Tiene 47 años y desde hace dos se instaló con su esposa y su hijo en un departamento cerca de la plaza Colón. Jubilado de su trabajo en el gobierno estadual, decidió acompañar a la mujer en su afán de convertirse en médica.
Por Bruno Verdenelli
verdenelli@lacapitalmdq.com.ar
Como lo indica el dicho popular, “siempre hay un roto para un descosido”. La excepción a la regla. El antihéroe. Eso parece ser Marcos Barroso, un brasileño que prefiere el frío y debido a ello, entre otras razones, decidió mudarse desde el norte de su caluroso país, directamente a Mar del Plata.
Claro que no sólo el clima motivó el cambio de hogar. Josilene Almeida, la esposa de este hombre de 47 años, tenía el sueño de estudiar la carrera de Medicina. Una década menor a su marido, cuando promediaba 2022 la mujer se convenció de que no era tarde para dar rienda suelta a su anhelo y comenzó a mirar a Argentina como posible destino para cumplirlo.
La pareja comenzó entonces a analizar las condiciones y el tipo de ciudad en el que podía y quería vivir. Así, mediante videos y fotografías encontradas en internet, supieron de la existencia de Mar del Plata.
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Antes del impulso final, Marcos y Josilene le mostraron las imágenes a su único hijo, Maicon, quien entonces tenía 12 años. Contrariamente a lo que cualquiera pudiese imaginar, lejos de querer quedarse en Belén, capital del estado de Pará, donde residía la familia y él tenía a todos sus amigos, el niño, curioso e inquieto, estaba decidido a emprender la aventura de emigrar para experimentar “cómo era vivir en otro lugar”.
“No sabía nada de Mar del Plata. Busqué en Youtube para saber cómo era la ciudad. Estábamos buscando cómo eran las facultades de Medicina, y teníamos que elegir entre Buenos Aires y Mar del Plata. Y elegimos Mar del Plata por ser una ciudad hermosa”, le cuenta Marcos a LA CAPITAL, durante un paseo por la Plaza Colón.
Jubilado a los 45 años del trabajo administrativo que realizaba para el gobierno estadual, debido al sufrimiento que le provocaba una hernia lumbar, el hombre decidió acompañar a su esposa en la búsqueda aprovechar la gratuidad de la educación universitaria local, e inscribirse en la carrera que siempre había querido estudiar mientras se desempeñaba como esteticista.
Fueron cinco días de viaje en coche hasta llegar a Mar del Plata, donde la familia se instaló y se sintió adaptada rápidamente. “Nos encantó la ciudad, que es muy hermosa. Vivimos muy cerca de la plaza, que es muy bella, y también estamos cerca de la playa. Lo que más me gusta son las playas y las plazas, que aquí hay muchas y en Brasil no hay“, describe Marcos.
Y si bien explica que a veces no tolera el viento, destaca que prefiere el clima de la Costa Atlántica al de su Belén natal. “Me gusta mucho el frío”, confiesa, ante la sorpresa de este periodista. “Y también me gusta cómo las personas son con nosotros, muy buenas”, añade.
Canal de comunicación
La familia Barroso registra cada situación que lo amerite en videos que luego publica en el canal de Youtube “Brazuca Mundi”, creado especialmente para eso. En el mismo pueden observarse grabaciones de eventos como el Enduro del Invierno en La Perla o la Exhibición de Autos Antiguos en el Parque Camet.
De esta forma, Marcos, su mujer y su hijo exhiben cómo son sus días en Argentina, y acortan así la distancia con sus seres queridos en Brasil, que suelen intrigarse por su nueva vida. “Mis amigos me preguntan mucho cómo es la ciudad, cómo es el país… El idioma, el clima… Y yo les digo a ellos que todo está muy bien aquí”, remarca y sonríe.
Claro que, de vez en cuando, echan de menos su lugar de origen. “Lo que más extraño de Brasil es la cultura, que es distinta, la comida también… Pero estoy muy bien aquí. Antes pensábamos en volver cuando mi señora terminara Medicina, pero nos encantamos con Mar del Plata. Nos apasionamos”, sostiene Marcos.
Y concluye: “Así que ahora vendimos todo en Brasil, nuestra casa y nuestro auto, y elegimos vivir aquí”.