El jefe de Estado hizo referencia al incidente del ex secretario de Obras públicas del kirchnerismo José López. Negó tener relación con Lázaro Báez.
El presidente Mauricio Macri enmarcó el incidente del ex secretario de Obras públicas del kirchnerismo José López, quien fue detenido tras arrojar bolsos con millones de dólares a un monasterio, a que en la última década hubo corrupción “a niveles inéditos”.
Consultado por el diario salteño El Tribuno sobre si el caso de López era algo aislado o respondía a una corrupción estructural del gobierno anterior, Macri dijo que “claramente fue estructural, sin duda”.
“La corrupción en general ha acompañado las últimas décadas y en la última creo yo que llegó a niveles inéditos”, añadió.
Asimismo, sostuvo que “lo importante es que ahora entendamos que el cambio es de todos, hoy la obra pública tiene que ser sinónimo de alegría, de futuro, de mejora de la calidad de vida y nunca más sinónimo de corrupción, de cajas y de abusos”.
Macri dijo estar “muy contento con el equipo que hemos armado para liderar las obras, que le ha puesto una dinámica inédita en la historia. Las obras avanzan hoy a la velocidad que nunca lo habían hecho antes”.
“Hay mucha obra para hacer. Yo me comprometí a armar el mejor equipo de los últimos cincuenta años y al plan de infraestructura más importante de la historia argentina, y lo hemos puesto en marcha”, añadió.
Consultado sobre los argumentos del kirchnerismo que lo acusa de ser socio de Lázaro Báez, vía su primo Angelo Calcaterra, Macri señaló que esa era “de las cosas más creativas que escuché en mi vida, pero ellos son capaces de decir cualquier cosa”.