Todos los entretelones y detalles de una novedad que vuelve a posicionar en Mar del Plata en la mirada internacional.
Si bien se oficializará en las próximas semanas, esta columna está en condiciones de adelantar que Mar del Plata se postulará para ser una de las subsedes del Mundial de Fútbol de 2030, en caso de que la Argentina, junto a Uruguay, Paraguay y Chile, sea designada por la FIFA para organizar la máxima competencia del fútbol internacional. En estos días, las distintas dependencias comunales están recolectando y elaborando documento con “datos duros” sobre la ciudad, tal cual lo requiere la AFA y la Conmebol para el inicio de los trámites de la postulación, cuyo plazo vence el 31 de agosto próximo. “Evidentemente se filtró el dato porque hay muchas secretarías y entes de la comuna trabajando en estos días, pero sí, Mar del Plata pugnará por ser una de la subsedes de ese Mundial tan importante ya que significará el centenario de la primera edición”, reconoció un alto funcionario de la comuna.
Si bien corren por andariveles distintos -se puede concretar el proyecto sin que necesariamente Mar del Plata sea designada subsede-, siguen en marcha las conversaciones y negociaciones con la AFA para que la entidad madre del fútbol argentino se haga cargo, a través de una licitación del Estadio José María Minella que sería totalmente renovado y ampliado para convertirse en la casa de las selecciones argentinas de fútbol. El intendente Guillermo Montenegro volvió a dialogar con el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia (“incluso se saludaron en el Día del Amigo”, reconoció la fuente), quien está más que interesado en que el de Mar del Plata se convierta en el estadio de la AFA. “Hay que tener paciencia. Estamos en tiempos electorales, convulsionados desde lo político, pero esto avanza pese a los agoreros y a las presiones que existen desde otras ciudades y provincias que obviamente quieren tener ese estadio propio de los campeones del mundo”, se indicó.
En cuanto a la subsede para el Mundial 2030, de concretarse, Mar del Plata volverá a albergar encuentros de un Mundial de Fútbol luego de 52 años. En junio de 1978, el Mundialista fue sede de seis partidos que perduran en la memoria de aquellos privilegiados que pudieron asistir a los mismos. “Nos están pidiendo una cantidad increíble de datos duros e informes de todas las características: desde índices de deserción escolar hasta mortalidad infantil, desde cantidad de plazas hoteleras en establecimientos de cinco y cuatro estrellas hasta cantidad de restaurantes. Estamos trabajando hace dos meses. Se deberá presentar este informe completo, también en inglés e inmediatamente después el pedido formal de la subsede”, se consignó. Cabe destacar que recién el año próximo, en 2024, se conocerá la sede definitiva del Mundial 2030 que significará el centenario de esta competencia. En el 74 Congreso de la FIFA a desarrollarse entre mayo y junio del año próximo se definirá dónde va a ser la máxima cita de fútbol.
Debe consignarse que pese a los deseos de la Conmebol de que sea Sudamérica la sede de ese Mundial, no es la única candidatura en danza. España y Portugal ya han presentado también un proyecto en conjunto para albergar esa competencia, al tiempo que Marruecos, la gran revelación de Qatar 2022, es otro país que quiere ser organizador tras haber competido en la carrera por el del 2026, el próximo, que se concretará en Estados Unidos, México y Canadá. Los países que sean elegidos para organizar el Mundial 2030 tendrán seis años para prepararse. En la AFA y en la Conmebol coinciden en destacar que las chances son muy firmes para Sudamérica. El primer torneo masculino de la Copa Mundial se disputó en 1930, y se ha celebrado cada cuatro años, excepto en 1942 y 1946 debido a la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, tres de los cuatro países que se presentan en forma conjunta para esta candidatura, ya han albergado un Mundial anteriormente. Uruguay fue sede de la primera Copa Mundial en 1930, Chile fue sede del Mundial 1962 y Argentina anfitriona en 1978. Paraguay es el único de los cuatro que no albergó anteriormente una Copa del Mundo.
Foto @dronmardelplata
Aún con el “guiño” del presidente de la AFA, Mar del Plata tendrá una importante competencia con otras ciudades y estadio argentinos en su gran objetivo. Hay dos sedes y fechas seguras: el partido inaugural se jugará en el Monumental de River, y la final, claro está, en el Estadio Centenario de Uruguay donde se levantó la primera Copa del Mundo. Pero además de la cancha de River, la AFA dispondrá de otras cuatro sedes para ese Mundial. El Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, el Estadio Único de La Plata, el Madre de Ciudades de Santiago del Estero y el Malvinas Argentinas de Mendoza parecen tomar la delantera, aunque el de Mar del Plata y el del Bicentenario de San Juan tienen chances, sin descartarse que Boca ofrezca la Bombonera o Rosario Central el Gigante de Arroyito, subsede en el 78. La FIFA tendrá la última palabra y resolverá qué estadios cumplen los requisitos impuestos para que se desarrollen los diferentes partidos de la Copa del Mundo que cambiaría de formato con la participación de 48 selecciones en lugar de las 32 habituales.
¿Cuál es la exigencia de la FIFA para las ciudades candidatas? Se evaluarán el “cumplimiento de cada uno de los ítems planteados como requisitos como así también el riesgo y beneficio de cada candidatura y el costo/beneficio de las necesidades de infraestructura y comerciales que tiene cada ciudad de cara a organizar con éxito una candidatura para la FIFA”. Luego de este proceso, cuya fecha tope es el 31 de agosto, las candidaturas aptas se presentan ante el Consejo de FIFA que las evalúa. “El proceso oficial de postulación a la Copa Mundial FIFA 2030 se inició en junio y finalizará en el tercer trimestre de 2024”, se indicó desde el Ministerio de Turismo de la Nación, donde cada ciudad argentina deberá hacer la presentación. Los Estadios de las ciudades que pretendan ser sedes deberán contar con una capacidad mínima de 40 mil espectadores sentados (lo que está contemplado en el proyecto de remodelación y ampliación del Minella), al tiempo que también se exigen campos para campamentos bases y claro está, campos de entrenamiento. Un ítem importante lo ocupa también la hotelería para las delegaciones oficiales, organización y aficionados, determinándose por otra parte que el aeropuerto debe estar a menos de una hora y media de las sedes de juegos y alojamientos. A la hora de los beneficios, debe apuntarse la importancia para el turismo (Qatar recibió un millón y medio de visitantes adicionales en 2022), y el reconocimiento en la valoración nacional e internacional de las ciudades sedes. Y al margen de la inversión, en materia de desarrollo deben considerarse los proyectos complementarios de infraestructura, educación, urbanismo, transporte, deporte, etc.
“No va a ser tarea fácil pero vamos a trabajar para que Mar del Plata vuelva a ser subsede de un Mundial. La ciudad cuenta con condiciones especiales en materia de hotelería, conectividad e incluso experiencia en el desarrollo de grandes competencias internacionales. Estamos para dar pelea”, grafican desde el despacho principal de la comuna, donde sueñan con que el Estadio vuelva a recibir selecciones como en 1978. En aquel Mundial, seis fueron los partidos que se disputaron en el Minella. El 2 de junio Italia derrotó a Francia 2 a 1, donde el galo Bernard Lacombe anotó el primer gol del Mundial. Al día siguiente, Suecia y Brasil igualaron 1 a 1, recordándose de aquel partido el gol de cabeza anulado a Zico sobre el final, cuando el árbitro dio por concluido el encuentro cuando la pelota se encontraba en el aire. El 6 de junio se disputó el tercer partido -Italia 3- Hungría 1- mientras que al día siguiente se enfrentaron Brasil y España con el Estadio totalmente colmado, encuentro que quedó en el recuerdo por el increíble gol que se perdió el español Julio Cardeñosa a los 30 minutos del segundo tiempo con todo el arco a su disposición. Una jugada que aun es recordada en el mundo del fútbol. De haber convertido el entonces jugador del Betis de Sevilla hubiese posibilitado la clasificación de España a la siguiente rueda, e incluso la eliminación de Brasil.
El 10 de junio se jugó el quinto partido que también quedó en la historia. Esa tarde Francia derrotó a Hungría 3 a 1. Antes del encuentro, el árbitro les pidió a las delegaciones que se presentaran con sus camisetas alternativas, ya que en la TV (en blanco y negro en gran parte del planeta) podían confundirse la azul de Francia y la roja de los húngaros. El problema surgió cuando se determinó que ambas selecciones contaban con remeras blancas como alternativas. El partido se demoró por más de media hora, hasta que dos dirigentes de Kimberley -Mario Del Rosso y Luis Nicolai- ofrecieron un juego entero de camisetas de la institución de la avenida Independencia. Fue entonces el día en que Francia jugó con la camiseta de Kimberley. En la actualidad, en el museo de la FIFA se exhibe una camiseta de Kimberley en recuerdo de aquel acontecimiento. Junto a una casaca de San Lorenzo (la edición especial que usó el equipo de Boedo luego de la asunción de Jorge Bergoglio como Papa), son las dos únicas prendas de equipos argentinos que allí pueden encontrarse. ¿Dónde se encuentran las restantes reliquias? Los franceses las devolvieron al club y se fueron usando hasta desaparecer.
“En esos momentos no se tomó dimensión de la trascendencia que tenía el hecho”, reconocieron años después varios directivos de Kimberley. La camiseta que se encuentra en el museo de la FIFA es la número 5 utilizada en aquel juego por Francois Bracci, cedida -como lo recordó el colega Juan Alvarez en un artículo publicado en este medio- por Carlos Stufano, quien entonces trabajaba en el kiosko de diarios de Independencia y Alvarado. Siendo fanático de Kimberley coleccionaba camisetas desde 1969 (llegó a tener más de cuarenta) y así recibió la del Mundial de manos del utilero Agustín Vallejo después del partido. “Como la recibí la dejé en un cajón de casa. Para mí era una más, hasta que un día ‘Filo’ Nocelli, dirigente del club, me comentó que la FIFA estaba buscando una del partido del Mundial y por eso la doné”, recordó. En cuanto al utilero, fallecido en 2001, atesoró otra camiseta con la firma de Michel Platini, la cual “se perdió en una mudanza”, admitió su hija Lilian.