El intendente inició la gestión con una remuneración básica de 129 mil pesos. Desde entonces la cifra creció un 30,8% como resultado de los aumentos acordados en paritarias. En septiembre se dispuso un recorte del 10% que sólo duró dos meses y fue cuestionado por el Tribunal de Cuentas.
El sueldo del intendente Carlos Arroyo experimentó un incremento del 30.8% en el transcurso del último año. Cuando asumió en diciembre de 2015 su remuneración básica, heredada de su antecesor, Gustavo Pulti, era de $129.864,16.
A partir de los aumentos acordados con el Sindicato de Trabajadores Municipales a lo largo de 2016 esa cifra fue incrementándose hasta alcanzar los $169.853,60.
El sueldo del intendente, así como los de otros funcionarios políticos de la Municipalidad, está determinado por la ordenanza complementaria del presupuesto, la cual le concede al jefe comunal una remuneración equivalente a 16 sueldos básicos.
Los secretarios y presidentes de entes, en tanto, tuvieron en 2016 un incremento de haberes equivalente al que recibió el intendente.
Sus remuneraciones eran de $73.048,59 a comienzos del año pasado y llegaron a una nueva cifra de $95.542,65.
Los números no contemplan ni el costo de las cargas sociales ni las bonificaciones como tampoco los descuentos, que es lo que adicionalmente determina la cantidad de dinero que cada funcionario se lleva mensualmente a su bolsillo.
La remuneración de más de 169 mil pesos que la comuna le paga a Carlos Arroyo no está lejos de lo que el Estado nacional y el Estado provincial les paga a sus funcionarios de primera línea.
De hecho, es similar al sueldo bruto del presidente de la Nación, Mauricio Macri, que es de $173.473.
Pero supera al salario de la gobernadora María Eugenia Vidal que -según los últimos datos oficiales disponibles- en noviembre tuvo un sueldo neto de 74 mil pesos.
Las críticas en torno a las remuneraciones de los funcionarios de la comuna, llevaron a que en septiembre del año pasado el gobierno se viera forzado a aplicar un recorte del 10%.
Sin embargo la medida duró apenas dos meses, ya que se dispuso que tendría vigencia mientras durara la declaración de emergencia económica y financiera de la Municipalidad, la cual venció a fines de octubre.
Para peor, el decreto del jefe comunal fue cuestionado por el Tribunal de Cuentas de la Provincia, que consideró irregular la forma en la que la gestión de Arroyo dispuso rebajar los sueldos de los funcionarios. Por eso ahora el Ejecutivo afronta cuestionamientos del organismo.
En su momento a varios antecesores del actual intendente les resultó “excesivo” cobrar el sueldo que les concedía la legislación. Por eso resolvieron donar una parte sus ingresos a entidades de bien público. Los registros de haberes de la comuna demuestran que así lo hicieron al menos Elio Aprile, Daniel Katz y Gustavo Pulti, quien adicionalmente, había instruido a sus secretarios para que imitaran el gesto.