La compañía Transfrappe, ganadora del premio Estrella de Mar, presenta Grandioses 2020, Leggendarias y Al rojo vivo. Tres propuestas diferentes con las que "estamos marcando tendencia" en el género.
Hace 35 años que Marcelo Mariani se dedica al arte del transformismo. Y hace 24 temporadas consecutivas que, con su compañía Transfrappe, está presente en las temporadas de verano en Mar del Plata.
Como pionero, ha sido testigo de los grandes cambios. Desde las funciones después de la trasnoche, sin publicidad, sin visibilidad, a tener minutos de aire en los medios para contar lo que hacen.
De los espacios off a lograr -por primera vez en esta temporada- un rubro propio dentro de los premios Estrella de Mar.
“Ahora el transformismo tiene visibilidad”, coincidió Mariani, en una charla con LA CAPITAL, quien apuntó que “hoy tiene mucho peso, está en todos lados y se ve el resultado un trabajo que se hacía desde hace años, cuando el género no era popular y se realizaba fuera de todo circuito. Yo debuté en el cine Olympia, cuando no había ninguno de los teatros que hoy están en la cuadra”, recordó.
El grupo que encabeza Mariani realiza esta temporada -hasta mediados de marzo- dos funciones diarias, pero de dos espectáculos distintos. Es que Transfrappe propone tres espectáculos: Grandioses 2020, sube a escena en el teatro 5 Sentidos, de martes a domingos a las 23 y Leggendarias y Al rojo vivo, día por medio cada una a las 0.45, en el mismo espacio. “Estamos marcando tendencia” aseguró.
“Cada noche hacemos dos funciones, pero de dos espectáculos distintos, con un gran equipo que conformamos con Guillermo GH, Hernán Acuña y Rodrigo Sánchez, la Drag queen Criss Demon y los bailarines Serch Martos y Marcelo Guaymas, las caracterizaciones de Franco Davobe y el Payaso Sebastián Fernández”, enumeró.
“Es un espectáculo para toda la familia, sin malas palabras, sin gestos obscenos y a precios popularísimos”, aseguró el referente, quién apuntó que “Grandioses 2020 tiene una gran particularidad, nosotros vendemos las canciones, los vestuarios, las imitaciones de las estrellas, como Moria, pero tenemos un cuadro final, en el que nos despojamos y terminamos siendo nosotros, nos despojamos y eso la gente lo valora mucho, el público se emociona, con eso y también porque siempre los despedimos en el hall del teatro”, contó. Y, sin descubrir sorpresas del show, si definió que “este año, el gran homenaje es a la Argentina”.
A pesar de los cambios, del éxito, Mariani prefiere continuar en salas medianas. “Pasan los años y sigo teniéndole miedo a las salas grandes, prefiero mantener un número que pueda manejar”, reconoció.
Y destacó que “el sello del género es el glamour, el despliegue, los brillos, y eso requiere una gran inversión”.
Según relató, en los tres espectáculos, suman 400 cambios de vestuario.
Ser y hacer historia
Pero además, “el transformismo tiene una gran historia, requiere mucha preparación, más allá del brillo. Tiene un concepto y requiere destrezas, porque es un conjunto de disciplinas: baile, canto, actuación, imitación”, enumeró.
Por primera vez fuera de la calle Rivadavia, paradigmático lugar en el que los elencos de la zona publicitan sus espectáculos, Mariani destacó que el cambio no les afectó en la afluencia del público. “Nosotros seguimos volanteando, vendiendo, en la calle, a cinco cuadras del teatro y la gente sigue confiando en nosotros”, apuntó.
En cuanto a haber logrado el rubro transformismo en los Estrella de Mar, el artista entendió que “volvemos a hacer historia. Por primera vez hay una terna específicamente del género y la ganamos. Fue un honor, una sorpresa y una emoción muy grande porque luchamos mucho por esta terna. Esta fue nuestra nominación número 12, en 2008 ganamos en la terna Variete, que compartíamos con el Mago Emanuel, que traía un espectáculo de Las Vegas. No lo podíamos creer.
Y este año con el orgullo de que vinieron a vernos tantos integrantes del jurado. Nunca había pasado”, reconoció.
Para Mariani, la clave está “en un gran trabajo en equipo, un gran elenco, mucha producción, un equipo técnico de gente de Mar del Plata que trabaja muchísimo y, fundamentalmente, en que todos tiramos para el mismo lado. Eso es bueno para el espectáculo y para todos nosotros”.
“En Transfrappe trabajan grandes artistas, todos lo son. Y todos reciben muchísimos aplausos. En nuestra compañía eso se valora, si se luce uno, nos lucimos todos, no hay envidia en ese sentido, como en otros elencos sí pasa”, aseguró.
Mariani, quien no sólo es el presentador y realiza monólogos y cuadros de humor en los espectáculos es, además, el creador y productor de cada uno de ellos.
“Cada año estoy pensando en los espectáculos siguientes, distintos, totalmente nuevos. Aunque hay muchísimo público y nuevo, prefiero cambiar”, consideró.
A 35 años de su debut
El artista debutó en el año 1985 en Villa Carlos Paz “con monstruos de la revista” como Carlos Perciavalle. Volvió al año siguiente, pero recordó que “no nos fue bien”, por lo que luego desistió de hacer temporada allí, aunque le encantan la ciudad y su gente.
Luego hizo seis temporadas en el Partido de La Costa. “Cuando nadie lo hacía y a pesar de que nos advertían que nos íbamos a morir de hambre, hicimos un exitazo”, antes de llegar a Mar del Plata, ciudad a la que “le tenía miedo profesionalmente”.
“Yo venía de chico, siempre, me encanta, pero me parecía un lugar muy grande, creí que no iba a poder posicionarme ante tanta competencia, tantos famosos, tantas estrellas. Pero aprendí que hay público para todo”, reflexionó.
Vale señalar que los espectáculos de la compañía Transfrappe permanecen en la ciudad hasta el 10 de marzo. Luego de unos días de descanso, volverán en Semana Santa.
Para el resto del año, la compañía tiene una intensa agenda de eventos privados “una brecha que abrió Transfrappe cuando nadie hacía eso” y, luego, cinco meses de temporada de invierno en Termas de Río Hondo. “Somos laburantes”, dijo al cerrar la enumeración.