos thrillers a grabarse en Argentina para el mercado latinoamericano, pero sobre los que aún no puede dar más detalles “aunque me encantaría”, confesó.
“Creo que leer, leer y leer es la clave para casi todo. Claro que para escribir buenos guiones, pero sobre todo para expandir el pensamiento, fomentar la concentración y la memoria, descubrir historias, reflexiones y sobre todo entrenar la imaginación. En mi trabajo después viene la parte más increíble y fascinante de todas, el momento en el que tenés que transformar esas palabras en imágenes. El proceso de convertir lo escrito en acciones, situaciones y escenas concretas. No es una casualidad, todas las grandes películas o series que nos atrapan tienen detrás guiones excelentes” compartió Hueter, un lector empedernido a LA CAPITAL. Y lamentó que “dando clases en la facultad me encuentro con chicos de veinte años que nunca han leído un libro más allá de la escuela y eso se nota a la hora de escribir guiones”.
-Comparando con los primeros trabajos que has realizado ¿Cuánto cambió el rubro de las series?
-El mundo de las series cambia todo el tiempo. Si hoy te pones a ver Lost, Prision Break o Expedientes X, probablemente te des cuenta que el ritmo, la duración y sobre todo la dinámica de las series ha cambiado mucho. Eso no quiere decir que sean mejores o peores, sino que se van adaptando al tipo de consumo que tienen los espectadores. De hecho, en términos de contenido, podríamos decir que la calidad de las series ha bajado, porque creció la cantidad, y generalmente más cantidad significa menos calidad.
-¿Qué otros cambios vaticinás, en cuanto a las historias, a las formas de presentarlas?
-La tendencia hacia el futuro parece ser de series cortas (máximo 8 episodios), con múltiples temporadas cada vez más cortas y con la posibilidad de expandir sus universos (Spin off, secuelas, precuelas, etc). También hay una fuerte preferencia por el revisionismo histórico de corto plazo y por revelar grandes sucesos desconocidos por las nuevas generaciones.
Mariano Hueter en un set de filmación de “El grito de las mariposas”.
“Leer, leer y leer es la clave para casi todo. Claro que para escribir buenos guiones, pero sobre todo para expandir el pensamiento, fomentar la concentración y la memoria, descubrir historias, reflexiones y sobre todo entrenar la imaginación. En mi trabajo después viene la parte más increíble y fascinante de todas, el momento en el que tenés que transformar esas palabras en imágenes”
-¿Cuáles son hoy los mayores desafíos y las posibilidades de crear contenidos audiovisuales que se destaquen entre la gran oferta y la cantidad de plataformas disponibles?
-Creo que nadie tiene la fórmula sobre qué funciona y qué no. Esta claro que cuando las plataformas ponen todo su arsenal de marketing y comunicación, las series tienen mejor resultado y se viralizan más rápido. Pero también hemos visto innumerables casos de series que se han convertido en verdaderos fenómenos, sin ser las grandes apuestas de las plataformas. De hecho, La Casa de Papel, Dark, Stranger Things, MAID, son grandes ejemplos de ello. Desde mi lado lo que puedo decir es que lo que más me importa es ser genuino, riguroso y muy autocrítico. Para que una serie se destaque y le guste a los espectadores, primero me tiene que gustar a mí, me tiene que generar preguntas, dejar pensando, volarme la cabeza. Ese es mi estándar de calidad a la hora de encarar un proyecto.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu perfil de docente y por qué?
-En mi época de estudiante, tuve muchos profesores que hace tiempo no agarraban una cámara, que no escribían guiones, que no producían películas. En otras palabras, que enseñaban desde la pura teoría, pero hablando de un mundo que desconocen. Eso genera en los pibes desmotivación, falta de iniciativa y sobre todo frustración. Yo soy un docente activo, que vivo haciendo cosas, que estoy todos los días trabajando dentro de la industria. Eso es lo que me gusta, transmitirles a los chicos pasión, entusiasmo y sobre todo compromiso con este trabajo tan hermoso que tenemos. Empecé a dar clases en la universidad a los 22 años, y siempre sentí a los estudiantes muy cerca, casi como pares. Si bien dejo todo en mis clases, también aprendo y me nutro mucho de ellos.
-¿Cómo ves posicionada a la Argentina como polo de producción de series internacionales? ¿De qué depende que pueda evolucionar?
-Lamentablemente, hoy en día no podemos decir que Argentina sea un polo de producción de series internacionales. En Latinoamérica los polos son México y Colombia. Argentina tiene (como en casi todos los ámbitos) todo para convertirse en eso: talento, formación, un dólar competitivo, escenarios naturales increíbles e infraestructura. Pero al mismo tiempo, arrastra viejos vicios que no le permiten despegar realmente. En mi opinión personal faltan políticas concretas, pero sobre todo sencillas y directas, para que producir y ofrecer servicios de producción, sea más rentable.
Entre lo creativo y la gestión
-¿Cómo te llevás con el manejo de los aspectos creativos, artísticos del trabajo y paralelamente la parte administrativa, de gestión?
-La parte creativa es la que más entusiasmo y pasión me genera. La parte administrativa y de gestión, por otro lado, me genera más ansiedad y adrenalina. Creo que encontrar el equilibrio entre el entusiasmo, la ansiedad, la pasión y la adrenalina, es lo que hace que uno pueda perdurar y trabajar de forma constante en una industria tan compleja y riesgosa como lo es el cine y las series. Hay una mezcla de arte con negocio, de ego con comercio, de placer con agotamiento, que hace que no todos puedan sobrellevar un trabajo que muchas veces es ingrato y que genera altos niveles de estrés.
-¿Hay diferencias en esos aspectos en producciones locales o independientes y las que son para plataformas o producciones internacionales?
-En mi caso no hay muchas diferencias. Yo me involucro mucho en los aspectos de producción. Aunque la serie sea para una gran plataforma y haya presupuesto, me gusta colaborar en que el dinero se gaste bien, que no se derrochen recursos, que los recursos estén puestos delante de cámara y optimizados de la mejor forma. Me pone igual de nervioso que nos excedamos en las horas extra, o que se contraten talentos innecesarios, o que se derrochen insumos en una producción independiente o en una grande.
Lo que realmente cambia es el margen de acción, las posibilidades y el despliegue que uno puede hacer en cada caso. De todas formas, tengo que decir que a veces uno es más libre cuando el producto es más pequeño.
-¿Cómo te llegó la oportunidad de “El grito de las mariposas”?
-El proyecto me llega a través de Pol y Cabe Bossi, dos productores con los que estábamos planeando trabajar desde hace tiempo. Luego conocí a Juan Pablo Buscarini (creador de la serie) y tuvimos una química inmediata. Dentro del proyecto también estaba trabajando Jesús Braceras, con quien habíamos escrito un proyecto reciente. En otras palabras, la serie estaba en manos de un grupo de gente hermoso.
-¿Qué es lo que más te gustó de hacerla?
-Poder dirigir y contar una historia que nuestra generación no tenía tan bien narrada. Era una serie que se tenía que hacer, que merecía estar en las plataformas. A nivel personal, me encantó poder rodar en lugares en los que antes no había trabajado, y poder dirigir a un elenco internacional de lujo, como el que tuvimos. Creo que su repercusión viene siendo buena, y me parece que va a quedar en el tiempo como una serie de alto nivel y prestigio por su contenido.
-Tanto en “El grito de las mariposas” como en “Pensamiento lateral” trabajaste con equipos de distintos países. ¿Cómo fue la experiencia?
-Amo conocer gente nueva y nutrirme de sus culturas. Ser director y autor, en primera instancia, es ser curioso, investigador. Creo que unir nacionalidades, contextos de distintos países, muchas veces hace crecer las historias y las vuelve más regionales. En algunos casos es bueno y ayuda a que el contenido gane en profundidad. En relación al trabajo, lo encaro como cualquier otro. Para mí es lo mismo dirigir a Itziar Ituño, Guillermo Toledo o Alberto Ammann, que a cualquier actor local. Tengo un respeto y admiración muy grande por los actores y su trabajo.