El gobierno brasileño sostuvo que su flota de submarinos es necesaria para defender los casi 7.500 kilómetros (4.700 millas) de costa de Brasil y las aguas del Atlántico.
ITAGUAI, BRASIL, – Los presidentes de Francia y Brasil, Emmanuel Macron y Luiz Inácio Lula Da Silva, botaron un submarino construido en el país sudamericano con tecnología de la nación europea.
Lo hicieron en el marco de un programa que pretende desarrollar el primer submarino de propulsión nuclear de Brasil para finales de la década.
Los presidentes Macron y Lula asistieron a una ceremonia en el astillero Itaguaí, cerca de Río de Janeiro, en la que botaron el tercer submarino de propulsión diésel construido en el marco de una asociación de 10.000 millones de dólares.
La primera dama de Brasil, Janja da Silva, rompió una botella de champán en la proa del submarino Tonelero y los dos presidentes accionaron una palanca que lanzó al mar la nave de clase Scorpene.
El programa de submarinos, iniciado en 2008 durante el anterior mandato presidencial de Lula, es una asociación con el grupo naval estatal francés, en el que el contratista de defensa, Thales, tiene una participación del 35%.
El gobierno brasileño sostuvo que su flota de submarinos es necesaria para defender los casi 7.500 kilómetros (4.700 millas) de costa de Brasil y las aguas del Atlántico, donde el país está desarrollando vastos yacimientos de petróleo en alta mar.
Macron finalizaba una visita de tres días a Brasil, que tiene como objetivo relanzar la relación bilateral y la asociación estratégica que se estancó durante el anterior gobierno de Jair Bolsonaro, a quien el presidente francés criticó por no defender la selva amazónica.
Macron llegó el martes a la ciudad amazónica de Belém, donde Brasil acogerá las negociaciones climáticas de la COP30 de Naciones Unidas en 2025.
Lula se reunió con él allí y se comprometieron a trabajar juntos para detener la deforestación en la Amazonia para 2030.