por Jesús Lozano
MADRID, España.- Los socialistas españoles se reafirmaron este lunes en la idea de gobernar España en solitario tras salir reforzados de las elecciones europeas, regionales y municipales del domingo, pues les permite resistirse aun más a la pretensión del izquierdista Podemos de entrar en un gobierno nacional de coalición.
En solo cuatro semanas, el Partido Socialista (PSOE) se ha convertido en la fuerza hegemónica en el conjunto del país, tanto en las elecciones parlamentarias nacionales del 28 de abril pasado, que ganó con mayoría relativa, como en las del domingo.
Los socialistas retuvieron varias regiones, algunas con mayoría absoluta (Castilla-La Mancha y Extremadura), y tienen posibilidades de gobernar otras nuevas como La Rioja y Canarias.
A pesar del éxito, no consiguieron el poder en la ciudad de Madrid ni en su región -una de sus prioridades y símbolo de la política española-, que previsiblemente serán gobernadas por la derecha y los liberales. Y tendrán que pactar con otros partidos tanto para alcanzar el Gobierno de España como los de varias regiones y ciudades.
El objetivo del PSOE sigue siendo “un gobierno (de España) de carácter socialdemócrata abierto a progresistas”, declaró hoy el ministro de Fomento en funciones y “número dos” del partido, José Luis Abalos.
Y en solo cuatro semanas Podemos sufrió un retroceso electoral muy importante, tanto en los comicios generales de abril como en los territoriales del domingo, perjudicado, en parte, por la fragmentación de su electorado en varias nuevas opciones de izquierda.
Podemos, solo o en coalición, perdió el domingo la mayoría de las ciudades que gobernaba desde 2015, como Madrid, Coruña, Zaragoza y Barcelona, la capital catalana.
“La fuerte caída de Podemos, el gran perdedor, es la que ha hecho que el bloque de izquierdas no consiga la mayoría en muchos lugares, a pesar de que el Partido Socialista ha aumentado claramente sus resultados. Esto le va a restar fuerza de cara a la negociación del Gobierno de la nación”, explicó a EFE el politólogo de la Universidad española de Comillas Roberto Rodríguez.
A pesar de ello, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se negó este lunes a dimitir e insistió en negociar con el líder socialista y jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, un gobierno nacional de coalición desde una “posición modesta”, consciente de su debilitamiento.
Pero Sánchez se presenta a la negociación para ser investido jefe del Ejecutivo por el Congreso español con el aval de esa cuádruple victoria electoral, con la intención de gobernar en solitario y llegar a acuerdos puntuales con otras fuerzas, también en grandes ciudades y regiones.
“Los votos han sido muy claros, dando un mensaje de que la ciudadanía quiere un gobierno socialista liderado por Sánchez”, argumentó la portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García.
Sin embargo, Podemos peleará hasta el último momento por entrar en un gobierno de coalición con Sánchez como una de las pocas tablas de “salvación” política que le queda, explicó a EFE el politólogo Rodríguez, aunque éste no cree que se llegue al extremo de repetir las elecciones generales si eso no ocurriera así.
En estas circunstancias, la clave puede estar en los liberales de Ciudadanos (C’s), que hasta ahora se han negado a cualquier acuerdo de gobernabilidad con los socialistas y, más concretamente, con Sánchez, a quien ese partido acusa de someterse a los independentistas catalanes.
Los socialistas volvieron a pedir a Ciudadanos que levante ese “cordón sanitario” al PSOE y, al mismo tiempo, evite cualquier acuerdo con Vox, un partido emergente de extrema derecha que consiguió representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, en ayuntamientos y regiones.
En la ciudad y la región de Madrid, por ejemplo, será necesario -y probable- un pacto a tres bandas entre el Partido Popular (conservador), Ciudadanos y Vox para que la derecha gobierne.
La candidata a presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció que hablará con Ciudadanos y con Vox, y no excluyó que éste partido forme parte de un gobierno madrileño encabezado por ella.
En estas elecciones, Ciudadanos pretendía adelantar al PP como fuerzas principal del centro-derecha, pero “ha fracasado”, aunque va a tener gran poder de decisión para la gobernabilidad de ciudades y regiones, y ahora se encuentra en una “encrucijada”, según Rodríguez.
C’s debe decidir si entra en acuerdos políticos en los que también participe Vox, algo que no entenderían sus compañeros del grupo liberal en el Parlamento Europeo; o apoyar a los socialistas o, al menos, facilitar que gobiernen, algo que no entendería buena parte de su electorado.
“La clave (del nuevo gobierno español) va a ser la negociación con Podemos, si entra o no en el gobierno, y a su vez la posible negociación con Ciudadanos, si cambia de estrategia y se abstiene en la investidura” de Sánchez, resume el experto de la Universidad de Comillas.
El PP, el principal partido de la oposición parlamentaria española, consiguió frenar la caída electoral y tiene claras posibilidades de mantener los gobiernos regionales de Madrid, Castilla y León y Murcia, aunque tendrá que negociar con Ciudadanos y Vox. Además, el próximo alcalde de la capital de España será previsiblemente su candidato, José Luis Martínez-Almeida.
EFE