El miércoles, al cumplirse 86 años del hecho, el Centro Vasco Denak Bat de Mar del Plata rememorará esta acción con el clásico acto frente al roble ubicado frente a la Facultad de Derecho y también plantará dos nuevos ejemplares en distintos puntos de la ciudad.
El Centro Vasco Denak Bat de Mar del Plata recordará este miércoles el Bombardeo de Guernica, a 86 años del trágico hecho, con el clásico acto frente al roble ubicado frente a la Facultad de Derecho y también plantará dos nuevos ejemplares en distintos puntos de la ciudad.
Los pequeños retoños, hoy con 1, 5 metros de altura, ya están en Mar del Plata y serán plantados en dos sectores bien distintos de la ciudad. El miércoles, a las 13, se colocará uno de éstos en el parque del Colegio Illia, dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata y anexo a la reinaugurada Casa del Puente. Por otra parte, el sábado a las 17, luego de la Misa, se plantará el otro ejemplar; en este caso en la Capilla Nuestra Señora de Arantzazu, ubicada en calle Gorriti 350.
El miércoles, a las 18, como todos los años, directivos, socios y amigos del Denak Bat de Mar del Plata, realizarán un acto frente al roble ubicado en la plaza San Martín, Hipólito Irigoyen 1500, frente a la Facultad de Derecho. Se depositará una ofrenda floral, se bailará un Aurresku en conmemoración de esta lúgubre fecha, se cantará la emblemática canción “Gernikako Arbola” y se escucharán las palabras del presidente de la institución, Gustavo Eduardo Elichiribehety.
El Bombardeo
El 26 de abril de 1937, era un día donde había “mercadillo” y los pobladores de Guernica, localidad de Vicaya, concurrieron a la ciudad para adquirir distintas mercaderías. A las 16:30 horas aparecieron en el cielo los primeros bombarderos de la escuadra nazi-italiana para realizar un ensayo de cara al conflicto bélico mundial que se desatara años después.
Este pueblo del País Vasco, de apenas 5.000 habitantes por entonces, sufrió el 70% de destrucción, pero su ancestral roble, ubicado frente a la casa de Juntas, donde los vascos tomaban la mayoría de sus decisiones, resistió de pie y se constituyó en todo un símbolo de la fortaleza y la resistencia a las acciones del generalísimo Franco.
No hay una cifra exacta de víctimas; se calcula que fueron alrededor de entre 130 y 150 habitantes los que perdieron la vida en este primer bombardeo a una población civil que vivió su jornada más trágica.