Con una importante banda, todos los integrantes de la familia Albornoz-Llunes como invitados, danza y sorpresas, mostrará sus nuevos temas y hará un repaso por el cancionero popular, en un show el 14 de noviembre en Vorterix.
Con su nuevo material “Matria” como “excusa”, la artista popular Lucía Albornoz prepara un show especial, este jueves, 14 de noviembre, en Vorterix.
“Matria” es un EP muy especial para la intérprete, compositora y docente que lleva años recorriendo peñas, escenarios y festivales. Porque es el primero en el que se anima a mostrar composiciones propias.
“Como mujer tuve que aprender a apreciarme, a valorarme, a quererme y animarme, sobre todas las cosas, a mostrar mis canciones, a sacar mis letras”, contó la artista en una charla con LA CAPITAL, en la que aseguró: “la música es mi voz, mi grito, mi esperanza y mi refugio”.
En la presentación del jueves la acompañarán la banda integrada por Joaquín Sebastián Viñas (arreglos, guitarra) Mateo Franco (bajo), Juan Miguel Carotenuto (percusión y batería), Alejandro Arelovich (piano), Tomás Uriaguereca (bandoneón). Además, como invitados estarán todos los integrantes de su familia Albornoz-Llunez, en danza Agustina Rodríguez y su compañía, y además, habrá sorpresas.
Animarse
“Empecé a componer de chica, pero nunca me animaba a grabar, mucha gente me acompañó para hacerlo y, finalmente acá está”, confió.
Matria es un neologismo de Patria. “Estaba buscando el nombre para estas canciones, me costó bastante, nada me convencía hasta que llega Matria. Yo había leído a una filósofa que decía que el término no tenía que ver solamente con la tierra de nacimiento, sino también con un refugio, un lugar interior, con crear un cuarto propio. Eso me llamó mucho la atención porque este EP es algo que yo anhelaba hace muchísimo y fue como un renacer para mí”, definió. Y continuó explicando que “para eso tuve que confrontar con todos los miedos, con darle lugar a mis emociones, hacer un trabajo bastante profundo, interno”.
En ese proceso y consciente de que “los músicos estamos en un ciclo de renacimiento constante” y de que “estamos viviendo en tiempos un poco oscuros -por lo menos yo lo veo así-, la música siempre es mi voz, mi grito, mi esperanza y mi refugio. La música es mi hogar, el lugar donde voy cada vez que necesito cobijo”, compartió en torno al empuje que la llevó a animarse.
Claro que “el caminito nunca lo recorremos solos, hubo muchas personas que me apoyaron, mi familia, que está al pie del cañón, me encontré con Joaquín viñas que me empujó para grabar mis temas, me ayudó a darle forma a mis ideas y a todas las emociones que tenía, mi hermana Tamara fue una de las primeras personas que me decía que tenía que grabar mis temas, así que Matria es también un reconocimiento a la importancia de las mujeres en mi vida, mi mamá, mi hermana, mis amigas”, señaló.
El primer corte del EP, “Al pago mío me voy”, una huella, tiene letra de Norberto Albornoz (su padre) y música de Lucía y fue una de las primeras melodías que compuso. “La del invierno” y “Nos ven”, en tanto, tienen letra y música de Lucía.
“Al pago mío me voy” es una letra inspirada en Lucía. “En una época yo andaba viajando un montonazo, por los festivales y bastante lejos del pago. Entonces le comenté a papá ‘qué lindo cuando uno vuelve a su ciudad, porque viste que llegás a Mar del Plata y de repente te encontrás con ese aroma que es súper particular porque sentís el mar, por lo menos a mí me pasa eso. Y a mi viejo enseguida le salió una letra. Esto fue en 2016 y recién la grabé ahora” y cuenta con su audiovisual en Youtube. “Fue el primero que elegimos grabar con Joaquín”, indicó.
“El folklore es mi legado”
Artista popular, Lucía creció en una familia tradicionalmente vinculada a la difusión del folklore, pero con contacto con diferentes perfiles de artistas y géneros musicales. Eso y sus estudios en IPA la fueron dotando no solo de herramientas, sino de un perfil estético que combina el bagaje con su impronta personal.
“Mi estilo musical combina la pasión por el folklore, que es lo primero que mamé en las peñas, en las guitarreadas, en casa siempre se enseñó, somos todos docentes, todos damos clases. Pero a mi casa venían todos los músicos de Mar del Plata, no solo de folklore, de todos los géneros, y mi viejo les hacía los arreglos musicales y yo fui escuchando todo eso. Mis canciones buscan conectar un poco con esa esencia de nuestra cultura y nuestra tradición, con todos los sonidos nuevos también. Yo soy de otra generación, también escuché y escucho otras músicas, me gusta el rock nacional muchísimo y tengo todo incorporado en mis canciones”, definió Lucía.
“Uno primero tiene saber que el folklore es nuestra tradición. En mi caso fue el legado que a mí me identifica y me honra un montón como Argentina poder cantarlo, por eso es fundamental en mi vida, parte de mi esencia y lo que más me representa. Y creo que tiene de las mejores poesías, de las mejores composiciones de todo el mundo me atrevo a decir, junto con el tango. Pero es necesario conocer las pautas culturales del folklore para poder hacerlo”, advirtió.
En ese sentido apuntó que a través de clases de repertorio popular en IPA o a través de sus clases particulares de canto, la emociona que alumnos y alumnas que “por ahí van a algunos de mis conciertos o recitales y se arriman después al género, se interesan, se empiezan a interiorizar con el folklore. Me llena de orgullo y me encanta”.
Además señaló que la ciudad tiene un circuito de peñas y eventos en torno al folklore “muy grande”. “Hay mucha gente que está constantemente trabajando por nuestra cultura, muchos espacios que estaban buenísimos y otros que ya no están más, pero con una autogestión constante hay peñas todos los fines de semana en Mar del Plata”.